GUSTAVO KANASHIRO FONKEN (@gkanashiro) Redacción online

Uno podría pensar que son tragedias por Semana Santa, por la euforia de las masas que desean aprovechar el fin de semana para salir de sus ciudades y aprovechar el feriado largo. Sin embargo, sería mezquino reducir así una realidad cotidiana. Y es que las muertes por accidentes de tránsito son historias de todos los días en el Perú.

Que en menos de dos días hayan coincidido cuatro accidentes de tránsito notables no hace sino recordar una situación que no debería dejar de preocupar: todavía se mantiene la estadística de 10 muertes diarias en las pistas, de las cuales 5 ocurren en Lima.

“El 96% de los accidentes son por responsabilidad del hombre y apenas el 4% es por fallas mecánicas. La causa principal de los accidentes de tránsito es el exceso de velocidad, segunda es la imprudencia de los choferes y tercer lugar la ingesta de bebidas alcohólicas”, dijo Luis Quispe Candia, director de la ONG Luz Ámbar, para elcomercio.pe.

Hasta el momento, no se puede decir que el alcohol haya afectado a los choferes involucrados en los accidentes que han ocurrido en Arequipa, Ica y Trujillo. Se presume que la velocidad fue el factor letal y algo que debería poder combatirse desde las escuelas de manejo.

“No se respetan los límites de velocidad. Ningún conductor, ni en ciudades ni en carreteras, y en estas últimas es mucho más peligroso. Los vehículos de transporte público de personas pueden ir a 90 kilómetros como máximo y eso no se toma en cuenta”, detalla Quispe Candia, quien considera que el principal elemento que falta tras el volante son conductores calificados.

DESDE EL ESTADO Sin embargo, la irresponsabilidad no es exclusiva. “Ha habido una ligereza de parte del Ministerio de Transporte de la gestión anterior. Hay una proliferación de escuelas de conductores, alrededor de 150 en todo el país y no cumplen con capacitar como es debido a sus alumnos”, comentó el director de Luz Ámbar.

Al respecto, Sutran y otras instituciones hacen lo posible por fiscalizar esta situación, pero su labor no se da abasto. Otras autoridades que deben enfocarse en el tema son: el Ministerio de Transportes y Comunicaciones a nivel nacional, los gobiernos regionales, provinciales y por último distritales, en lo que respecta a vehículos menores.

“Desde hace tres años, la intervención de Sutrán ha implementado el control de velocidad en los buses para que no excedan lo permitido, pero este control por GPS solo se hace en unidades que salen de Lima”, explicó Quispe Candia.

Sin una toma de conciencia de parte de los choferes, un replanteamiento de las normas para adquirir permisos para conducir y un mejor proceso de fiscalización, la muerte en las pistas seguirá siendo un lugar común.