En la comisaría de Santiago, Ica, permanece detenido el desalmado Nelson Ceras García (22), quien ayer se entregó a los agentes del orden antes de que estos lo capturen por haber asesinado a su hija de apenas un año.
La pequeña murió en su domicilio del sector Ranchería tras la salvaje embestida de Ceras, quien la atacó con puñetes y patadas desesperado por no conseguir calmar su llanto.
El crimen fue encubierto en un primer momento por la esposa del homicida y madre de la niña, Cinthia Caro Rojas (20). Ante el personal policial de la citada delegación, la mujer refirió que recogía ropa del cordel con su bebe en brazos cuando tropezó y cayó. Dijo además que en el centro médico de su distrito, los médicos certificaron el deceso de la menor debido al fuerte golpe sufrido.
Sin embargo, la necropsia de ley practicada arrojó que la bebe falleció por traumatismos, hemorragias y lesiones. En un interrogatorio ampliado, Cinthia Caro terminó por confesar que se bañaba con su cónyuge cuando su hija comenzó a llorar y tiró cosas de una mesa.
Aseguró que esto provocó que Nelson Ceras saliera furioso de la ducha y con ciega brutalidad perpetre el espantoso asesinato.