Se puede decir que André Lotterer (Duisburgo, 1981) es un viejo lobo del automovilismo deportivo. Desde niño tuvo una fascinación por los ‘fierros’ y motores: con apenas ocho años se inició en pruebas de karting y no paró hasta llegar a competir, en un principio, en la Fórmula 3. El 2002 dio el salto a la Fórmula 1, siendo piloto de pruebas, pero no fue hasta el 2014 que debutó de manera oficial en la máxima competición del automovilismo internacional, en el Gran Premio de Bélgica. Lotterer, además, ganó tres veces las 24 horas de Le Mans, conocida por ser la carrera de resistencia más prestigiosa del mundo, en los años 2011, 2012 y 2014.
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Desde el 2017, el piloto alemán compite en el Campeonato Mundial de Fórmula E de ABB FIA. Tras el brote de la pandemia por el coronavirus, la temporada se reanudó la semana pasada en una pista diseñada en el Aeropuerto de Tempelhof, en Berlín, como única locación para las carreras. “Volver a competir ha sido verdaderamente un reto. Correr en la Fórmula E es lo más difícil que he hecho hasta ahora”, cuenta Lotterer vía telefónica, quien pertenece al equipo TAG Heuer Porsche.
La Fórmula E es una competición automovilística relativamente nueva. Organizada por la Federación Internacional del Automóvil, la temporada inaugural se desarrolló en el 2014-2015 y se creó con la intención de servir como laboratorio de investigación y producción de vehículos eléctricos, los cuales evitan el uso de energías no renovables. “La industria automotriz está cambiando más que nunca. Esta categoría es sobre la movilidad del futuro y trata de acercarla la gente”, anota Andre Lotterer.
Además de su esencia ambientalista, la Fórmula E plantea un formato más ágil, con la intención de atraer a las generaciones más jóvenes. Gracias a la potencia de los motores de los vehículos se pueden disputar carreras de 45 minutos, sin que los pilotos tengan que pasar por los pits (el lugar donde los corredores llevan el monoplaza durante la competencia para cambiar los neumáticos, o hacer reparaciones mecánicas). Para la temporada 9 (2022-2023) los automovilistas manejarán los autos GEN3 (o tercera generación), un evolucionado modelo más rápido y eficiente a nivel energético y que serán alimentados por una recarga rápida, cuya tecnología será suministrada por la multinacional ABB.
LUGAR DE PROCEDENCIA
André Lotterer tiene un vínculo especial con el Perú. Su madre, Rosi, es de origen belga; su padre, Henri, es de origen peruano y vivió aquí hasta los dieciocho años. Ha tenido la oportunidad de visitar el país de niño y adolescente. La última vez fue en el 2018, tras disputar una fecha de Fórmula E en Santiago de Chile, donde quedó segundo. Aquella vez paseó por las calles de Lima, visitó a su familia paterna y disfrutó de la gastronomía peruana. “Cada vez que voy visito a mis primos y tías. Ellos viven en Barranco y la paso muy bien. Me siento muy orgulloso de mis raíces”, cuenta André. De hecho, en el 2016, llevó un caso con motivos peruanos en las 24 Horas de Le Mans, donde se apreciaban letras en rojo y blanco, con la tipografía de carteles de música chicha.
Bajo esta coyuntura, Andre Lotterer prefiere no hacer planes a largo plazo. Sabe, eso sí, que tiene que llevar una preparación constante para seguir en la alta competencia, con el único propósito de ser siempre el primero. Y así estar en lo más alto del podio. //
EL DATO: El torneo de Fórmula E tiene el respaldo de ABB, empresa especialista en tecnología industrial, y el fabricante de automóviles Porsche. Ambos se han aliado para promover la movilidad eléctrica a nivel mundial.