El velo largo cubriendo el rostro como señal de pureza y los vestidos blancos impolutos con corte princesa van quedando en los libros de historia. Las nuevas novias son cada vez más arriesgadas a la hora de elegir el estilismo que lucirán en su gran día, incorporando detalles cada vez más personales y estilosos.
Aunque en principio se trata de una cuestión generacional —la sociedad se transforma con el tiempo y así algunas tradiciones van desapareciendo— expertos apuntan a que la pandemia también tuvo que ver con este fenómeno. El quiebre, según explica “Vogue España”, se daría luego de que miles de bodas se pospusieran o vieran reducidas por la crisis sanitaria mundial, llevando a las parejas a dejar lo pomposo y elegante por citas más íntimas y con ‘outfits’ más relajados y auténticos. Además, prevalece ese sentido de sumarle más pertenencia al evento, con una marca personal que sea inolvidable en el tiempo sobre todo en los looks de las novias.
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“Actualmente las novias buscan ser más protagonistas con elementos irrepetibles, auténticos. Una boda es algo único y por eso ahora las novias buscan transmitir más lo que son, sentirse identificadas sin dejar de estar cómodas”, profundiza sobre la tendencia Ricardo Parra, de Organízate Wedding Planner.
GUIÑOS DE COLOR
Si de tradiciones se trata, el que está asegurado para sobrevivir en el tiempo es el vestido blanco. Por ello, las novias ‘millennial’ apuestan por añadir color en los accesorios: zapatos, aretes, tocados, ‘bouquets’, e, incluso, prendas de abrigo. En este tema es experta la diseñadora argentina Angie Schlegel, que en los últimos años viene conquistando con casacas denim bordadas a mano para complementar los looks nupciales de las novias locales. Su más reciente invención —'sold out’, aunque es posible adquirirla a pedido— es un abrigo jean en color rosado, adornado minuciosamente con perlas, mostacillas y lentejuelas que forman figuras en 3D. Sin duda, una pieza que no solo suma color a la tenida de cualquier ‘bride’ sino también autenticidad.
“El concepto del matrimonio está pasando por un proceso de resignificación. Las novias ya no desean seguir los moldes estándar, sino buscar su propio estilo a través de su elección de vestido y zapatos”, explica la joven diseñadora de calzado Deyna Hamideh, creadora de la marca Eyna. En esa línea, Hamideh precisa que también son cada vez más las novias que buscan crear sus zapatos de novia desde cero, participando en el proceso desde la silueta hasta el tamaño del taco, el color y la textura. “Siempre les sugiero elegir un diseño versátil, para que así puedan usar ese par en diferentes ocasiones más allá del día de su boda. Así, también maximizan su inversión”, agrega la diseñadora de Eyna.
La personalización al máximo no solo da la hora en las bodas, sino también en las despedidas de soltera. Ahora abundan las opciones para hacer sentir aún más especial a las novias: desde batas y babuchas personalizadas, hasta packs de ‘bridal shower’ para compartir con amigas en los viajes de despedida, que pueden contener tomatodos, gorras e incluso exclusivos trajes de baños en diseños y colores personalizados. Dos empresas peruanas que se encargan de este tipo de detalles y marcan tendencia en la capital son Sin Envolturas (@sinenvolturas) y The Bride Tribe (@thebridetribeperu).
DESTELLO ÚNICO
Los tocados, pendientes y demás joyas ‘bridal’ también han evolucionado con el paso del tiempo. Para Mara Casafranca, creadora de Lilium Tocados, el uso de colores más llamativos y con detalles creativos están dando la hora. “Las posibilidades son infinitas. Las piezas pueden ser desde diademas hasta tiaras, y pueden tener elementos como flores, plumas, estrellas, perlas y cristales, de acuerdo a la personalidad y el estilo”, comenta Casafranca.
Lo anterior, es además complemento perfecto para dejar volar la imaginación y sorprender con un peinado original en el gran día. Incluso, el estilismo del tocado puede ser incorporado también con guiños en el maquillaje y demás accesorios como aretes y pulseras.
Para no abrumarse, la creativa propone empezar como un diseñador iniciaría la creación de una nueva colección: “Definir el estilo personal es el punto de partida. La mejor recomendación es crear un ‘moodboard’ con imágenes, colores, texturas y elementos que les inspiren”, concluye. El tiempo pasa y las bodas seguirán contagiando su romanticismo en el mundo de las celebraciones. Eso sí, el amor por la autenticidad (y el amor entre los novios) sumado a una pizca de color, es una fórmula que nunca pasará de moda. //
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