Essalud tiene un déficit de 2 mil camas para atenciones en Lima y Callao

EL COMERCIO

En los 16 hospitales y policlínicos que Essalud tiene en Lima y el Callao ya no hay más camas para atender a los cerca de 4’744.171 asegurados de ambas provincias. Para cubrir la alta demanda de pacientes se necesitan, al menos, unas 2.000 camas más.

Así lo aseguró la presidenta ejecutiva de Essalud, Virginia Baffigo, quien señaló que esta crisis ha puesto al Perú entre uno de los países con menor número de camas hospitalarias por habitantes en toda la región.

La titular del seguro social precisó que solo en la zona sur de la capital, en distritos como Villa María del Triunfo, Villa El Salvador, San Juan de Miraflores, Chorrillos, Surco y los balnearios, hay apenas 40 camas hospitalarias para cubrir la demanda de 800 mil asegurados. “Esta zona es la más crítica. Se requieren al menos unas 640 mil camas para abastecer a los pacientes, que cada vez son más. Es una situación muy compleja”, sostuvo Baffigo.

Como un paliativo al déficit, Essalud concluirá la construcción de dos nuevos hospitales a mediados del próximo año. Uno estará en el Callao y el otro, en Villa María del Triunfo. En este último se podrá recibir a 250 mil asegurados y se contará con 200 camas hospitalarias. Sin embargo, estos proyectos no serán suficientes.

PEDIRÁ RESTITUCIÓN DE DESCUENTO A GRATIFICACIONES Según Baffigo, para solucionar la situación se tendrían que edificar unos diez hospitales más con un promedio de cien camas cada uno. “La tendencia es construir hospitales con especialidades básicas y con pocas camas para que la atención pueda ser de calidad”, agregó. Para ello, se necesitan unos S/.1.600 millones de inversión.

Sin embargo, la presidenta ejecutiva de Essalud recordó que no puede solicitar el incremento del presupuesto ya que este depende exclusivamente de los aportes que hacen mensualmente los asegurados. En ese sentido, anunció que antes de junio solicitará al Congreso, a través del Ministerio de Trabajo, la restitución del aporte del 9% que se hacía de las gratificaciones de los empleados. “Esa medida se dictó en una época de crisis financiera, ahora no se justifica”, sostuvo.