El servicio de taxi informal es una práctica que, lamentablemente, subsiste en Lima y en todo el Perú, y al número de personas que lo practican se le podrían sumar próximamente quienes tengan carros empadronados pero con más de 28 años de antigüedad, ya que desde el 1 de enero de 2014 sus unidades saldrán de forma definitiva de los registros de la Gerencia de Transporte Urbano (GTU).
En total serán 567 taxis los que no podrán seguir trabajando como tales en las calles de Lima. Sin embargo, estos carros podrán seguir circulando y la única manera de evitar que sigan brindando servicios de transporte es a través de operativos, ya que el retiro del parque automotor corresponde al Ministerio de Transportes y Comunicaciones y no a las autoridades ediles.
La mayoría de los carros fabricados entre 1962 y 1985 que podrán funcionar como taxis por cuatro semanas más son independientes, lo que ocasiona un problema para la labor fiscalizadora de la GTU. ¿Qué impide que un taxi viejo recoja a pasajeros y los pueda hacer pasar como familiares o conocidos y no como clientes durante un operativo?.
Ante esta duda, fuentes de la GTU informaron a elcomercio.pe que sus intervenciones para detener a taxistas informales y colectivos, entre enero y octubre de este año, han logrado detectar a más de 30 mil vehículos a pesar de este tipo de engaños.
Si un taxi con más de 28 años logra ser detectado, el vehículo será decomisado y se impondrá una multa de S/.1.850. Para esto, contarán con 650 inspectores municipales, con el apoyo de la policía y con el apoyo de 17 distritos con quienes han firmado convenios de fiscalización.