PAMELA SANDOVAL DEL ÁGUILA

Que los meses pasen y el comercio en el otrora mercado mayorista de La Parada continúe es un obstáculo, un despropósito y una burla. Así lo admite Rafael Gómez, gerente general de la Empresa Municipal de Mercados (Emmsa), a cargo del Gran Mercado Mayorista de Lima, ubicado en Santa Anita.

Sin embargo, pese al tiempo transcurrido desde el intento de cerrar el local de La Victoria a la venta de verduras (2012), el funcionario advierte que ninguna acción prosperará sin la ayuda del Gobierno Central, comprometida para este mes.

“Se dijo que antes del 28 de julio no se iba a producir esta intervención, y que sí en agosto. Suponemos que con algo mucho más elaborado que lo que se hizo en octubre pasado”, dijo.

¿Emmsa ha propuesto alguna idea para recuperar el terreno de La Parada? La experiencia del 25 de octubre pasado fue muy traumática, tanto para la ciudadanía como para el Estado. No se quiere repetir una situación así que sea un desalojo violento. Hay una discusión en este momento en el Gobierno Central, en la que el presidente Ollanta Humala tiene una posición más cercana a la de la municipalidad, y el primer ministro no. [Juan Jiménez] tiene un enfoque de que si es un desalojo, este es improcedente sin una orden judicial. Nosotros afirmamos que no es un desalojo, sino el acatamiento de una orden de Defensa Civil, que dice que La Parada no puede operar por las condiciones de altísimo riesgo que tiene.

¿La operación de La Parada perjudica a la de Santa Anita? Sí, pero no porque Santa Anita se vaya a convertir en La Parada o porque nos veamos obligados a ser un híbrido y vender a las amas de casa. Esas ventas de los domingos, de 8 a.m. a 3 p.m., son para promover el mercado. Queremos que se vean las condiciones totalmente distintas en que se trabaja, con relación a La Parada.

Pero si no se interviene La Parada, ¿no sería inútil? Hay que entender que La Parada ha funcionado así por 40 años. Los limeños piensan que así son los mercados, cuando ese modelo solo subsiste en Asia. No es posible, por ejemplo con la papa, que tiene 600 mil productores, que todos quieran sacar sus productos solos. Lo actual es que hayan consorcios.

¿Santa Anita opera así? En consorcios, claro. De los 740 comerciantes de La Parada, 560 están en Santa Anita. Quienes siguen en La Parada son minoristas que usurpan los espacios. Muchos son familias enteras que, con los años, subarrendaron los puestos. Esa figura es ilegal, pero se mantuvo en el tiempo.