¿Eres de los que “nunca tiene tiempo para cocinar” y opta por el menú del día del trabajo o del restaurante de la esquina? ¿Te has puesto a pensar cuánto merma esto de tu sueldo? y sobre todo, ¿sabes que cocinarte en casa un plato saludable no es una misión imposible?.
Si eres de los que no entra mucho a la cocina porque cree que es un universo complicado no apto para ti, déjanos decirte que hay opciones más allá del conocido menú que si bien, puede salvarte un día o dos al mes, es recomendable que no sea tu única fuente alimenticia. Revisemos por qué.
Ya hemos dicho que el factor económico es una gran razón. Habrá quienes sí pueden solventarse no solo un menú sino un desayuno fuera de casa pero para la gran mayoría gastar un promedio de 20 a 25 soles al día, al mes es muy costoso.
Al margen del costo que comer fuera pueda significarnos, evaluemos también la calidad de la comida que nos llevamos a la boca.
¿Cuál es mejor?
Para Luis Guzmán Mallqui, docente de la carrera de Nutrición y Dietética en la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL), decir que comer en casa es mejor que comer en la calle o visceversa no es conveniente ya que va a depender de la preparación que se elija y de lo que uno esté eligiendo como parte de su alimentación.
“En ese sentido, si yo elijo opciones saludables dentro de esta variedad de menús o desayunos, es una alternativa, probablemente, que nos brinde esa parte de la alimentación adecuada que nosotros tenemos que satisfacer. Pero lo mismo sucede en casa, entonces, si tenemos que decir cuál es más saludable o cuál es la mejor alternativa, yo creo que va a depender de la preparación que uno elija. Habrá momentos en los cuales uno elige una opción que es poco saludable como hay momentos que seguramente sí elegiremos una comida mucho mejor balanceada y favorable para nosotros”.
A diferencia de Guzmán, la nutricionista Patricia Castañeda se muestra 100% a favor de la comida casera. “Cuando uno compra en la calle, incluso una ensalada, no sabemos bien cómo han lavado esos vegetales, si han sido desinfectados o manipulados”, señala.
“Si tenemos el poder adquisitivo para comprar un buen menú que sepamos proviene de un lugar limpio, inocuo, este nos costará no menos de 20 soles y no todos tenemos la posibilidad de afrontar ese gasto todos los días. Entonces, comprar en la calle implica también que no sepamos que el aceite se ha reutilizado o cuánta sal le echaron. Cuando nosotros mismos nos cocinamos somos conscientes de qué o cuánto aceite, sal o azúcar usamos. Es por eso que creo que comer en casa es mejor”.
Recurriendo al Batch cooking
Como decíamos líneas arriba, el factor tiempo es una de los grandes obstáculos que impiden a muchos el poder cocinarse en casa. Sin embargo, hay alternativas, entre ellas, el Batch cooking, que nos pueden ayudar con este problema.
“Yo entiendo que afuera podamos tener variedad, vegetales y podamos comprar un menú mas bueno que otros pero también podemos hacer el llamado Batch cooking, que es cocinarte para toda la semana para luego separarlo en tapers. Por ejemplo, puedes hacerte una ensalada cocida el domingo en la noche y lo separas por porciones para dos o tres días. Entonces, ya no tienes que cocinar todos los días sino el domingo. Y así, el miércoles en la noche puedes volver a cocinar para otros dos o tres días”, explica Castañeda.
“Lo mismo con las proteínas. Puedes prepararte pollo al horno para tres días o hamburguesas que no tienen porque freírse. Una buena alternativa es la freidora airfryer que no utiliza mucho aceite. En cuanto a las menestras, puedes también congelarlas para varios días”, agrega la especialista.
¿Puedo comer sano con poco tiempo y dinero?
Esto nos hace re preguntarnos algo que la mayoría da por hecho que no es así. ¿Puedo comer sano con poco tiempo y dinero? Castañeda afirma que sí.
“De hecho una alimentación hecha a base de legumbres y verduras es bastante económica. Lo que yo recomiendo mucho también son los lunes sin carne que es arroz con lenteja. En este caso, las lentejas son económicas, el arroz y el huevo también y a eso puedes agregarle las verduras que quieras (lechuga, pepino, cebolla, beterraga, etc). Este plato es más económico que un lomo saltado que es caro por la carne y tiene aceite por las papas fritas”.
En cuanto al desayuno, la nutricionista señala que la avena como un gran ingrediente. Se puede consumir como mazamorra, con frutas, con granula y hasta horneada. Otra opción de desayuno rápido y económico es esta misma mazamorra acompañada de miel y dos huevos duros. “Lo bueno de este plato es que es fácil de llevar y calentar en cualquier microondas”.
Entre otras opciones saludables y baratas para el desayuno podemos mencionar la avena remojada toda la noche con leche, de la que resultará también una especie de mazamorra, un sandwich de pan pita o integral con mantequilla de maní o queso y verdura o una tortilla de verduras y huevo.
No temas a la comida congelada
Sobre la comida congelada, algo que la gente teme porque cree que puede echar a perder su comida, Castañeda aclara que no es así. “Mucha gente piensa que lo congelado te hace perder nutrientes, si bien es cierto, pierdes muy pocos nutrientes”.
Otra posibilidad que te da la comida recalentada es que puedes hacerle muchos cambios sin desaprovechar los alimentos. “A mucha gente no le gusta recalentar la comida y la termina botando cuando tranquilamente puedes reciclarla. Por ejemplo, si el lunes hiciste arroz con lentejas y te sobró, al día siguiente puedes comer esas lentejas en forma de tacu tacu con un huevo o un plátano y usar esa lenteja para una sopa y así ya tienes otros platos diferentes”.
Lo mismo puedes hacer con el pollo, cocinarlo salteado con brócoli, luego con pimiento, y usarlo por tercera vez en un arroz chaufa.
Un dato importante en la comida recalentada, en el caso específico de la lenteja, por ejemplo, es que esta no pierde propiedades en el proceso de recalentamiento sino todo lo contrario “Mientras más cocinada esté, mejor es la biodisponibilidad de la proteína y hierro que tiene”.
Falta de cultura nutricional
La comida peruana es reconocida mundialmente pero también es criticada por algunos excesos (de carbohidratos, de condimentos...) sin embargo, Castañeda aclara que no hay porqué preocuparse, si es que sabemos controlar nuestras porciones.
“Se ha intentado educar nutricionalmente mediante los medios de comunicación y las redes sociales, pero en ese proceso, lo que muchas veces se ha obtenido es un miedo a los carbohidratos y por eso hay personas que no quieren comer arroz o no quieren comer papas o de frente satanizan la comida peruana. No es que la comida peruana sea mala, es la cantidad de las porciones o la combinación de los alimentos básicamente, lo que está mal”, explica.
“Porque, por ejemplo, no está mal comer un arroz con pollo o un arroz con soya, lo que debemos evitar es llenar el plato con este arroz. Así, entonces, lo ideal es comer la mitad del plato de arroz, la mitad del plato de vegetales y un cuarto de plato de la proteína de tu preferencia. Lo mismo con el tacu tacu; que este cubra la mitad de tu plato y la otra mitad que sean vegetales crudos o cocidos. Mucho tiene que ver el orden también porque, por ejemplo, cuando nosotros comemos primero una ensalada o la crema de verduras como entrada, lo que nosotros hacemos es que nuestro cuerpo no tenga que luchar para poder asimilar todo lo que vamos a comer y la glucosa se dispare. Esto se recomienda sobre todo a las personas que tienen resistencia a la insulina pero deberíamos hacerlo todos, primero comer una ensalada y luego el plato de fondo”.
En ese sentido, Castañeda y Guzmán sostienen que así como cada año nos ve el ginecólogo o el cardiólogo o cada seis meses, vamos al dentista, es importante guiar nuestra alimentación de la mano de un nutricionista.
“La alimentación siempre tiene que ir de la mano de un profesional, en este caso de un nutricionista. Nosotros como tal, tratamos de brindar lo que se conoce como educación alimentaria. La educación es importante y esta nos permitirá saber cómo debe ser una preparación saludable. Es importante que la persona acuda cada cierto tiempo a este profesional porque individualmente somos muy diferentes. Esos factores son los que el nutricionista evaluará y en base a eso recomendará qué tipo de alimentación necesita cada individuo”, señala Guzmán.
El comer merece su tiempo y espacio adecuado
Sea fuera de casa como dentro de ella, el comer merece su tiempo y dedicación. En ese sentido, Guzmán Mallqui explica que cuando hablamos de comer saludable no solo nos referimos a la parte nutricional sino de otros factores que influyen para que ese alimento sea nutritivo. “El comer en un lugar tranquilo, donde estemos relajados y nos demos el tiempo suficiente para poder masticar correctamente los alimentos es importante ya que esto nos permite que los alimentos se procesen y digieran en forma adecuada y a su vez, se segregue o libere las diferentes hormonas que nuestro cuerpo produce al momento de generar una alimentación. Por lo tanto, el masticar el comer con un tiempo adecuado los alimentos nos permite a nosotros también tener todos esos factores, hormonales, digestivos y absortivos que una persona necesita al momento de ingerir un alimento”.
Y tú, ¿ Cómo estás comiendo?