Redacción Piura

Tras la denuncia hecha pública en la edición de El Comercio de Piura sobre la presencia de dragas en el río Calvas, en la frontera con Ecuador, el Ministerio Público inició las interdicciones en esta región debido a que parte de esas aguas contaminadas llegan hasta el reservorio de Poechos y representan un peligro para la salud humana y para el medio ambiente.

La Fiscalía de Prevención del Delito con competencia en materia ambiental, en coordinación con la Dirección Regional de Energía y Minas y la Policía Nacional del Perú, realizaron acciones de interdicción en el caserío Laguar en el sector Huachapel, distrito de Suyo, donde atraviesan las aguas del río Calvas. Aquí, hace dos meses se hallaron dragas utilizadas para la extracción de oro en la minería informal, las mismas que fueron eliminadas.

El día lunes a las 12:30 p.m. los fiscales Manuel Anicama Ibañez y Berena Ballesteros Vigil se constituyeron, con el apoyo policial y los inspectores de la Dirección Regional de Energía y Minas, al puesto de vigilancia y control fronterizo de la Policía Nacional del Perú en el caserío Laguar.

A 300 metros de la zona se confirmó la presencia de estas embarcaciones flotantes que sirven para excavar y encontrar oro debajo del nivel del agua en los ríos, en el lado peruano del río Macará, coordenadas N 9521690, E 605335, es decir, a 300 metros de latitud.

En este punto se encontraron las dragas con zarandas, flotadores y compresoras con sus respectivos tubos sumergidos en dicho río, y se procedió a la eliminación de las mismas.

Asimismo, del otro lado del río en el lado ecuatoriano, la fiscalía constató la instalación de un campamento con la presencia de tres personas, de nacionalidad desconocida, quienes serían los propietarios de las dragas. Al advertir la presencia de las autoridades y la quema de sus embarcaciones que se encontraban en el lado peruano, salieron alarmados.