Cuando se trata de explorar los diversos destinos turísticos del Perú, cualquier tipo de vehículo siempre será una opción para viajar y conocer. Sin embargo, hay algunas marcas de vehículos que siempre han mostrado tener modelos más enfocados en la aventura. Ese es el caso de Ford con su modelo Bronco Sport, el cual probamos en la ruta Lima-Lunahuaná-Huancaya-San Mateo-Lima. Aquí te contamos más detalles sobre su desempeño a casi 5.000 metros de altitud.
La ruta de ida hacia Huancaya la hicimos vía Lunahuaná y aproximadamente demoramos nueve horas en llegar, mientras que regresamos por la carretera Nor Yauyos Cochas-San Mateo-Lima en casi siete horas.
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El Ford Bronco Sport es una camioneta compacta que desde junio del 2021 está disponible en el mercado peruano en dos versiones: Big Bend y Wildtrak. El primero, utiliza un motor de 1,5 litros EcoBoost que genera 181 hp y 258 nm, mientras que el segundo, emplea un motor de 2,0 litros que desarrolla 250 hp y 376 nm. Este último se ofrece desde US$44.990 y fue el que nosotros manejamos. Es la que tiene el motor más potente, más equipamento y está mejor preparado para situaciones off-road. Por ejemplo, cuenta con un mejor despeje al suelo, capacidad de vadeo, ángulos todoterreno.
Lima-Imperial (Cañete)
En el primer tramo de esta ruta, conducimos de Lima hasta Imperial (Cañete) por la Carretera Panamericana Sur, por lo que aprovechamos para probar la respuesta de la aceleración. Aunque, ya sabiendo la potencia del vehículo y peso (1.684 kg), teníamos una idea de su respuesta. Con una relación peso-potencia de 6,7 kg/hp, esta versión acelera de 0 a 100 km/h en siete segundos, además tiene una salida rápida gracias a su torque elevado.
De igual manera, esta respuesta se logra con su transmisión automática de ocho velocidades con Select Shift (perilla) y Paddle Shifters (levas detrás del volante). Nuestra opinión es que su transmisión es bastante suave y, principalmente, rápida. No se sienten esos retrasos en los cambios, lo cual permite una mayor fluidez al aumentar la velocidad. Esta transmisión también cuenta con el selector de cambios rotativo, que está representado por la letra “L” en el interior del selector de cambios y que sirve para mantener las marchas bajas acopladas por más tiempo, de modo que ofrece más torque. Adicionalmente, es de gran utilidad para situaciones de subidas y bajadas empinadas. Nosotros lo utilizamos para sostener el vehículo en las bajadas y de esa manera se pueda aliviar el uso del freno de servicio.
Imperial-Lunahuaná
Ya en Imperial, iniciamos el segundo tramo hacia Lunahuaná, en donde la mayor parte de la ruta es de doble sentido y asfaltada. Esta parte y el resto de la ruta se caracteriza por contar con algunas zonas que no tienen iluminación pública, por ello constantemente debemos prender las luces altas para obtener un mejor campo de visión.
En ese contexto, el sistema de Auto High Beams (encendido automático de luces delanteras altas) es bastante útil, ya que enciende las luces altas desde los 40 km/h, facilitando la conducción. Además, estas se apagan solas cuando detecta las luces de un vehículo que circula en sentido contrario. Es decir, no deslumbra al otro conductor. Vale destacar que el sistema de iluminación es LED en los faros delanteros, traseros y neblineros.
Al igual que en la carretera, en esta doble vía también se mantiene en funcionamiento el sistema de mantenimiento de carril con alerta de cambio de carril y alerta de conductor, el cual es conveniente para seguir correctamente por el trazo de la calzada.
Lunahuaná-Huancaya
En el tramo previo a nuestro destino, casi toda la ruta es de un solo carril, entonces se debe estar mucho más atento a observar los vehículos que circulan en contra. Una ventaja que tiene el Ford Bronco Sport es que, con sus 4,38 metros de largo, continúa siendo un vehículo compacto y esto te permite orillarte a un lado de la vía sin hacer mucha maniobra. Al menos, es mucho más sencillo que maniobrar con una Ford F-150 de casi 6 metros de largo. De todas formas, si no tienes mucha experiencia, puedes ayudarte de las cámaras de 180° ubicadas en la zona frontal y trasera.
Hasta ese momento, ya eran casi cinco horas conduciendo y la comodidad de los cojines en los asientos cada vez importaba más. Lo bueno es que esta versión cuenta con asientos de cuero con ajuste de altura, profundidad, soporte lumbar, los cuales permiten acondicionar los cojines de acuerdo a lo que queramos. Aquí un punto a considerar es que tanto el ajuste para el piloto y el copilto son manuales.
Entre otras comodidades, en la cabina tiene cargador inalámbrico, climatizador electrónico, espejo retrovisor con atenuación automática, portavasos.
En el recorrido por Huancaya y por los alrededores, como por ejemplo, Laraos o Cañon de Shucto, decidimos bajar la presión de los neumáticos para que no reboten excesivamente sobre las piedras u otros elementos de la trocha. Para tener controlado este aspecto, el computador de viaje no solo nos brinda datos sobre el consumo o autonomía de combustible, sino también cuenta con un ITPMS (monitor de presión de neumáticos individual). Inclusive, si es que no cuentas con un medidor de presión, podrías bajar los neumáticos y desinflar el neumático hasta alcanzar la presión indicada tan solo mirando el tablero.
Algo esencial en este tipo de rutas son precisamente los neumáticos, que en este caso son unos All-Terrain (AT) de Pirelli Scorpion con medida 225/65R17. Estos son ideales para este tipo de ruta mixtas porque consiguen un mejor agarre sobre los diferentes terrenos y, por ende, le brindan mayor seguridad al conductor. Igualmente, que cuente con un perfil alto (65) ofrece una mejor amortiguación en las trochas y son complemento para cuidar los aros. Si el perfil de la llanta hubiera sido menor a 50, lo más probable es que hubiéramos raspado el aro con alguna piedra del camino.
Huancaya-San Mateo
El retorno no sería fácil, ni para nosotros ni para el Ford Bronco Sport, ya que conducimos por la carretera que llega hasta San Mateo (LM-120) y que bordea la Reserva Paisajística Nor-Yauyos-Cochas. Esta es una ruta de 129 km de pura trocha y que nos tomó cuatro horas a causa de las complicaciones de la vía. Si bien no hay huecos o baches enormes en la mayor parte, no se puede ir muy rápido porque constantemente te encuentras con fallas geológicas, las cuales se deben pasar en forma lenta porque un exceso de inercia podría provocar un rebote de rango amplio y golpearse la carrocería baja. Por ello, esta ruta no es apta para vehículos sedán o SUV con bajo despeje al suelo, ya que inminentemente lo golpearán.
Aquí también entran al “juego” las capacidades de esta versión Wildtrak que probamos. Tiene un despeje al suelo de 218 mm, una capacidad de vadeo de 599 mm, un ángulo de ataque de 30°, un ángulo de salida de 33° y un ángulo ventral de 20°. Considerando el segmento, estas cotas son realmente buenas y nos permitieron cruzar estas fallas geológicas sin la preocupación de que se golpearán los bajos y la necesidad de bajarse del vehículo para revisar. De igual modo, bajarse no era conveniente. Estábamos en una ruta que tiene picos que bordean los 5.000 metros de altitud y un clima muy frío.
Esta es una ruta solitaria y prueba de ello es que en las cuatro horas de ruta tan solo nos cruzamos con tres vehículos. De hecho, eso es parte de su peligrosidad, ya que en caso de algún accidente, posiblemente nadie podría socorrernos.
Para estar firmes y seguros en este tramo, lo principal es ser prudentes. Pero, ayuda mucho que el vehículo tenga tracción en las cuatro ruedas y modos de gestión de manejo. En el caso de este modelo y versión de Ford, ofrece una tracción 4WD desconectable electrónicamente y cinco modos G.O.A.T. (Normal, Eco, Sport, Resbaladizo y Arena), que nos brindaron más confianza al conducir. ¿Por qué? Se debe a que la tracción 4x4 reduce que las ruedas traseras patinen o resbalen en los tramos encalaminados, entonces el vehículo se vuelve más estable.
Lo que sí sucede con este Ford y con cualquier vehículo, tenga o no tenga un sistema de admisión con turbo es una respuesta más lenta a 5.000 metros de altura. Si bien, los motores turbo son capaces de compensar la presión de aire que se pierde en altura, de todas maneras se afecta la respuesta antes de las 2.000 rpm. Pero, después de este régimen, se percibe todo el “hoursepower” del vehículo. Y ese “hourse” que siempre lo tendremos presente en este vehículo, ya que en el volante se deja atrás el logo de Ford con fondo azul y se reemplaza por el logo de un caballo, haciendo referencia a la familia Bronco.
A 30 minutos antes de llegar a San Mateo se encuentra Yuracmayo y la carretera que los conecta no está en las mejores condiciones. La mitad de la ruta tiene huecos grandes que hacen tambalear cualquier vehículo, así que no fuimos la excepción. A pesar de que contamos con una suspensión trasera independiente, dicho tramo es un reto para cualquier vehículo.
San Mateo-Lima
En la Carretera Cental manejamos por dos horas y 30 minutos hasta Lima y nuestra arma principal nuevamente fue la buena aceleración. Manejamos en el modo Sport para superar a los camiones y otros vehículos que circulaban a baja velocidad. Lo hicimos sin problemas y con gran alivio, ya que después de haber conducido cuatro horas en trocha, regresar al asfalto era casi un premio.
Ya habiendo llegado a nuestro punto de origen, hicimos un cálculo sencillo de dividir el total de kilómetros entre el total de combustible que se requirió. Entonces, entre la ida y vuelta de la ruta más los 30 kilómetros previos que recorrimos en el interior de Lima implicaron 650 kilómetros. De igual forma, partiendo con el tanque de combustible de 61 litros (16 galones) lleno, le tuvimos que agregar cinco galones (S/. 110) en el pueblo de Vitis (cerca a Huancaya), por lo que se gastaron 21 galones.
Finalmente, haciendo la división, nos resulta que bajo las condiciones antes mencionadas de la ruta, el SUV nos rindió un promedio de 31 km/galón.