Llegó diciembre y, con ello, una serie de celebraciones importantes dentro del catolicismo, como la Navidad, festividad que se celebra en gran parte del mundo. Sin embargo, previo al nacimiento del niño Jesús, la Corona de Adviento es un símbolo de gran significado y tradición para muchas familias, ya que está enmarcada por cuatro velas, y cada una de ellas representa un significado según sus colores. Durante estas semanas, los creyentes católicos meditan y se alistan para la llegada de Cristo. En la siguiente nota, te contamos todos los detalles.
¿CUÁNDO COMIENZA LA CORONA DE ADVIENTO?
Este 2024, el Adviento inicia este domingo 1 de diciembre y se extenderá hasta el domingo 22 de diciembre, marcando también el inicio del Año Litúrgico Católico. Esta corona de Adviento está conformada por tres velas moradas y una rosada, las cuales estarán sobre la corona, además de un cirio en el centro.
En las fechas del domingo 1 y 8 de diciembre, se encenderán dos velas moradas, y el 15 de diciembre se prenderá la vela rosada. Por último, el 22 de diciembre, que será el cuarto domingo, se encenderá la última vela morada, mientras que el 24 de diciembre se prenderá el cirio o vela blanca.
¿QUÉ SIGNIFICADO TIENE LA CORONA DE ADVIENTO?
A continuación, te presentamos el significado de cada vela que tiene un propósito espiritual especialmente en esta temporada tan importante:
- Vela morada (Esperanza): La primera vela encendida en la Corona de Adviento es de color morada o púrpura, un color que simboliza la esperanza. Representa la espera del Mesías, quien traerá luz al mundo. Esta vela invita las personas a la reflexión y a la preparación espiritual durante la primera semana de Adviento.
- Vela morada (Paz): La segunda vela se enciende en el segundo domingo de Adviento y su simbolismo es parecido al de la primera, representando la preparación y el compromiso con la fe. El color morado continúa siendo un recordatorio de la importancia de la paciencia, la oración y la reflexión sobre el verdadero significado de la Navidad.
- Vela rosada (Alegría): La segunda vela, que se enciende en la tercera semana de Adviento, generalmente es de color rosa. Este color simboliza la alegría y señala un momento de celebración en medio de la preparación más seria. Es un recordatorio de la cercanía de la Navidad y de la inminente llegada del Salvador.
- Vela morada (Amor): La cuarta y última vela, también de color morada o púrpura, simboliza el amor. Encendida en la última semana de Adviento, resalta la importancia de este sentimiento en nuestras vidas y nos recuerda que el amor es el verdadero significado de la Navidad.
- Vela blanca o cirio: Aunque no siempre se encuentra en la corona, el Cirio de Navidad es una vela especial que se coloca en el centro de la mesa durante la Nochebuena. Esta vela se enciende durante la cena de Navidad y simboliza la luz de Cristo, quien ha venido al mundo. El color blanco representa la pureza y santidad de Jesús, la luz que disipa las tinieblas del mundo.
¿QUÉ ORACIÓN SE REZA PARA LA CORONA DE ADVIENTO?
- Primer domingo:
“Señor Jesús, en este tiempo de Adviento te rogamos que nos concedas un corazón vigilante, lleno de esperanza y amor por tu venida. Inflama nuestros corazones Espíritu Santo, para que llenos de valentía, permanezcamos alertas y volcados en amor hacia nuestro prójimo, esperando tu llegada. Amén”.
- Segundo domingo:
“Padre bueno, concédenos poder preparar el camino del Señor y enderezar las sendas de nuestras vidas. Permítenos ser tierra buena, por la que pueda caminar a sus anchas tu Hijo amado. Danos un corazón que escuche tu Palabra para poder convertirnos. No somos dignos de que Jesús nos habite, pero tú puedes convertirnos en un hogar cálido y limpio para Él. Te lo pedimos en el nombre de nuestro Señor Jesús, en el poder del Espíritu Santo. Amén.”
- Tercer domingo:
“Señor Jesús, con humildad te pedimos que nos capacites para ser fieles testigos de ti, que eres la Luz. Danos la fuerza de tu Espíritu, para que, amando como tú, entregando la vida en servicio, perdonando setenta veces siete, amando al que nos ofende, yendo por el mundo derramando misericordia sin límite, glorifiquemos a nuestro Padre y seamos invitación viviente para seguirte. Amén.”
- Cuarto domingo:
“Amado Padre, con el corazón contrito y humillado, te rogamos nos concedas el poder dar a luz a tu Hijo amado en medio del mundo. Que, así como nuestra santa Madre María te dijo ¡Sí, hágase en mí tu Palabra!, podamos hacerlo y llevar a nuestro Señor a todos los rincones de nuestro mundo personal, a todas las relaciones y ámbitos. Llénanos de gracia, consuélanos con tu presencia y destierra el miedo que nos impide abrazar sin límites el Evangelio. Amén.”