No hay nada más delicioso que un chocolate. La teobromina que contiene este dulce estimula nuestro sistema nervioso y nos produce placer. Así que déjate tentar por este rico antojito de vez en cuando sin remordimientos. Pero, eso sí, esto nunca se le debe dar al perro, ya que puede resultar fatal para él.
El chocolate, sobre todo los de mayor concentración de cacao -oscuros-, contiene la sustancia llamada teobromina que las mascotas metabolizan muy lentamente y su concentración en la sangre produce efectos neurológicos, tales como: rigidez muscular, espasmos y convulsiones; además de diarreas, vómitos, aceleración del ritmo cardiaco y, en casos más graves, insuficiencia cardiaca, respiratoria, estado de coma y hasta la muerte.
Ten en cuenta un dato muy importante: los efectos no son inmediatos y por lo tanto puedes creer que no le ha sucedido nada a tu mascota. La teobromina permanece en el organismo de la mascota entre 17 a 18 horas y, en algunos casos, hasta tres días. Por eso, los efectos que produce no suelen ser inmediatamente después de consumir el chocolate.
Pero no solo el chocolate puede ser el responsable de problemas de salud en tu mascota, también lo son los dulces o golosinas en general que son para consumo humano. Los perros no necesitan consumir azúcar debido a que su organismo tiene la capacidad de generar su propia glucosa a través de procesar todas las proteínas y grasas que ellos consumen en el día a día.
Al haber exceso de concentración de azúcar en la mascota, esto hace que nuestra mascota no pueda procesarla y la lleve a desencadenar problemas en el hígado y páncreas y a largo plazo enfermedades como la obesidad, diabetes y glaucoma, entre otras.