Agroferias Campesinas: una guía para recorrer el mercado que apoya a productores de costa, sierra y selva durante la pandemia

La expectativa que se siente cuando se tiene una bolsa llena de ollucos, paltas, quinua, avena integral, mangos, cocos, papas nativas y un buen bloque de chocolate orgánico no se puede describir con palabras. Quizá el concepto más adecuado sea satisfacción. La certeza de que la combinación de uno o más de esos ingredientes no solo brindará un enorme placer, sino también bienestar para el cuerpo y el espíritu. Eso pasa cuando se da una vuelta por alguna de las dos sedes que las Agroferias Campesinas tiene actualmente en Lima, y que se han adaptado a la pandemia con todos los protocolos y estándares posibles.

Hace unos días el cocinero Francesco De Sanctis, al frente del restaurante Síbaris, me invitó a hacer un recorrido por la sede instalada en el Puericultorio Pérez Araníbar, en Magdalena. Todo empieza bastante temprano allí, y los productores suelen traer sus frutas, verduras, legumbres, huevos, lácteos y demás maravillas una o dos veces por semana -vía terrestre- de su lugar de origen. Son unos 70 productores en total.

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La seguridad es palpable desde el momento en que se ingresa: un caño ubicado a metros de la entrada invita al visitante a lavarse las manos y a desinfectarlas con alcohol. Por otro lado, casi todos los establecimientos cuentan con Yape, lo cual facilita el pago (en cualquier caso, siempre es bueno llevar un poco de efectivo). Doble mascarilla, protector facial, guantes y, en algunos casos, una malla plastificada de separación entre el puesto y los clientes son otros protocolos que se cumplen con estricto rigor.

¿Cómo sacarle provecho a la visita? Francesco nos brinda aquí algunos consejos.

“Lo primero que debemos hacer es llevar buenas bolsas reciclables, que resistan peso”, sostiene De Sanctis. Dependiendo de la cantidad de personas que vivan en la familia, o qué platos queremos preparar, lo ideal es tener una lista que nos permita organizar una compra que dure unos 4 o 5 días. “Aquí se pueden encontrar desde menestras, verduras o frutas; hasta algunas carnes, lácteos y quesos”, continúa el chef.

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Otro consejo bastante útil es empezar comprando las cosas más pesadas, para que los productos más frágiles no se aplasten a medida que vamos avanzando con el recorrido. “Todo lo que podría romperse que vaya al final y encima de los demás productos”, añade Francesco De Sanctis. Para el cocinero, es fundamental ser conscientes de la compra que hagamos con los productos perecibles, como hierbas, frutas y verduras, para consumir y comprar solo necesario. “Muchas frutas y verduras se oxidan más rápido y no terminan siendo utilizadas; es ideal que evitemos eso”, aconseja.

Carlos Lazo, gerente del proyecto de Agroferias Campesinas, explica que el compromiso de los productores es más fuerte que nunca a raíz de la pandemia. “Continúan trabajando amigablemente con el ambiente, están dedicados a rescatar nuestra biodiversidad y traer a Lima las primeras cosechas directamente del campo. Por otro lado, los caseros le dan un nuevo valor al rol de los agricultores y se comprometen a pagar precios justos y alimentarse saludablemente”, cuenta. La feria le pertenece a la asociación de los agricultores, que es autosostenible y permite que los pequeños productores puedan articularse directamente al mercado.

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Entre los participantes y productos que pueden encontrarse están papas nativas de Cusco de la familia Hancco, o de Huánuco de la familia Fernández; Chirimoyas de Cumbe; quesos de Cajamarca, Arequipa o Huancayo; hortalizas de varios valles de Lima (Pachacamac, Carapongo, Lurín, Chillón); aceitunas y aceite de oliva de Arequipa o Tacna; quinua de Puno; menestras de Ica o Cajamarca; café de Junín o Cajamarca; panela de Amazonas; panes regionales; piña golden del Vraem; paltas de Ayacucho, entre muchos otros.

Una de las grandes novedades que han lanzado a raíz de la pandemia es el servicio de delivery, que funciona durante el fin de semana y a muchos distritos de Lima. Los pedidos se hacen a través de una web, con el catálogo completo de los productos disponibles. Todos los productores pasan pruebas antigenas Covid-19 cada 20 días, se han implementado billeteras electrónicas y cumplen un estricto protocolo desde que salen de casa hasta que vuelven.

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Evidentemente, la pandemia ha hecho que el flujo sea menor debido a las restricciones de aforo. “Antes recibíamos a 6000 personas en 7 horas”, señala Lazo. “Hoy solo operamos 3 días a la semana, y recibimos a unos 3500 caseros en total. La pandemia ha pegado duro, pero los productores están contentos porque venden casi igual que antes. Somos quizás la única, o una de los pocas ferias, que se han reactivado”, finaliza el gerente.

Si algo nos está enseñando todo esto, es que salud es lo primero. Todo empieza por aquello con lo que nutrimos nuestro cuerpo.

Más información:

• Instagram: @agroferiascampesinas
• Delivery: https://www.deliveryagroferias.com
• Horarios y sedes: San Isidro (Viernes y sábados en la cuadra 11 de la Av. Aramburú, Córpac, de 8:30 a.m. a 3 p.m.) y Magdalena (de jueves a sábados a la espalda del Puericultorio Pérez Aranibar, de 8 a.m. a 3 p.m.).

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