La infertilidad es un problema serio que afecta a dos de cada diez parejas en el Perú. Se define como la incapacidad que tiene una persona para lograr o finalizar un embarazo de manera satisfactoria.
Estos casos se han incrementado considerablemente en los últimos años debido a que más mujeres deciden ser mamás a edades cada vez más avanzadas, cuando la posibilidad de lograr una gestación de forma natural es más difícil.
Gracias a la medicina reproductiva moderna, miles de mujeres con problemas de infertilidad tienen a su alcance diversos tratamientos para lograr cumplir el ansiado sueño de la maternidad.
A pocos días de conmemorarse el Día de la Madre, el Dr. Javier Ascenzo Aparicio, ginecólogo y experto en fertilidad de la Clínica Miraflores, y past president de la Sociedad Peruana de Fertilidad, nos habla de los principales tratamientos de reproducción asistida que ya se realizan en nuestro país.
1. Fecundación in Vitro (FIV). Es un tratamiento de fertilidad asistida de alta complejidad. Con el uso de equipos de alta generación y un laboratorio especializado, se logra unir el óvulo de la madre con el espermatozoide del padre para lograr la fecundación. “Luego de ello, el embrión resultante es implantado dentro del útero de la futura mamá para conseguir el embarazo”, sostiene el doctor Javier Ascenzo. Este tratamiento es efectivo para tratar muchas causas diferentes de infertilidad. Los candidatos perfectos son aquellas parejas que no han podido concebir de manera natural en al menos un año, así como mujeres que no han tenido éxito con otros tratamientos, incluida la inseminación artificial. La FIV también ofrece esperanzas en casos graves de endometriosis, Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP) o infertilidad masculina (recuento bajo de espermatozoides o problemas en su calidad).
2. Inseminación. Está técnica de baja complejidad consiste en la introducción de una muestra espermática optimizada dentro del útero, por medio de una cánula. La inseminación se lleva a cabo durante los días de ovulación. Con este procedimiento aumentan las probabilidades de embarazo respecto a una relación sexual, ya que la muestra de semen es elegida previamente en el laboratorio y además se estimula el ovario para controlar el crecimiento y maduración de los óvulos. Al depositar la muestra directamente en el útero, se reduce la distancia que los espermatozoides deben recorrer hasta el óvulo para lograr la fecundación y el embarazo.
3. Criopreservación de óvulos. Con esta moderna técnica las mujeres pueden guardar sus óvulos y convertirse en mamás en el momento que lo deseen. Para ello, los ovocitos se conservan en tanques de nitrógeno líquido a -196 grados centígrados bajo cero, donde ingresan a un estado de vida inanimada. Allí, los óvulos se pueden guardar decenas de años. La técnica lo que hace es retirar el agua intracelular del óvulo, para evitar que con el congelamiento se formen cristales y se dañen las paredes y estructura del ovocito. A la hora de desvitrificar, se le aplica una solución especial para que el óvulo recupere el agua intracelular. Tras ello, este sigue sano y listo para ser fecundado. El rango de edad idea para beneficiarse de esta técnica está entre los 20 y 35 años. Sin embargo, también es posible preservar ovocitos luego de ese rango. Todo depende de la evaluación que haga el especialista.
4. TOMI. Antes, cuando a una mujer no se le podía realizar un trasplante embrionario a nivel del cuello uterino y su pareja tenía graves problemas de infertilidad, lograr un embarazo era imposible. Eso cambió gracia al TOMI, siglas de Transferencia de Ovocitos Microinyectados, una técnica de fertilidad asistida creada en el Perú por los hermanos Ascenzo Aparicio en la Clínica Miraflores. A través de esta técnica, se toman los ovocitos microinyectados a través del PICSI (una técnica que permite escoger los gametos masculinos de mejor calidad e integridad en su material genético) y se transfieren, a través de cirugía laparoscópica, a las Trompas de Falopio, considerado el sitio natural de fecundación. Ese lugar es la mejor incubadora para el embrión, pues tiene calor, oxígeno natural y no necesita medios de cultivo. Hasta el momento, ya hay una casuística de más de 600 ciclos reproductivos con este método 100% peruano, y ya se practica en países como Chile, Colombia, Venezuela y Argentina.
5. Diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP) con Láser. Esta técnica permite a los médicos analizar la composición genética de los embriones (con sus 23 pares de cromosomas), a fin de detectar alguna anomalía antes de su transferencia con una Fecundación in Vitro. Gracias al uso del láser, se ha multiplicado la seguridad y efectividad de esta técnica. Años atrás, los embriones eran “biopsados” mecánicamente. Luego, se les extraía una o dos células para analizarlas en el laboratorio. “El problema con esta técnica es que era muy invasiva. Se debían realizar biopsias a varios embriones y tenía una tasa de error del 10%”, afirma Javier Ascenzo. Con esta nueva técnica, el examen se realiza en embriones de cinco días (Blastocisto), que tienen de 100 a 200 células. Usando un láser de potencia fija, se extraen apenas tres células al embrión sin ocasionarle daño, ya que no hay contacto directo con ninguna sustancia. El DGP con Láser es actualmente el método efectivo y seguro para detectar anomalías embrionarias. La tasa de riesgo es de apenas 1%. Con ello, las posibilidades de lograr un embarazo son bastante altas.