La crisis en el rubro culinario a raíz de la del salpica a todos los miembros de la cadena: desde los productores y campesinos, hasta los grandes emporios gastronómicos. Todos sufren sus consecuencias; y todos están intentando encontrar nuevos caminos para salir adelante. En el medio, los pequeños emprendimientos gastronómicos -que muchas veces subsisten con el ingreso diario- están empezando a desaparecer. Uno a uno, los sueños de miles de talentos de la cocina se ven truncados.

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Hace unos días, en redes sociales alertó del inminente cierre de , un pequeño espacio comandado por la tailandesa Joice Thienthong, quien llegó al Perú por amor a un peruano, y se quedó aquí por el amor que comenzó a recibir de los comensales que visitaban su mesa. Todos quedaban deslumbrados con las maravillas que ahí podían encontrarse, y todos volvían por más. El 2020, tras casi 4 años de servicio, las cosas cambiaron. La pandemia representó un golpe durísimo para Bangkok. Después de resistir lo máximo posible, sus dueños se vieron obligados a tomar una decisión drástica: cerrar el local y volver a Tailandia.

Alertados del tema, cocineros y periodistas empezaron una cruzada solidaria para apoyarlos. La idea, tal y como propuso en un sentido comunicado en Facebook, era colaborar con los pedidos de delivery para que Bangkok pudiese mantenerse a flote. La gente respondió con entusiasmo, y de momento las cosas parecen ir cada vez mejor. Pero aún no es suficiente. ¿Qué se puede comer en dicho espacio? ¿Cómo empezó esta historia? En Somos probamos por primera vez los sabores de la mesa de Joice en julio de 2017, y aquí está el registro de aquella visita.

A continuación, todo lo que debe saber sobre Bangkok Thai Restaurant.

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Si uno se fija bien, notará que cada rinconcito del comedor de Bangkok está adornado con alguna pieza relacionada a elefantes. En figuras, tapices o fotos. Grandes, pequeños; sencillos, extravagantes. Todos representan prosperidad y suerte.

Las cosas le han ido bien a Joice Thienthong, aunque ni ella misma habría imaginado la hoja de ruta que seguiría su destino. Thienthong dejó su natal Tailandia varios años atrás para trabajar en una línea de cruceros. Allí conoció a quien sería su esposo: un peruano. Una vez instalados en la tierra del boom culinario latinoamericano, la idea de abrir un restaurante de comida tradicional de su país de origen no solo le parecía apropiada: también era refrescante para el panorama local. El siguiente paso fue hallar un cocinero entrenado. Joice lo encontró en su amigo Sanan Kaewkhiew, entonces dedicado a un establecimiento de comida japonesa. En mayo del año pasado (2016), el sueño de Bangkok se volvía realidad con un espacio en pleno corazón de Lince.

La dupla Kaewkhiew-Thienthong bien puede ser responsable de haber creado la mejor propuesta de comida tailandesa en Lima. Sea usted el juez.

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Oriente cercano

La consigna en Bangkok es una sola: servir una cocina genuina, casera y representativa. Algunos productos son importados; otros los encuentran en Capón; el resto, en el mercado del barrio.

La temporada invita a buscar calor. Nada mejor que una potente sopa picante de costillas de chancho (tom sab, S/ 30) o los currys, suaves y aromáticos. Arroces y tallarines ocupan un rol protagónico y eso a los peruanos no nos desagrada. Desde un arroz frito picante con pollo, cerdo, res o langostinos (kao pad picante, S/ 30) hasta unos tallarines salteados con carnes, verduras y salsa de ostión (pad si ew, S/ 30). Más que los ingredientes en sí, el juego está en la combinación de sabores. Hay alternativas vegetarianas, pero no hay café. No se puede ser perfecto.

Viaje culinario

Es característico de la gastronomía de Tailandia emplear ingredientes como la hierbaluisa, la leche de coco y el culantro. Los encontrará en muchos de los platos de Bangkok. Agridulces y picantes son sabores fundamentales en este menú.

Una buena manera de comenzar la experiencia es con los refrescos de la casa. Hay de crisantemo y de longan (fruta conocida como ‘ojo de dragón’), además de té helado con leche. Vaso a S/ 6 y jarrita a S/ 12.

La única oferta en bebidas alcohólicas del restaurante es la cerveza: una nacional y otra extranjera. No necesita más.

Más información:

Dirección: Avenida Bernardo Alcedo 460, Lince.

Pedidos y reservas: WhatsApp 975-163580.

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