Arequipa: deportistas con discapacidad luchan para demostrar sus habilidades

YVONNE LEIVA ROCA Redacción Arequipa

El fútbol era su pasión. Corría por los rincones del colegio República Federal de Alemania en el distrito arequipeño de Hunter para anotar goles como los cracks internacionales.

Elmer Cáceres Reynoso admiraba a Pelé y a Maradona. A sus 15 años, un accidente marcó su vida. Un daño irreversible en la columna y el diagnóstico de que nunca volvería a caminar lo sumieron en la depresión y durante dos años se encerró en casa.

Sus padres, Hermelinda y Julio, lo alentaron a seguir pese a las adversidades. Hoy es un atleta destacado y jugador de baloncesto que preside la Asociación de Deportes sobre Silla de Ruedas Corazón y Pura Fibra.

Entre sus trofeos figuran medallas por su participación en la Gran Maratón de Nueva York del 2009 y los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro del 2007.

Como capitán del equipo de baloncesto de Arequipa y seleccionado nacional en la disciplina, precisa que la Ciudad Blanca logró el primer lugar en básquet en 15 oportunidades de los Juegos Fraternales Internacionales del Sur sobre Sillas de Ruedas.

Para su decimoséptima edición, que se llevará a cabo en noviembre próximo en Arequipa, el torneo tiene prevista la llegada de 150 deportistas de Chile y Bolivia; así como de las ciudades de Cusco, Puno, Moquegua, Tacna y Arequipa.

El campeonato internacional permitirá que los deportistas muestren sus destrezas en básquet, atletismo, tenis de mesa, levantamiento de pesas y ajedrez.

La asociación cuenta con 25 agremiados, quienes practican el baloncesto dos veces por semana en la cancha de la Cooperativa 58, en el distrito de José Luis Bustamante y Rivero. Allí, hombres y mujeres se entregan al partido y respetan las reglas del básquet. Los dobles no se permiten y la altura oficial de la canasta es de 3,05 metros. Los jugadores no admiten modificaciones.

Claudio Colca Mamani, de 30 años, culminó hace dos años la carrera de Relaciones Públicas en la Universidad Nacional de San Agustín (UNSA) y en la actualidad trabaja en un taller ubicado en Zamácola. Él sufrió poliomielitis a los pocos meses de nacido y nunca pudo caminar correctamente.

Apoyado en un bastón, acudía a sus clases, aunque su madre, Julia, le evitaba realizar esfuerzos.

“Ella me decía: ‘no lo hagas, te puedes lastimar’, pero yo me escapaba y acudía a la cancha a jugar básquet”, recuerda. Su perseverancia fue premiada. El año pasado fue convocado para integrar la selección nacional de básquet.

A Rebeca Peralta Salas, de 32 años, su discapacidad no le impidió estudiar ni encontrar el amor. Desde joven practica el deporte y se traslada desde la zona de Zamácola (Cerro Colorado) hasta José Luis Bustamante y Rivero.

Cuando tenía 20 años fue convocada a integrar el elenco mistiano de básquet y participar en el torneo nacional para discapacitados. “Ese año cambió mi vida. Conocí a Alejandro Castillo, quien venía desde Piura para participar en el campeonato. Desde entonces, nunca nos hemos separado”, comentó.

Hoy tienen dos hijos. Ella se dedica a las labores del hogar y su esposo dibuja retratos en la Plaza de Armas. Ya tienen su casa propia.

Para la organización del campeonato la asociación Corazón y Pura Fibra envió solicitudes a 10 instituciones. Recibieron cuatro respuestas. Para los Juegos Fraternales solo tienen confirmada la sede en el Palacio del Deporte de Bustamante. “Aún nos falta coordinar el hospedaje, la alimentación y los trofeos”, dijo Elmer Cáceres.

NADA ES IMPOSIBLE Isabelo Mamani Roque, de 57 años, encargado de la Oficina Municipal de Atención a la Persona con Discapacidad (Omaped) de la comuna provincial de Arequipa, admite que la gente subestima a quienes no pueden caminar y obvian sus capacidades intelectuales.

En Arequipa existen 150.000 personas con discapacidad, quienes se desempeñan en diversas instituciones. Muchos de ellos también son deportistas destacados. “En Arequipa existen seleccionados nacionales y eso demuestra que querer es poder”, dijo.

Agregó que lamentablemente aún existen personas que discriminan a quienes utilizan sillas de ruedas y no les ceden el asiento preferencial en las unidades de transporte público.