Un mensaje al WhatsApp.
- Amorcito, me avisaron que seré titular hoy.
En el departamento que Pedro Gallese ha logrado pagarle a su familia en Chorrillos, el celular de su esposa Claudia contiene la mejor noticia del 2017. Son las 2 de la tarde del 5 de octubre en Lima y la familia del portero de la Selección peruana es la primera en enterarse de que será titular ante Argentina y en La Bombonera de Boca Juniors, club que en los últimas días lo tuvo en agenda. La ventana del chat intercambia algunos emojis de corazones y besos volados celebrando la buena nueva. Solo ellos -su esposa, hijo, padres y hermanos- son los que saben todo lo que han tenido que pasar, rezar y rogar para que Pedro apure su regreso a las canchas. En audios de WhatsApp las lágrimas pasan a ser aliento entre Lima y Buenos Aires. En una habitación del Hotel Intercontinental el primero en darle un abrazo a Pedro es Carlos Cáceda, el amigo fiel que cuidó su puesto con valentía.
Faltan cuatro horas para el partido.
Han pasado cuarenta y cuatro días con todas sus noches – sobre todo las noches - en los que las lágrimas solo eran de lamento y bronca. Atrás se deja ver el 22 de agosto. Los Tiburones de Veracruz visitaban el Estadio Hidalgo del Pachuca. Pierden rápido 1-0 con gol de Anyelo Sagal (14’). A los 32 minutos ocurre la desgracia nacional. El chileno Edson Puch enfila un potente disparo que Pedro Gallese intenta manotear. No lo logra. En cambio, su mano derecha se estrella con violencia en el travesaño. El portero achina los ojos para que no se note que está llorando. De inmediato es atendido por el cuerpo médico de Los Tiburones, que pide el cambio con urgencia. En dos horas más se tendrá un diagnóstico terrible. “Fractura expuesta del dedo anular de la mano derecha”, dice el informe del Veracruz vía Twitter. En San Luis, Lima, la noticia enciende alarmas de preocupación. El comando técnico de Perú se apura en dar una respuesta. Es convocado el veterano Leao Butrón.
- “¿Cuánto tiempo no voy a poder jugar?”, es lo primero que pregunta Gallese apenas sale de la sala de operaciones.
- “Con suerte, tres meses”, es la respuesta que derrumba todas sus esperanzas.
Lo primero que lamentará –que lamentaremos- es que no podrá ser titular ante Bolivia y Ecuador en la fecha doble de setiembre. Pero Pedro no renuncia a darse por vencido. Solicita permiso al Veracruz para estar en Lima con sus compañeros y tratar su lesión en la Videna de la FPF. Los Tiburones aceptan al mismo tiempo que le buscan reemplazo. El 26 de agosto, con una venda en la mano derecha, Gallese responde las preguntas de la prensa nacional tras un entrenamiento en el que no ha participado. Deja una frase que los incrédulos porfían. “Voy a tratar de recuperarme para el partido con Argentina”, dice. El optimismo no se compra en las farmacias.
En el partido contra Bolivia en el Estadio Monumental, las cámaras de Movistar Deportes enfocan a Gallese, junto a Tapia y Corzo –ausentes por acumulación de amarillas- mientras suenan las notas del himno nacional de Perú. La mano lesionada en el pecho parece sellar el compromiso de un héroe. Entre el 1 y el 6 de setiembre todo es alegría en Perú. Los seis puntos logrados – victoria ante Bolivia y Ecuador - nos meten en el cuarto lugar de la tabla de las Eliminatorias. Todos los jugadores vuelven a sus clubes. Todos menos Gallese.
En Videna se echa andar un operativo propio de una película de acción. Resta un mes para visitar Buenos Aires y mucha tela comenzará a cortarse.
“Es un arquero de medio pelo”, dice el siempre polémico Horacio Pagani en TyC Sports sobre Pedro Gallese en un programa que luego alcanzará los 10 millones de visitas en YouTube.
En Argentina no solo hablan de los goles de Paolo Guerrero o las gambetas de Christian Cueva. La prensa instaura sus ojos sobre la recuperación milagrosa del portero de Perú. En unos videos publicados por la cuenta de la FPF (@tufpf) se ve a Gallese realizando trabajos con una pelota gigante. “El principio”, es la leyenda de una foto de Gallese publica en su cuenta de Instagram. Se le ve atajando con los guantes puestos. Cuando los seleccionados vuelven a los entrenamientos, Gallese no oculta a la prensa su rápida recuperación. En un trabajo con Nolberto Solano, asistente de Ricardo Gareca, vuela de palo a palo como si su lesión no existiera.
El comando técnico se arriesga. Lo incluye en la lista de viajeros a Buenos Aires. En cadena suceden eventos emocionantes. El último entrenamiento en las instalaciones de Vélez Sarsfield en Liniers termina de convencer a Gareca. Pedro debe jugar. Son ‘Ñol’ Solano y Alfredo Honores quienes le dan la notica la mañana del jueves 5 de octubre.
- Amorcito, me avisaron que seré titular hoy.
Después de recibir las buenas vibras desde Lima, Pedro es confirmado por Gareca como el arquero titular en la charla previa a partir a La Bombonera. Desde la FPF notifican a los Tiburones de Veracruz que su jugador será utilizado esa noche.
La masiva prensa nacional solo espera la confirmación desde la interna. Esa llega a las 5:52 p.m. hora de Lima (7:52 p.m. hora de Buenos Aires) en un tuit de @SeleccionPeru con la alineación titular. “#FuerzaMuchachos”, dice el mensaje.
Lo hecho por Pedro Gallese en ese partido contra la Argentina de Messi se quedará para la eternidad en los cientos de videos que YouTube y Facebook tiene sobre sus jugadas. Tan grande fue su actuación, que una estadística puede explicar el tamaño de la hazaña. Aquella noche en cancha de Boca Juniors fue la primera vez que Pedro Gallese dejó su arco invicto en un partido de las Eliminatorias rumbo al Mundial Rusia 2018. Los disparos de Benedetto, el ‘Papu’ Gómez y Biglia solo decoran una actuación de 10 puntos.
Lo que vendría luego sería más gigante. Colombia y Nueva Zelanda fueron los dos últimos peldaños de la selección peruana. Gallese no volvió a tener una actuación tan maravillosa como la demostrada ante Argentina. Ya no era falta. Perú regresó a una Copa del Mundo y Gallese clasificó su talla mundial la noche que con sus manos tapó La Boca y La Bombonera.