Como si fuera la cabina del Halcón Milenario, solo que con tiempo para una selfie. Así se ve la publicidad on line de Exclusive Resorts (The World’s Elite Private Vacation Club) y Space Perspective, agencia de turismo espacial, cuyo anuncio ha pasado desapercibido, oculto entre las montañas de información que llegan sobre la vacuna para el coronavirus y la novela Lionel Messi. Un globo con ventanales de vidrio dirigido por un piloto experto cuya función, entre otras curiosidades, será descubrir por qué hemos destruido con tanto afán la Tierra.
Con el inspirador ¡Vamos al espacio!, ambas firmas anunciaron el 16 de setiembre un viaje galáctico: gracias a su asociación, pionera en el rubro, se convertirán en el primer vuelo privado de grupo de viajes charter para selectos miembros de su Club rumbo al espacio, previo permiso de la FAA (siglas de Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos). Viajarán, ya se dijo, a bordo de un globo revolucionario, la nave espacial Neptuno. Todavía no hay precios.
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No pudo tuitear -porque nadie se imaginaba Twitter, hasta cuatro décadas después- pero sí dijo algo, breve, reproducido millones de veces en video cada vez que se acerca el 12 de abril. Una frase de esas que hoy se llaman viral. Es el instante preciso en que la nave Vostok 1 despega de la Tierra en un viaje al futuro. En la base Baikonur en la URSS eran las 9:57 a.m. En Lima, por la diferencia horaria, todos dormían. Su voz tiene el eco gracioso de esos robots de las películas para niños. O es pánico, también. Yuri Gagarin (Klúshino, 1934) está con el traje naranja y el casco blanco con las siglas CCCP y, como si fuera poco, con una sonrisa, aunque la televisión lo mostrara todo en blanco y negro. Era un notable piloto de la fuerza aérea de la Unión Soviética. Después del viaje que por primera vez orbitó la Tierra el 12 de abril de 1961, hace 59 años, fue un héroe nacional. Mundial. Antes, esa mañana, dijo algo sencillo para tamaña circunstancia:
-¡Поехали!
Es decir, “Ahí vamos”. Tenía 27 años, nada más. Hay quienes a esa edad apenas han cruzado la vereda. Pero no son todos. Una tarde del 2017, junto a un equipo de El Comercio, conocimos el Museo de la Cosmonáutica de Moscú, donde se puede conocer esta y otras historias pioneras sobre la búsqueda del hombre por la conquista del espacio. Tres años después, Exclusive Resortes y Space Perspective anuncian lo mismo, con la misma frase.
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¿Cuándo? ¿Cuántos? Los pronósticos de ambas empresas insisten en que quedan 4 años para hacer una breve maleta de mano: en 2024 partiría el primer grupo de ocho miembros del club. En total, explican las redes sociales de Exclusive Resorts, serían cinco grupos de ocho quienes “tendrán la oportunidad de participar en esta aventura que cambia la vida”. Los seleccionados disfrutarán de un relajado viaje de seis horas, que comienza antes del amanecer desde el Centro Espacial Kennedy de la NASA en Florida. “Acordamos asociarnos con Exclusive Resorts debido al espíritu pionero del grupo, y no podríamos estar más felices de que ahora estén forjando un camino con nosotros hacia un nuevo destino de viaje: el espacio”, dice Jane Poynter, fundadora y co-CEO de Space Perspective.
El 17 de julio de 2019, cuatro astronautas compartieron con la agencia EFE una misma pregunta: ¿Cómo serán los viajes del futuro? Se llaman Franco Malerba (Italia, 1946); Fiódor Yurchijin (Unión Soviética, 1959); Pedro Duque, (España, 1963) y Matthias Maurer (Alemania, 1970). Maurer imagina “como una estación en la Antártida” los próximos viajes a la Luna desde la Tierra. Duque habla de lo difícil que será ir a Marte. Pero es Yurchijin quien deja una lección que va más allá de la astronomía. “El camino es como el de Ulises. Siempre estaba de viaje, pero volvió a casa. Es algo que está en la sangre”.
Al cabo de las seis horas que duraría el viaje, estos 40 turistas podrán probarlo.
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