Cuando toca el día de entrenamiento para la mayoría de personas siempre se vuelve un dilema debido al horario en que van a entrenar. Por lo general, suele ser mucho más fácil despertar por la mañana, alistarse e ir a entrenar al gimnasio. Mientras que a otras personas se les hace muy difícil salir de la cama ya que prefieren dormir algunos minutos más y dejar el entrenamiento para el final del día.
¿CUÁLES SON LOS BENEFICIOS DE HACER EJERCICIOS EN LAS NOCHES?
- Combatirás el estrés: por las noches tendrás la oportunidad de aliviar la ansiedad, olvidarte de tus problemas y liberar endorfinas, combatiendo la aparición de estrés antes de dormir y dándole un respiro a tus problemas al poner la mente en blanco debido a la práctica de ejercicio físico.
- Puedes limpiar las frustraciones de un día difícil: si tuviste un mal día en el trabajo, ya sea por tu jefe, un amigo con el que has discutido, problemas en la oficina, un atasco en la carretera o una pelea con tu pareja, hacer ejercicio de noche puede ayudarte a calmar con toda la ira acumulada durante el día de un modo positivo, para poder irte a cama en paz y con gratitud.
- Aumento de la masa muscular: al final del día, tus depósitos de glucógeno se encuentran llenos, por lo que los músculos asimilan mejor la carga. Los especialistas indican que el cuerpo asimila mejor el ejercicio aeróbico como correr, nadar o andar en bicicleta al mediodía y el ejercicio anaeróbico en horario nocturno.
- Menos lesiones: al realizar deporte por las mañanas, tu musculatura aún no han entrado en calor tras la fase de reposo. No obstante, esto no sucede por la noche, pues tu cuerpo está más dispuesto y flexible, reduciendo la posibilidad de sufrir lesiones musculares que se dan más en frío.
- Dormirás mejor: Es recomendar que pasen unos 60 minutos entre el final de los ejercicios y la hora de dormir con el propósito de que tu organismo se relaje y la adrenalina segregada se esfume progresivamente. Si el entrenamiento ha sido muy intenso, permite que pasen 2 horas por lo menos. El cansancio y el ritmo circadiano te proporcionarán un descanso reparador.
¿CUÁLES SON LOS BENEFICIOS DE HACER EJERCICIOS EN LA MAÑANA?
- Nos permite estar más alerta: el ejercicio en la mañana es más poderosos que tomar una tasa de café, porque permite que nos sintamos más despiertos, concentrados y con energía a lo largo del día. La ciencia ha demostrado que el ejercicio nos ayuda a pensar con mayor claridad, esto se debe a que aumenta el flujo sanguíneo que va directo al cerebro.
- Mejora el estado de ánimo: inicia el día con deporte hará que generemos “las hormonas de la felicidad”, como dopamina, serotonina y endorfinas, las cuales ayudarán a sentirnos bien durante el resto de la jornada.
- Ayuda a establecer una rutina diaria: entrenar en la mañana permite tener el resto del día para solucionar los pendientes y obligaciones, dejando de lado las excusas para dejar de ejercitarte por falta de tiempo.
- Aumenta niveles de actividad a lo largo del día: el ejercicio regular mantiene nuestros niveles de energía altos y evita esos picos en los que nos sentimos agotados o sin batería.
¿QUÉ EJERCICIOS AYUDAN A PREVENIR LESIONES?
Si deseas evitar lesiones o fracturas mientras realizas el entrenamiento, es importante continuar ciertas acciones. Al principio, se tendrá que realizar ejercicios de aproximación que suelen ser con una intensión ligera y luego ir aumentando de a pocos a medida que el cuerpo se vaya adaptando a la actividad.
- Manos: Hacer pequeños círculos con las muñecas hacia ambos lados.
- Piernas: Sentadillas profundas, sin peso y con poca intensidad. También, separa tus piernas y desplaza todo el peso del cuerpo hacia una pierna flexionando la rodilla, mientras que la otra pierna debe quedar estirada (mantén la posición unos segundos y repite con la otra pierna).
- Hombros y brazos: Con los brazos estirados a los lados, realizar círculos hacia adelante y hacia atrás.
- Rotación de cadera: Con pies abiertos a la anchura de hombros y estirando el mismo brazo hacia donde rotemos nuestra cadera.
- Calentamiento para el lumbar: Con las piernas ligeramente separadas y extendidas, apoya los brazos sobre la pared y los extendemos, luego inclina el torso hasta formar con el cuerpo un ángulo de 90 grados.
- Estiramiento de tobillos: De pie levanta una pierna y ve haciendo círculos completos con el pie para un sentido y para el otro para que estire bien el tobillo. Repite lo mismo con la otra pierna.
- Calentamiento para el cuello y cervicales: Hacer el gesto de afirmación, lento y con toda la extensión de la cabeza; y el de negación, con movimiento amplio de un lado al otro.
- Movilidad para la espalda: Posición gato-mesa (arqueando espalda hacia arriba apoyada en cuatro patas) y regresando a estirarla y que quede recta.