Ray Liotta: la historia del mafioso que inspiró su protagónico en “Buenos Muchachos”

A inicios de los noventa, Martin Scorsese entregó una de las películas más influyentes en la historia del cine: “Goodfellas” (traducida al español como “Buenos Muchachos”). Un reparto de lujo conformado por Ray Liotta, Robert De Niro, Joe Pesci, Lorraine Bracco y Paul Sorvino nos introducen al mundo de la mafia neoyorkina de las décadas del sesenta y setenta, donde, como no podría ser de otra forma, la violencia y traiciones están a la orden del día.

La historia gira en torno a Henry Hill, hijo de padre irlandés y madre siciliana, quien vive en una zona de Brooklyn donde la mayoría de los vecinos son inmigrantes. Paul Cicero, el patriarca de la familia Pauline, es el protector del barrio. A los trece años, Henry decide abandonar la escuela y entra a formar parte de la organización criminal como el muchacho que hacía los mandados, pero pronto se ganaría la confianza de sus jefes, lo que le permite ascender y adquirir mayores responsabilidades dentro de la mafia.

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En la cinta de Scorsese, Henry Hill fue interpretado por el actor estadounidense Ray Liotta. En la vida real, el propio Hill colaboró con Nicholas Pilleggi, guionista y productor, en la escritura del guion de la película. Por el entorno en el que nació y creció siempre supo que iba a ser mafioso, pero no imaginó que su vida sería fuente de inspiración de libros y películas. “Es surrealista, totalmente surrealista estar aquí todavía. Nunca pensé que pudiera llegar a alcanzar esta edad. Estoy enormemente agradecido de estar vivo”, dijo Hill en una de sus últimas entrevistas.

HIJO DE LA MAFIA

De acuerdo con Henry Hill, la personalidad de Tommy Desimone (interpretado por un magistral Joe Pesci) era absolutamente idéntica de peligrosa y explosiva como la vemos en la película. Es tan fiel la interpretación de Joe Pesci que alguna vez dijo: “era como ver un clon de Tommy. Lo único diferente es que Tommy era físicamente más grande e imponente”.

Las víctimas de sus atracos más sonados fueron dos aerolíneas europeas. A Air France le arrebató cerca de US$ 420 mil en abril de 1967, emborrachando al custodio del dinero y distrayéndolo con una prostituta. Luego, en 1978, Hill y varios de sus colaboradores lograron sustraer US$ 5 millones de la terminal de carga de Lufthansa del aeropuerto JFK de Nueva York.

Su rápido ascenso en el mundo de la mafia le permitió darse varios lujos: a menudo cenaba en las mejores mesas del club Copacabana y se dejaba ver con cantantes y estrellas de Broadway. También asistía con regularidad a los clubes nocturnos de Manhattan. “El FBI calculaba que habían pasado por mis manos unos 200 millones de dólares. Pero los fundí todos en mujeres, drogas y caballos lentos”.

Tras varias disputas internas en la organización, y consumido por el abuso de drogas, Hill se convirtió en un gánster arrepentido y pasó varios años como testigo protegido del FBI junto con su esposa, Karen, y sus dos hijos. Su testimonio derivó en numerosos arrestos de miembros de la familia Lucchese. Llegó a vivir en Nebraska, Kentucky, Seattle y California, mientras que la mafia pedía su cabeza por un millón de dólares. En 1990 perdió la protección del Gobierno luego de estar involucrado nuevamente en asuntos de drogas.

Tras salir de prisión, el exmafioso acudía con regularidad al programa televisivo de entrevistas de Howard Stern. Hill funfó un restaurante y creó una marca de espaguetis, con el objetivo de rehacer su vida y volver a la legalidad. Finalmente, falleció en junio del 2012 en Los Ángeles, por causas naturales debido a una larga enfermedad, según recogió la web TMZ.

“Si bien interpreté a Henry Hill en la cinta ‘Buenos muchachos’, sólo lo vi un par de veces por poco tiempo y no puedo decir que lo haya conocido, pero sé que vivió una vida complicada”, dijo el actor Ray Liotta en un comunicado de prensa, tras enterarse de lo sucedido. “Envío mis condolencias a su familia y que sus restos descansen en paz”, añadió sobre el hombre que, sin duda alguna, tuvo una vida de película. //