Todavía recuerdo la foto que utilizamos en esta misma página, siete años atrás, para acompañar el artículo que presentaba la carta de Pan Sal Aire. Era un impresionante BLT (tocino, lechuga y tomate, por las siglas en inglés) con el tocino perfectamente tostado, un pan que de solo verlo se hacía irresistible, y la cantidad perfecta de salsas, vegetales y miga. Tan generoso que venía partido en dos trozos, uno encima del otro, con un cuchillo clavado en medio para sostener ambas piezas.
MIRA TAMBIÉN: En este espacio la experiencia empieza con el primer café de la mañana, y dura hasta el último cóctel de la noche. Visitamos el nuevo local de Intro, un concepto pensado para cubrir todos los antojos del día.
En ese entonces el espacio barranquino acababa de abrir sus puertas y el éxito fue casi inmediato. Puedo decir sin miedo a equivocarme, tanto por mi experiencia como la de decenas de amigos que son clientes regulares, que la calidad ha sido una constante en esta mesa desde aquel momento. Si alguna vez han visto una cola de gente a la altura de la cuadra 3 de la avenida Grau, en Barranco, es porque están esperando turno para entrar a Pan Sal Aire.
No siempre es así, claro. Todo depende del día y la hora. Para fortuna de nosotros, este local funciona como un ‘all day’, concepto que se está volviendo cada vez más popular en el sector, aunque viene con algunos retos. ¿Cómo hacer que la propuesta sea atractiva a toda hora, para todo tipo de comensal? La respuesta, como ya debemos saber, está en los detalles. Asegurarse que cada sabor, ingrediente o masa esté hecha como corresponde. Al mismo tiempo, también es importante ofrecer una experiencia única, diferente, que pueda marcar un estilo propio. Jerónimo de Aliaga se ha asegurado de cumplir con ambas reglas, y el nuevo menú de este local es un reflejo de todo esto.
Desde los queques de arándanos y plátano que nos invitan a gritos a probarlos apenas los vemos en la vitrina, pasando por las kombuchas caseras de uva, fresas, cítricos y kion que refrescan el paladar, hasta llegar a unos papardelle también caseros (todas las pastas aquí son así, en realidad) con ragú de osobuco, o unos agnolotti de zapallo con pecanas y queso de cabra: honestamente, no logro encontrar algo que no se me antoje en esta carta.
Los postres son un asunto aparte. Jerónimo acaba de introducir algunas novedades, como un tiramisú y una tarta de chocolate que merecen disfrutarse lentamente y en silencio. Así de buenos son. Imposible venir por aquí y privarse de tal deleite. //
Para comer y para llevar
Una de las grandes ventajas de Pan Sal Aire es que su línea de panes está disponible para la compra, en el mismo local. Como novedad, han abierto la puerta de Grau (antes la entrada era únicamente por el pasaje Ríos) y ahí mismo se ha habilitado la zona de ‘deli’, con todo disponible para llevar fresco. Más adelante tendrán sánguches con los croissants que acaban de lanzar.
Toman vuelo
De momento, el de Barranco es el único local de la marca. Pero no será el único. En diciembre de este año, con la apertura del nuevo aeropuerto, Pan Sal Aire estrenará su segundo local con una carta donde pizzas y sánguches tendrán protagonismo. Además, no descartan la idea de instalar un local en Miraflores o San Isidro.