“Kraven el cazador” - Reseña: ¿Realmente vale la pena? Aquí te lo contamos

Sony ha estado buscando incansablemente replicar el éxito de otros universos cinematográficos con su “Universo Spider-Man”. Sin embargo, sus intentos han sido inconsistentes, y títulos como “Venom”, “Morbius” y “Madame Web” han dejado a los espectadores con la sensación de que siempre falta algo. Ahora, con “Kraven el cazador”, el estudio parece haber alcanzado un nivel aceptable, aunque lejos de ser brillante. La película logra ser curiosa y, en algunos aspectos, entretenida, pero también está cargada de fallos significativos que limitan su impacto.

En Saltar Intro de El Comercio ya hemos podido ver “Kraven the hunter” y aquí desglosamos sus puntos fuertes y débiles.

Un intento valiente de explorar los orígenes de Kraven

“Kraven el cazador” está protagonizada por Aaron Taylor-Johnson, quien interpreta a Sergei Kravinoff, un hombre moldeado por su dolor y conflictos familiares. La película intenta explorar sus orígenes y mostrar cómo se convierte en el famoso cazador que todos conocemos de los cómics. Este enfoque de origen es interesante y se construye con una narrativa que mezcla drama familiar y acción.

El director J.C. Chandor entrega una visión que, al menos, intenta profundizar en el personaje, algo que los fanáticos del cine de superhéroes han estado pidiendo desde hace tiempo. No obstante, aunque el guion se esfuerza por dar peso emocional a Sergei, el ritmo apresurado impide que el público conecte completamente con su historia.

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Acción intensa pero mal ejecutada

Uno de los puntos fuertes de la película son sus escenas de acción, que están cargadas de violencia explícita y sangre. Las peleas son crudas y están llenas de intensidad, con momentos impactantes como flechas atravesando ojos y trampas mortales al estilo de Depredador. Esto le da a “Kraven el cazador” un tono más adulto y sombrío que podría ser atractivo para algunos espectadores.

Sin embargo, el problema radica en la ejecución. La narrativa se mueve demasiado rápido, lo que genera confusión. En una escena Sergei está en Londres, y en la siguiente ya está luchando en África, sin una transición clara. Este ritmo acelerado afecta la inmersión y deja al público con más preguntas que respuestas.

Además, el uso excesivo y mal ejecutado de CGI perjudica la experiencia. En un mundo donde los efectos visuales son cada vez más impresionantes, resulta inaceptable que los dinosaurios de “Jurassic Park” (película del año 1993) se vean mejor que las criaturas de una película de 2024. Esto se hace particularmente evidente con el personaje de Rhino, cuyo diseño digital es decepcionante y distrae más de lo que impresiona.

El reparto: entre luces y sombras

El elenco de Kraven el cazador incluye a figuras reconocidas como Russell Crowe, quien interpreta al padre de Sergei. Su actuación logra transmitir el desprecio que el personaje genera, pero la narrativa no le permite brillar completamente. Crowe tiene momentos destacables, pero el guion incluye situaciones absurdas que debilitan la credibilidad de su papel.

Por otro lado, Ariana DeBose, como Calypso, no logra dejar una huella significativa. Su personaje, destinado a ser un aliado importante de Kraven, parece estar ahí solo para cumplir un propósito funcional. Sus interacciones carecen de profundidad y no aportan mucho a la trama general.

Aaron Taylor-Johnson, por su parte, entrega una actuación sólida como Sergei. Logra transmitir la intensidad y el conflicto interno del personaje, pero el ritmo de la película y los diálogos poco inspirados limitan su impacto emocional. A pesar de sus esfuerzos, no logra elevar la película al nivel que necesita para ser memorable.

Violencia y tono adulto: ¿una apuesta arriesgada?

Kraven el cazador no se detiene en mostrar escenas violentas y temas oscuros. La película incluye imágenes gráficas de sangre, muertes brutales y abusos familiares, lo que la posiciona como una de las películas más explícitas del Universo Spider-Man de Sony. También aborda temas como el suicidio y el abuso emocional, lo que podría resultar incómodo para algunos espectadores.

Este tono más maduro es una apuesta arriesgada, ya que aleja a los públicos más jóvenes que podrían haber sido el principal objetivo de una película de superhéroes. Aunque es interesante ver una propuesta más adulta, la falta de equilibrio en su ejecución hace que estos elementos parezcan gratuitos en lugar de aportar significado a la trama.

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Los errores del CGI y el problema de Rhino

Uno de los mayores problemas de Kraven el cazador es su deficiente uso de efectos visuales. En una era donde el CGI ha alcanzado niveles impresionantes, resulta desconcertante que una producción de Sony entregue efectos que parecen sacados de una película de bajo presupuesto. Esto es especialmente evidente en el diseño de Rhino, cuya apariencia digital es casi risible.

Comparar al Rhino de esta película con la versión metálica vista en The Amazing Spider-Man 2 resulta inevitable, y lamentablemente esta última, a pesar de sus propias críticas, parece superior. La calidad del CGI no solo afecta la inmersión del espectador, sino que también disminuye la percepción general de la película.

Una conclusión tibia para el Universo Spider-Man de Sony

Kraven el cazador representa un cierre extraño para el intento de Sony de construir un universo cinematográfico sin Spider-Man como figura central. Aunque hay menciones indirectas al famoso trepamuros, la película nunca lo menciona directamente, lo que deja una sensación de vacío en la narrativa general.

Si bien Kraven puede ser considerada la entrega más decente de este universo hasta ahora, no logra redimir completamente los errores acumulados en películas anteriores. Es un recordatorio de que Sony aún tiene un largo camino por recorrer si desea competir con los gigantes del género de superhéroes.

Advertencias para las familias

Es importante destacar que “Kraven el cazador” no es una película apta para todos los públicos. La violencia gráfica, el lenguaje vulgar y los temas oscuros hacen que sea inapropiada para niños o adolescentes más jóvenes. Los padres deben estar conscientes de que la película incluye muertes brutales, diálogos sobre suicidio, abuso familiar, consumo de alcohol y lenguaje explícito. Todo esto refuerza su tono adulto y aleja aún más la posibilidad de atraer a un público más amplio.

Reflexión final: ¿vale la pena verla?

En resumen, “Kraven el cazador” es una película que ofrece destellos de potencial, pero que queda atrapada en los mismos errores que han plagado al Universo Spider-Man de Sony. La historia tiene momentos interesantes, pero el ritmo acelerado y el mal uso del CGI limitan su impacto. Aaron Taylor-Johnson y Russell Crowe hacen lo mejor que pueden con el material que tienen, pero no logran salvar una película que parece más una oportunidad perdida que un verdadero logro.

A pesar de todo, “Kraven el cazador” puede ser entretenida para los fans más acérrimos del personaje o aquellos que buscan una película de acción ligera. Sin embargo, para el público general, es probable que pase desapercibida como otra entrega más en un universo que nunca logró despegar del todo. ¿Vale la pena verla? Claro que sí.

“Kraven el cazador” ya está en las salas de cine de Perú.

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