Pese a que la necropsia practicada al cuerpo del desaparecido empresario Carlos González Henríquez indica que este falleció por causas naturales- debido a un shock hipovolémico, los familiares aún no pueden cremar el cadáver debido a la presunción del presidente de la Junta de Fiscales de San Martín, Fermín Caro Rodríguez, quien aún no descarta un posible envenenamiento.
Por esa razón se procedió a embalsamar el cuerpo y a retirar los órganos para que estos sean analizados y realizar los exámenes toxicológicos, patológicos, físicos y químicos para determinar si fue una muerte natural: o por envenenamiento.
Según informó Radio Programas, los familiares pidieron que un juez pueda ordenar la cremación. En penalista Mario Amoreti indicó que no habría razón para una nueva necropsia, ya que una primera ya determinó las causas de muerte.
Sin embargo, agregó que si ya se retiraron los órganos para analizarlos, el cuerpo tendría que entregarse a los familiares para que lo entierren o cremen.
La necropsia señaló que una úlcera y su desangramiento produjo una pérdida en la capacidad de irrigación que causó finalmente un derrame cerebral y un infarto, informó el periodista Raúl Vargas, amigo de la familia.
El padre del conductor Rodrigo González, conocido como Peluchín, había señalado en varias entrevistas que quería que sus restos descansen en Lago Lindo, un resort ubicado en Tarapoto, en donde pasó la mayor parte de su vida como promotor de la Amazonía.