Por Martín Hidalgo / Maria Alejandra Campos
Rolando Reátegui retomó la semana pasada sus labores parlamentarias cumpliendo funciones de representación en su región, San Martín. La próxima semana, volverá a su escaño y se reencontrará con sus colegas de bancada, a quienes no ve desde que se reveló su nombre en las audiencias judiciales del caso de los aportes a Fuerza 2011, por el cual su lideresa afronta prisión preventiva.
Dice que llegará con un mea culpa al pueblo peruano y a los dirigentes de Fuerza Popular. Afirma que no puede dar detalles sobre su colaboración con la fiscalía, pero revela detalles sobre los manejos en el interior de la fuerza mayoritaria en el Parlamento
—En la carta que publicó en octubre menciona que la lealtad de Keiko Fujimori se ha visto rota. ¿A qué se refería específicamente?
Es que siempre nos habían dicho que en este proceso no existe nada. Nosotros siempre hemos actuado con los principios de unidad, disciplina y lealtad. Pero en vez de tocar este tema como una forma corporativa, como una defensa corporativa, cuando los fiscales fueron a San Martín nosotros no nos habíamos enterado.
—Pero un fiscal no avisa cuando va a realizar una diligencia.
No nos habíamos enterado desde el punto de vista de lo que significaba como dirigentes de San Martín. Cuando a mi esposa le avisan a último minuto que el fiscal está ahí, yo digo ¿qué está pasando acá? Nos damos cuenta por las declaraciones de Keiko en las cuales dice que en todo este proceso la responsabilidad es individual. Con eso te está diciendo que cada uno baila con su pañuelo. Por eso yo acudí a la fiscalía. Para mí, la lealtad es bidireccional, de los dirigentes a los líderes y viceversa.
—¿En este caso les dieron la espalda a los dirigentes?
Por supuesto que sí. Esto ya se había roto incluso en la segunda vuelta de la campaña electoral del 2016, cuando cambian a nuestro coordinador de campaña y ponen a otras personas que no tenían ni trascendencia ni trabajo concreto, ni conocimiento del trabajo con las bases ni conocimiento del trabajo de los otros líderes.
—¿Por qué los cambiaron?
En San Martín, los candidatos de todas las bases eran Talita Rojas, el que te habla, y del partido pusieron a Esther Saavedra y a Gilmer Trujillo. A ellos [Saavedra y Trujillo] los pusieron a dedo, los impusieron. Tú dices que este es un partido democrático, y no practicas adentro la cuestión democrática.
—¿Entonces quiere decir que no hubo democracia interna a la hora de seleccionar a los candidatos al Congreso?
Porque Keiko impuso a dos invitados.
—¿Solo en su región?
No tengo conocimiento de las otras regiones, pero si tú preguntas a los demás congresistas electos, también te podrán decir lo mismo. Y este es también otro de los grandes errores de Fuerza Popular, tratar de desfujimorizar el partido, sacando a gente que sí había peleado con mucho esfuerzo y sacrificio por la organización, como por ejemplo el doctor Alejandro Aguinaga, que había creado una organización potente en Lambayeque.
—Pero dejaron a Luz Salgado, que era un rostro representativo del fujimorismo más antiguo.
Sí, pero en este cambio de desfujimorizar al partido tampoco sabías qué cosa eras. Sin un objetivo claro, sin dar una muestra de análisis filosófico para volcarlo a la parte sociológica para buscar los pilares claves, ¿cuál es tu ideología?, ¿cuál es tu política?, ¿cuál es tu organización? [...] Se tiró para abajo eso y eran puros nombres. Evitamos a toda costa mirar nuestros errores, nos confiamos mucho y nos quedamos atrapados en nombres o en personas que son intocables pese a haber visto su falibilidad.
—¿Se refiere a Keiko Fujimori?
Claro, la incapacidad de ver tus propios errores no te permite ver lo que está pasando. En la segunda vuelta, cometes los mismos errores.
—Usted dijo, y creo que lo escribió en su carta, que el fujimorismo había perdido su raíz ideológica.
Básicamente, la parte ideológica no está bien conceptuada, hemos perdido en eslóganes tontos que la gente no entiende.
—Sin embargo, uno de los primeros mensajes de Keiko Fujimori fue decir que ustedes iban a gobernar con su agenda legislativa desde el Congreso. ¿Era verdad? ¿Había una agenda, un plan por ejecutar?
No había ninguna agenda ni un plan. Cuando tú perdiste la segunda vuelta, el pueblo te dio un mensaje claro. El pueblo peruano durante todos estos años quería un cambio importante. ¿Cuál era el cambio que quería el pueblo? Seguir en la senda del crecimiento y que haya más empleo, que haya reformas importantes en la parte política, económica y social, básicamente regional. Y al no entender ese cambio, que la gente te está diciendo quiero que te unas.
—¿El primer año se dedicaron a establecer una especie de venganza política?
Creo que se cegaron en el poder. Con 73 [congresistas] era la oportunidad para hacer grandes cosas, sobre todo en las reformas políticas. Por ejemplo, si nosotros con 73 congresistas, en vez de tirarnos un ministro que gasta más, hubiéramos hecho el primer año las reformas políticas, electorales, la reforma realmente de la bicameralidad, el financiamiento de los partidos, si se hubiera hecho el voto voluntario.
—¿La falta de una agenda propia los llevó a terminar caminando de la mano del Apra? Lo digo por estas leyes que terminan apoyando como la de publicidad estatal o los cambios en las reglas para la censura. ¿Hasta qué punto era agenda del Apra? ¿O era algo coordinado?
Lo que pasa es que dentro de la bancada y dentro de la dirigencia se movían peones. Mientras que el Apra movía un alfil y un caballo, nosotros teníamos que mover una torre. Y no hemos podido mover la torre.
—¿Quiere decir que inevitablemente el Apra era más ágil que ustedes?
Totalmente, tienen experiencia, tienen 80 años. No han sabido las consecuencias de tirarse abajo a PPK, no han visto la consecuencia de la ley de medios. Mulder no ha salido afectado de la ley Mulder [de publicidad estatal]. ¿A quién le ha caído todo el grueso mediático? A Fuerza Popular, nos hemos convertido en los enemigos número uno.
—¿La censura al ex ministro Jaime Saavedra también fue un error?
Fue mal calculada, porque seguías en la idea clara de que por ahí se da plata a los medios, a las ONG.
—¿La censura fue una directiva de la cúpula?
Era ver [como] enemigos a los demás y no ver tus errores. ¿Por qué querías sacar al ministro de Educación? Porque supuestamente más de dos mil millones [de soles] iban a parar a los medios o a otros organismos que hacían la finta de educación. En la ley de medios tenías que meter competencia de acuerdo a la ley de contrataciones del Estado.
—Usted dice que a Saavedra lo sacaron por los millones que supuestamente iban a parar a los medios y otros organismos. Pero en teoría lo sacaron por la compra de computadoras, ¿no?
Eso, desde mi punto de vista, es más una anécdota.
—¿Una excusa?
Una excusa.
—¿Qué otros errores considera que se han cometido en la bancada?
La incapacidad de formar equipo. Setenta y tres congresistas tienen sus propias ilusiones, su propio poder, tienen también sus anhelos, no solo locales, regionales, de querer hacer algo. Esa incapacidad de poder obtener equipos ha derivado en no poder unir a 73 para un objetivo concreto.
—¿Usted cree que esa división entre La Mototaxi, La Botica y los demás mermó la capacidad de coordinación dentro de la bancada?
En la bancada se discutían los temas que la dirección, entre comillas, del partido decía. Muy pocos eran los temas libres para dialogar. El enfrentamiento, la lucha política que debe haber en cada organización era casi nula, porque si uno tenía un pensamiento crítico, lo que hacían era mandarte a la Siberia política.
—Se anunció que Fuerza Popular entraba en reestructuración. ¿Está ocurriendo?
Hemos pedido una reconstitución total del partido y eso significa refundar. Yo no pertenezco a Fuerza Popular, pero hemos ayudado a construirlo. En el estatuto no existe un gabinete de crisis, no existe eso. Lo segundo es que si vas a elegir un secretario general se tiene que hacer una asamblea. ¿Hubo asamblea en la cual vinieron los delegados de todo el país?
—¿Entonces es ilegítima la elección de Luz Salgado como secretaria general?
No sé si es ilegítima, pero eso te lleva a ver que estás haciendo que el comité ejecutivo nacional (CEN) solo sea del Congreso [...] y allí está el error político de no haber construido, no haber apostado por el crecimiento del partido, y haber considerado que tu partido político es el Congreso. Ahí está el error político que estamos pagando con creces.
—¿Debe dejar Keiko Fujimori la presidencia del partido?
Bajo estas circunstancias, creo que ella debe hacer un mea culpa, como nosotros lo estamos haciendo. Nosotros les pedimos perdón a nuestros electores, a nuestros dirigentes. Esta situación ha llevado a una paralización del país que nosotros no hemos querido. Yo, como congresista, tampoco he querido este desenlace de Keiko, de ninguna manera, pero los errores políticos se pagan. Por eso hemos afrontado con dignidad, con lealtad y también con compromiso nuestros errores. Creo que debe haber un cambio.
—¿Cree que a Keiko le queda algo de capital político para tentar un cargo público?
Yo creo que es una oportunidad grandiosa. La estrategia en cuanto a la campaña era, primero, decir que estos fondos venían de empresarios que no querían saber que estaban donando, pero esa estrategia era...
—No era delito porque el Congreso había hecho la ley que permitía que no fuese delito. Pero al menos era una falta grave falsificar información financiera para ocultar aportes.
Es una falta ética y moral, por eso tenías que compensar en el tiempo cuál tenía el mayor peso relativo. Decir la verdad es comportarse en la parte ética y moral, pero la parte mediática, que era tan fuerte, que le iban a hacer puré, entonces se usó la segunda estrategia, que para mí es errada: ir a los tribunales, ir a la justicia. Eso es una enredadera.
—Usted pidió licencia. No estuvo yendo al pleno, ahora le toca volver. ¿Cómo cree que va a ser su relación con la bancada ahora que regresa? ¿Va a estar en la Siberia o va a tener un recibimiento cálido?
Obviamente, voy a estar en la Siberia política. Algunos me saludarán, otros me dirán cosas.
—¿Ha recibido alguna amenaza o advertencia?
Creo que hay una campaña complicada para querer acusarme de todo. Si es posible, van a sacar mi ADN y van a decir qué enfermedad sufro para atacarme.
—¿Una campaña de desprestigio?
Pero por supuesto.
—¿Desde el mismo partido?
Sí, claro. Uno sabe que una acción va a generar una reacción y esta reacción puede ser durísima. Incluso ha habido gente en San Martín que me avisa que han estado preguntando cosas de mí. Felizmente, toda mi vida es transparente. Obviamente para hacerme daño.
—¿Sigue manteniendo su postura de no renunciar?
No voy a renunciar, voy a asumir mi responsabilidad política.
—¿Y por qué no asumirlo desde fuera?
Porque quiero que ellos sepan mi verdad. ¿Por qué renunciaría?
—Porque lo podrían tener en la Siberia política hasta el 2021.
Uno puede dar la lucha interna.
—¿Usted cree que haya más renuncias en Fuerza Popular?
Con Tubino es una excelente oportunidad para una cohesión. Ya no puedes seguir con la misma situación que antes. Tienes que pensar qué pesa más: ¿el partido o personas que creían que eran intocables y al final has visto su falibilidad? Tiene que pesar más la organización partidaria.
—Lo acaban de sacar de la Comisión Permanente y de la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales, en su reemplazo ha entrado Luis Galarreta. ¿por qué cree que lo sacan?
En el Parlamento tengo muchos años y es una cuestión de especialidad. La experiencia es importante en la toma de decisiones de una comisión. Yo he estado casi 10 años en la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales. Tengo un ‘expertise’, me sacan sin decir nada, con la excusa de que no iba a las sesiones. No es que no iba, una vez no fui porque me fui a ver a mi papá, que se cayó y estuvo internado. Últimamente no fui porque estaba delicado de salud. Tengo el certificado médico y todo. Decir que me sacan solo por eso es una excusa tonta.
—¿Tiene que ver con la correlación de fuerzas dentro de la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales?
Creo que quieren los votos para ver la situación de Chávarry. No se actuó lo mismo cuando fue el señor Hinostroza. En ese caso se acumularon las denuncias, en el caso de Chávarry no se han acumulado las denuncias.
—¿Entonces usted cree que su cambio tiene que ver con asegurar los votos para blindar a Chávarry?
Posiblemente, desde mi punto de vista hay mucho juego político.