Si hay un deportista peruano que puede decir que el 2019 fue su año, ese sin duda es Rodrigo Pflucker. ¿Por qué? Salió campeón del IMSA Prototype Challenge en Estados Unidos, fue elegido Piloto del Año por la Federación Peruana de Automovilismo y -la cereza del pastel- fue incorporado al equipo Lamborghini, convirtiéndose en el primer piloto nacional en ser parte de la escudería italiana.
El gran momento por el que hoy pasa el piloto peruano de 23 años es el resultado de un trabajo que empezó en el 2004, cuando solo tenía 8 años y su afición por el kartismo pudo más que el fútbol o los videojuegos y lo llevó a entrenar seriamente para competir en la categoría junior, de la que llegó a ser campeón nacional.
Lo que había empezado como un juego en el kartódromo de alquiler de Milenko Arenas, quien hasta hoy es su amigo, fue apoderándose de los fines de semana del pequeño Rodrigo hasta convertirse en una obsesión. Fueron las ganas que mostraba en cada visita al kartódromo las que hicieron que Arenas le sugiera ir a un lugar más adecuado para su desarrollo, y así lo hizo.
Hasta ese momento nadie en su familia imaginaba que Rodrigo se convertiría en piloto profesional. No tenía antecedentes familiares en el deporte motor, por lo que el apoyo que recibía de su familia era para satisfacer su pasatiempo. Al menos eso es lo que pensaban ellos; mientras tanto, Rodrigo ya soñaba.
“Normalmente tienes un antecedente familiar que te involucra al automovilismo, pero en mi caso fue natural. Yo recuerdo que a los 3 o 4 años empecé a tomar conciencia sobre el deporte motor, veía mucho la MotoGP en la época en la que Valentino Rossi estaba ganándolo todo. Pero es cuando veo la Fórmula 1 que me enamoro del deporte. Recuerdo a los 5 años ver a Schumacher -su ídolo máximo- ganar competencias, luego a Alonso y así es como me fui vinculando con el deporte”, cuenta Pflucker.
La escuela del kart
Rodrigo guarda todavía el recuerdo del día que se subió por primera vez a un kart profesional. “Recuerdo el olor del humo que botaba el tubo de escape que me marcó y que hasta hoy en día cuando lo huelo me recuerda ese momento que me subo a un kart profesional por primera vez. Me parecía todo tan rápido y nuevo”, comenta el piloto.
Como un predestinado para el circuito, Rodrigo ganó la primera carrera que corrió, las horas de práctica en el kártódromo de alquiler la habían valido para destacar desde el primer momento. Fue un fin de semana, rememora, “el viernes decidimos entrenar, el sábado también y el domingo ganamos la carrera”.
El kartismo fue su escuela, asegura, ya que le enseñó las nociones básicas para entender el deporte. Desde la indumentaria, la máquina y la competencia. “El kart es pequeño comparado con un auto, pero las exigencias de manejarlo son muy intensas es por eso que te sirve de escuela. Desde el desarrollo del kart, hasta el enfrentamiento cuerpo a cuerpo que es muy cercano”, explica.
Durante esa etapa aprendió también a lidiar con la presión de la competencia, quizás lo más complicado del comienzo de su carrera. “Competir me causaba un poco de nervios, enfrentarme a otros pilotos. Había momentos hasta que vomitaba antes de las competencias. Ahora siento que tengo más resiliencia que otras personas de mi edad porque el deporte me ha enseñado eso”, señala.
Rodrigo Pflucker, el piloto
A pesar de los campeonatos nacionales obtenidos en karts y las ganas de seguir dedicando sus días a los autos, Rodrigo entendía que era poco realista pensar en llegar a ser un piloto profesional; es decir, vivir del deporte.
“Yo recién me doy cuenta de eso a los 18 años, cuando voy a competir en la Fórmula 4 sudamericana y observo la mentalidad de los pilotos argentinos y brasileños. En Argentina y Brasil hay pilotos que viven de correr autos, hay mucho fanatismo, hay empresas involucradas y, en general, la plataforma del automovilismo está desarrollada. Ellos apostaban sus días de entrenamiento a desarrollarse como pilotos”, cuenta.
Así, con esa nueva meta, llegaron los siguientes logros. Campeonatos y subcampeonatos en la Fórmula 4 en Argentina, Brasil y Uruguay, entre el 2015 y 2016; luego viajó a Europa para competir en la Formula Renault 2.0 Eurocup, y posteriormente llegó su salto a la IMSA Prototype Challenge, donde el 2019 salió campeón junto al piloto estadounidense Austin McCusker.
Un progreso vertiginoso que lo ha llevado a conseguir una butaca nada menos que en la escudería Lamborghini, con quienes correrá el 2020. “Yo comencé relativamente tarde, pero creo que hemos sido muy eficientes a la hora de desarrollarme. Hemos tenido poco tiempo, hemos competido con lo que se podía y con las limitaciones que teníamos en comparación con mis rivales y aún así hemos podido salir adelante”, señala.
Lamborghini: nuevos objetivos
Habla el piloto
¿Cómo se dio el acercamiento con Lamborghini?
Ellos me contactaron en marzo del año pasado, después de una buena carrera en Sebring (ver video). A raíz de ese buen desempeño me contactan, pero fue en la última carrera del año que retomamos las conversaciones y en diciembre pudimos cerrar el acuerdo para correr el 2020 juntos. Ellos vieron mi progreso, encajamos con los intereses y este año podemos competir juntos que es una alegría muy grande para mí porque tal vez hace tres años no hubiera pensado en la posibilidad de que esto pudiera suceder.
¿Qué factores influyen para la incorporación de pilotos a las grandes escuderías?
El tema de las relaciones con las escuderías es un tema muy político. Depende mucho del financiamiento que tuviste previamente, la experiencia que estás acumulando, es una unión de bastantes factores para que tú estés en una butaca. No necesariamente el piloto más rápido va a estar en una butaca. Me gusta hacer el símil con la Fórmula 1 porque es la categoría más popular, muchos de los pilotos de la Fórmula 1 no fueron los más rápidos de sus categorías; consiguieron resultados sí, pero tal vez habían pilotos aún más talentosos que no lo lograron por un tema político, porque el patrocinador no estaba de acuerdo, incluso la nacionalidad puede ser un factor para la decisión.
¿Cómo ves a tu nuevo equipo?
El equipo Precision Performance Motorsports (PPM) tiene mucho potencial, es su segundo año en la categoría y hay cosas que tenemos que trabajar, más aún porque estamos en un nivel muy fuerte, hay pilotos con los que voy a competir a los que yo sigo desde muy pequeño. Justamente el fin de semana pasado estuve en las 24 Horas de Daytona para aprender de la categoría, ver lo que necesito para prepararme de la mejor forma.
¿Cambia mucho tu rutina de entrenamiento?
La rutina va a seguir siendo muy parecida, en mi opinión, porque yo ya me preparaba para esto. El entrenamiento sí va a ser muy intenso y la mayor diferencia pienso que va a estar en los detalles, tiene que estar todo de forma perfecta. En Daytona he conocido a los miembros de mi equipo y he visto que la cantidad de personas que hay para que todo esté en orden es impresionante. Hay especialistas que a veces no trabajan todo el fin de semana, pero están ahí solo si es que ocurre un problema que les concierne. Y el piloto es como el centro que tiene que motivar a todo el resto de personas para obtener el resultado. La diferencia va a estar en la relación con mi equipo y en cómo me acomodo a estas nuevas demandas.
¿Cómo serán las carreras?
Todo el proceso de la carrera es distinto, estas van a ser un poco más largas, el nivel de competencia va a ser aún más fuerte, las paradas de pits va a ser una parte fundamental porque se han acortado los segundos, el cambio de piloto ahora es parte de la estrategia porque te demoras dos segundos y es una eternidad en automovilismo.
¿Cómo será tu adaptación al carro de Lamborghini?
Es un auto que tecnológicamente se basa en un carro de calle, entonces la forma en que arman este carro es distinta. El año pasado competí con un carro que se construye exclusivamente para competencia, en cambio este carro tiene sistemas que utilizan en la calle. Por ejemplo, el control de tracción; el carro no tiene tanta aerodinámica como el del año pasado, entonces mi velocidad de curva va a ser un poco menor; el motor es más fuerte este año, entonces voy a tener que dosificar mejor mi aceleración. Pero estoy seguro que mi transición va a ser bastante natural, es cuestión de entrenamiento previo a la carrera para entender el auto y tener el resultado que quiero y desempeñarme a mi mejor nivel.
¿Cuándo es tu debut?
Mi debut es el 18 de abril en Long Beach, en California. Es un circuito callejero, así que aún más demandante, la dificultad de estos circuitos es que tienes muros en vez de zonas de escape, entonces cualquier error lo pagas caro, eso significa estrellarte contra un muro y romper el auto. Tengo una experiencia en circuitos callejeros, considero que me relaciono muy bien con ellos. No he identificado la razón, pero por algún motivo en los circuitos callejeros siempre me suele ir bien así que tengo confianza en ese aspecto. Vamos a aprender muchísimo esta temporada y esperemos que los resultados nos acompañen.