Tacos, tequila, mezcal y mucha honda: así es la propuesta de 52 MX que enrique el menú de la Residencial San Felipe

En la cuenta de Instagram de 52 MX hay un link que con duce al usuario a información que resulta clave antes de la visita: nos dice cómo llegar, cómo hacer una reserva, qué se ofrece en la carta y —algo que se hace muy nece sario— a qué suena el playlist de Spo tify que pone el ritmo en el local. La música es tan parte de la experiencia como lo son mezcales, sales de gusa nos, tortillas y otros detalles. Allí, los grandes éxitos de Los Ángeles Azu les, Christian Nodal, Grupo Frontera, Natalia Lafourcade y Molotov (entre varios otros) nos van dando una idea de lo que podemos encontrarnos al llegar. Un lugar de comida mexicana muy ‘cool’, como se definen ellos mis mos. Donde lo tradicional se mezcla con lo urbano, lo callejero, lo moder no. Ahí los sabores más conocidos de dicha gastronomía se mantienen casi intactos con pinceladas de toques lo cales, y el ambiente nos invita a que darnos a brindar, compartir y brindar una vez más.

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El proyecto es creación del empresa rio gastronómico Stefano Raffo (gestor de las marcas Poke 51, Victors Dou y Pizza Dou), quien desarrolló el concep to junto con Cristian Ruiz, chef de ori gen mexicano establecido en el Perú. Se conocieron hace un par de años para una consultoría, y al poco tiempo decidieron emprender un viaje a Mé xico que terminó por consolidar la fu tura propuesta. Sin saber bien adónde los llevaría este proyecto, empezaron a trabajar juntos, explorando la idea de abrir un restaurante en Lima. Con el tiempo se unió también el chef Aki ra Shimabukuro, y ahí se terminó de cerrar el equipo.

Hoy Akira maneja la operación, Cristian se encarga de la co cina y Stefano maneja el ‘branding’. Su objetivo es uno: tener el mejor restau rante mexicano del mundo, con ingre dientes peruanos. Ambicioso, quizá, pero Lima es buen lugar para empezar a probar la fórmula. Si bien estamos en el Perú, 52 MX es el código telefónico de México (de ahí el nombre de dicho espacio). Su idea es expandirlo fuera de nuestras fronteras, y este es el primer paso de un plan mucho mayor.

La carta de comida tiene una cara, suficiente para mostrar todo el menú. Preparaciones clásicas —siempre con un twist— como tacos en cuatro va riedades (incluyendo uno de pescado al estilo californiano), quesadillas, guacamole con totopos elaborados en casa a base de maíz andino, o chicha rrón de queso crocante se encuentran con sabores más inclinados a la fusión como un pato Manila con sabor achi fado, dumplings de birria con asado de tira, gyozas fritas con pato confi tado y mole poblano o tostadas del mar con cebiche (una mezcla entre el mexicano y el peruano) o atún ma rinado con salsa nikkei. Los cócteles son pura frescura, desde la paloma o el negroni al estilo mexicano (con mezcal) hasta un delicioso piña men tada —versión de la casa de la piña colada—, o perro negro, a base de whisky, tamarindo y toronja. Aquí se viene a pasarla bien. //