Un modelo nacido por la rivalidad. En la historia de la humanidad, pocas cosas han inspirado las más grandes gestas y épicas decisiones que sostener una rivalidad con un gran competidor. Es así que Ferrari encontró en la década de 1960 su más grande contendiente: el fabricante de tractores Ferrucio Lamborghini.
En 1963, el dueño de Lamborghini Trattori SpA era conocido como el tercer fabricante italiano de maquinaria agrícola. Era un hombre con mucho amor propio, según diferentes biografías, que se cansó de los constantes problemas con su automóvil deportivo Ferrari, un bólido cuya marca era reconocida por fabricar automóviles de competición en la localidad de Maranello.
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Lamborghini identificó los problemas mecánicos de su deportivo. Advirtió que compartía algunas de las piezas que empleaba en la fabricación de sus tractores. Y así se dispuso a plantearle una sociedad a Enzo Ferrari y fortalecer su empresa. Pero la soberbia del dueño de Ferrari le propinó una respuesta arrogante: un fabricante de tractores no me va a enseñar a hacer carros deportivos.
La ofensa que recibió Ferrucio dio inicio a la rivalidad más grande en la historia del automovilismo mundial. Así, fundó Automobili Ferruccio Lamborghini SpA, un derivado de su empresa de tractores. Solo tuvo un objetivo: demostrar que un fabricante de tractores tiene la capacidad de construir un automóvil deportivo que supere al considerado mejor del mundo.
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Durante el Salón del Automóvil de Ginebra, en 1964, Enzo Ferrari tuvo que tragar sus palabras al cruzarse con un deslumbrante Lamborghini 350 GTV. Un modelo diseñado por Franco Saglione y construido por Giorgio Neru y Luciano Bondacini. Mientras que para su producción en serie fue modificado por Carrocería Touring, que lo equipó con un motor V12 de 360 CV, caja de cambios de cinco velocidades y que alcanzaba hasta los 280 Km/h.
Luego llegó el 400 GT y más tarde el Miura, el primer superdeportivo que vio la historia. Esto significó una dura pelea para la supremacía de los Ferrari 250 GT y 275 GTB. Incluso hasta la actualidad, Ferrari y Lamborghini siguen batallando por la supremacía en el mercado de los automóviles deportivos.
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Enzo falleció peleando aún con Ferrucio, en 1988. Llegó a ser testigo de la obra maestra del ‘caballo rampante’, el Ferrari F40. Mientras que Lamborghini murió en 1993, conociendo el Diablo, el vehículo más rápido del mundo en su momento. Partió habiendo logrado su objetivo, pese a ver vendido su empresa en la década de 1970.
Esta es la historia que deslumbró al mundo del automovilismo y la que inspiró la película Lambroghini: el hombre detrás de la leyenda. Frank Grillo encarnará a Ferrucio para enfrentarse a Gabril Byrne, como Enzo, en la producción de Lionsgate que será estrenada en Estados Unidos el próximo 18 de noviembre en plataformas digitales.
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