Día Mundial de la leucemia: por qué se festeja este viernes 22 de septiembre y cuál es su origen | Foto: Andina
Día Mundial de la leucemia: por qué se festeja este viernes 22 de septiembre y cuál es su origen | Foto: Andina
Redacción EC

La Leucemia Mieloide Crónica es un tipo de cáncer de la sangre que se desarrolla en la médula ósea caracterizada por un aumento descontrolado en la producción de algunas de las células que ésta produce. Con el objetivo de sensibilizar y concienciar a las personas sobre el diagnóstico y tratamiento de este cáncer hematológico, cada 22 de septiembre se celebra el .

Esta fecha surgió como una iniciativa de la Red Mundial de Asociaciones de Pacientes de LCM (CML Advocates Network), que tenía como objetivo fomentar las acciones necesarias para la optimización del tratamiento de la enfermedad, y así mejorar la calidad de vida de las personas que la padecen. El día fue elegido por la relación que tiene con la enfermedad, ya que son los cromosomas 22 y 9 los que generan alteración de las cédulas madres.

Si bien la leucemia debe considerarse como una enfermedad poco frecuente, tiene una incidencia de 1 o 2 casos por cada 100.000 habitantes por año. Su edad de aparición es de 56 años, lo que la hace infrecuente en la infancia, según informa la Fundación Josep Carreras.

La evolución natural de la enfermedad era hasta hace un tiempo la de permanecer en una fase crónica de un periodo aproximado de 3 a 5 años, evolucionando luego a una fase acelerada y posteriormente a una fase blástica. Afortunadamente, gracias a los tratamientos que existen en la actualidad, la probabilidad de progresión es menor del 10%.

¿QUÉ SÍNTOMAS SE PRESENTAN Y CÓMO SE DIAGNOSTICA?

La manera más común de diagnosticar esta enfermedad es el hallazgo casual de una alteración analítica. Esta alteración consiste en un incremento de los leucocitos (glóbulos blancos) o plaquetas. El 30% de los pacientes puede presentar cansancio generalizado, pérdida de peso, sudoración, dolor óseo, sangrados, infecciones de repetición o molestias abdominales a causa de un aumento del tamaño del bazo.

En el caso de presentar algún síntoma mencionado, la persona deberá realizarse un estudio minucioso de la sangre y médula ósea para confirmar la enfermedad. Si se detecta la presencia de un cromosoma anómalo llamado Cromosoma Filadelfia (por la ciudad donde se descubrió), se habrá confirmado el diagnóstico.

¿CÓMO SE CLASIFICA LA LEUCEMIA?

Según explica el médico hematólogo Christian Omar Ramos-Peñafiel, hay varias maneras de clasificar la leucemia. Primero se le conoce como hematológico o líquidos. En pacientes con esta enfermedad, la producción de glóbulos blancos (leucocitos) aumenta de manera significativa en el cuerpo. Esto porque son los encargados de combatir infecciones en el cuerpo.

Además, la leucemia se clasifica como leucemias agudas o crónicas, lo que no quiere decir que se convierta una en la otra. “Son distintas enfermedades pero su comportamiento de inicio súbito o lento”, añadió el médico para la revista Reporte Índigo.

Otra clasificación de la leucemia se da por la célula cuyo interior está alterado, pues se debe recordar que esta no forma tumores. Por ejemplo, cuando el cáncer se presenta en aquellas que formarán linfocitos, se le llama linfocítica o linfoblástica; pero si ocurre en las células que serán glóbulos rojos, algunos tipos de glóbulos blancos o plaquetas, se le llama mielógena o mieloide.

¿CUÁL ES EL TRATAMIENTO DE LA LEUCEMIA MIELOIDE CRÓNICA?

Actualmente el tratamiento actual contra la Leucemia Mieloide Crónica se realiza por medio de toma de fármacos denominados inhibidores de la tirosin cinasa (ITC), que deben tomarse de manera indefinida. Todos los ITC son fármacos de consumo oral con buen perfil de toxicidad.

El primer fármaco aprobado para contrarrestar esta patología fue el Imatinib, con lo cual se demostró una gran eficacia con un excelente perfil de seguridad. Otros fármacos denominados ITC de “segunda generación” son Nilotinib, ddadsatinib y bosutinib. En el caso del Ponatinib es considerado como un inhibidor de “tercera generación”.

A pesar de ser considerados como fármacos seguros, los ITC pueden complementarse con otros medicamentos que los pacientes requieran en el caso de sufrir otras afecciones, para ello lo recomendable es consultar con su médico y no iniciar la automedicación.