Cuando Karen Álvarez empezó en el mundo de la coctelería, un profesor le dijo que aquel no era terreno para chicas. Era la única mujer de su promoción de un instituto en su natal Trujillo y su especialidad era el curso de Bar. Karen terminó la carrera y puso su propio negocio de barras móviles para eventos (el primero que hubo en Trujillo), mientras iba trabajando en algunas barras de su ciudad. Más adelante fue abriéndose campo hacia la asesoría de negocios y el diseño de conceptos de bares para restaurantes, tanto en La Libertad como en Lima. Ella misma se encargaba desde la carta hasta el plan de marketing, pero las cosas nunca fueron fáciles en un nicho dominado principalmente por hombres. “La constancia es la única manera para lograr lo que nos proponemos. Prejuicios siempre va a haber”, afirma ella.
Con 30 años y convertida en Brand Ambassador de la marca Flor de Caña para el Perú, Karen tiene claro cuál es el camino que busca seguir: una coctelería basada en la sostenibilidad. Conversamos con ella para aterrizar el concepto.
¿De qué forma se combinan sostenibilidad y coctelería? Por algún motivo hay quienes pueden pensar que es aburrido, o contradictorio incluso.
Un destilado sostenible es el que en su proceso de producción ejecuta medidas de cuidado ambiental, como tener programas de reducción de CO2 o el uso de energías 100% renovables. Además impulsa con sus iniciativas una mejor calidad de vida de la comunidad en la que se produce. Por ejemplo: teniendo programas de salud y educación gratuita para los trabajadores y sus familias.
¿Qué otros factores debemos tener en cuenta para que un coctel sea sostenible?
Los insumos a usar deberían ser orgánicos y tener alguna clase de certificación: esto significa menos desperdicio y también tiene que ver con el uso de productos que benefician al agricultor de manera directa (certificación Fair Trade). Por ejemplo, podemos comprar en las ferias de agricultores o investigar sobre iniciativas de ONGs que cuiden el medio ambiente o beneficien a alguna comunidad.
El ron es el destilado más consumido en el Perú: ¿qué errores cometemos al servirlo o combinarlo?
El principal error es invertir en un buen ron y cubrir su sabor con algún mixer que no nos permita disfrutarlo. Los elementos que se deben usar a la hora de mezclar el ron deberán resaltarlo, o trabajar en armonía con sus principales características organolépticas. Nunca cubrirlas. Por ejemplo, en un ron con soda es mejor reemplazar la soda negra por ginger ale, lo cual nos ayudará a saborear el destilado sin sacrificar demasiado las características del producto principal.
¿Sientes que continúa el prejuicio con las mujeres en el rubro de la coctelería? ¿Cuáles son los comentarios más extraños que has recibido desde que te dedicas a esto?
Ya casi no siento esa brecha que antes se veía más marcada, y eso es un logro en equipo. Cada vez somos más las chicas que con trabajo arduo y la perspectiva correcta logramos cosas que hacen que esa línea desaparezca. No me han hecho ningún comentario extraño, pero muchas veces cuando estoy esperando a dar una capacitación, si alguien no me conoce piensan que soy la asistente o la impulsadora de la marca. Cuando me conocen la gente se sorprende al saber que quien dará la capacitación soy yo.
Más sobre Karen, aquí: @karenaseijas