Los activistas antigubernamentales de Bahréin continúan sus protestas. Esta vez ya no solo contra el gobierno sino también contra la competencia de Fórmula 1, razón por la cual bloquearon la carretera hacia Manama, capital donde está ubicado el circuito. Los activistas sostienen que el Gran Premio está siendo utilizado por el gobierno para cubrir las violaciones de los derechos humanos en el país. Pese a que parlamentarios británicos exigieron al patrón de la Fórmula Uno, Bernie Ecclestone, que cancele el Gran Premio de Bahréin, los organizadores señalan que de todas maneras habrá carrera porque el deporte, a menudo, puede ser una fuerza de bien.
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