En TikTok hay contenido para todos los gustos: retos de baile, sátiras sobre la nueva normalidad, consejos para sobrellevar el confinamiento y escenas entrañables que pueden alegrar su día. En esta última categoría están las publicaciones del Osito Lima (@lima), un tiktoker peruano al que siguen más de tres millones de usuarios. Su propuesta: videos de menos de 60 segundos en los que se le ve ayudando y dando ánimos a trabajadores de la calle.
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“Muchas personas que he podido conocer en estas últimas semanas me comentan que la gente no les hace caso. Inclusive llega a haber indiferencia, lo cual me pone bastante triste”, expresa el muchacho al otro lado de la línea, quien prefiere mantener su identidad en reserva. Lo que sí podemos contarle es que es un limeño que nació en la década de los 90. Es casado y tiene una hija de 10 meses llamada Victoria. Decidió subir estos videos de ayuda a redes sociales (Facebook y Twitter incluidos) a inicios de este año para sensibilizar a los usuarios y se sumen así a la cadena solidaria. Estas acciones, sin embargo, se remontan décadas atrás y gracias a dos pasajes específicos de su vida.
Sus padres, cuenta la figura de redes sociales, nacieron en la extrema pobreza. Durante la época universitaria de su madre, ella trabajaba y estudiaba, pero tenía el presupuesto bastante ajustado. Una noche, ya de regreso su vivienda en el Rímac, una señora le hace señas de que tiene hambre. Pese a tener las monedas contadas, le dio todo lo que tenía. “Eso cambió mi vida por completo. Qué fuerte cómo en ese momento, mi mamá dio todo. Si hay una persona en la calle y está necesitada, para mí no es un desconocido. Si es una ancianita, veo a mi mamita. Si es un ancianito, veo a mi papito. Si veo a un chico bastante joven haciendo malabares, veo a mi hermano. Si veo a una señorita, veo a mi hermana. Eso es muy importante: no ver a las personas como ajenos a los nuestros. Ayudar lo veo como una responsabilidad”. Desde entonces, se dedica a la ayuda social.
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Años después, en agosto del 2007, con el terremoto en Pisco, el joven se unió a un grupo de colecta para apoyar a los damnificados. “Recuerdo haber estado en Gamarra. Eran altas horas de la noche y no muchos querían colaborar. Me acerqué a un grupo de personas, entre ellas estaba una ancianita que se acercó a mí y preguntó si [la colecta] era para las personas de Pisco. Sacó su monedero y puso todo lo que tenía en el ánfora. En la otra mano tenía una bolsa de pan. Cuando le agradecí por su bonito acto, me preguntó ‘¿quieres un pancito?’. Me quebró. Nunca me olvido de la señora Elvira. (…) Si es que Elvira o mi mamá hacen ese tipo de actos, cómo no hacerlo yo, si está en mis posibilidades”.
OSITO LIMA
En febrero pasado creó el proyecto bajo el nombre de Osito Lima. La primera palabra se debe a que el mamífero omnívoro es su animal favorito. La segunda, porque las acciones ocurren en la capital. Su primera publicación fue un video donde entrega agua al personal de limpieza, que trabajaba bajo un incandescente sol. Al final del registro se le escucha decir una potente frase: “Gracias por lo que haces”. Lo que no esperó fue, además de la buena recepción, que más personas imitaran el gesto.
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“Ya en la cuarentena, cuando iba de compras, hacía algunos actos y los filmaba para comunicar esta profunda admiración que siento hacia aquellos que arriesgan su vida en esta situación. Hice un video entregando un pollo a la brasa a dos policías. La recepción [en redes sociales] fue bastante similar a la del agua”, agrega. Una vez anunciada la cuarentena focalizada, Osito Lima empezó a recorrer las calles de la capital -eso sí- con mascarilla y respetando la distancia social. No tiene un horario ni locación fija. “Bastante de mi día es estar con mi esposa e hija. Me encanta como [Victoria] va diciendo sus primeras palabras. Hoy dijo algo que me pareció espectacular: Ababu. De un momento a otro. Tengo la dicha de estar vivo un día más y poder disfrutar de la sonrisa de mi hija”.
En sus más recientes videos, se le ve entregando colaboraciones a diferentes ambulantes. Capital que, aclara, sale del fondo de su emprendimiento (que también mantiene en reserva). Hace hincapié en que no está recibiendo dinero. Descarta tajante anhelar un cargo público. “No tengo intenciones de hacer política. Estoy absolutamente en contra del racismo, de la homofobia, del bullying. Estoy a favor de que sean uno mismo. Que cada persona pueda abrir sus alas y volar sin miedo al qué dirán”.
Asegura que los videos continuarán y espera que más personas se sumen al cambio. “Hubo momentos en los cuales un ‘te quiero’, ‘creo en ti’, ‘te admiro’, ha sido absolutamente vital. Ha cambiado mi rumbo. Hay tantas personas que la están pasando absolutamente mal. Un ‘cómo estás’ puede hacer una diferencia enorme”. //