Las primeras encuestas sobre las elecciones parlamentarias de enero próximo indican lo que ya se intuía. Primero, alta fragmentación del voto, casi sin partidos que superen el 10% y con muchos por debajo de la valla electoral. Todo hace pensar en un Congreso fragmentado con cinco o seis bancadas sin ninguna dominante. Y segundo, un alto desinterés, manifestado en el alto porcentaje de quienes no tienen decidido su voto. Sin candidatos presidenciales que atraigan atención a las listas del Congreso, la carrera todavía es invisible.
¿Cuál será la suerte de los partidos en esta carrera? A riesgo de ser vapuleado cuando tengamos los resultados en enero, les comento los grupos que veo con más probabilidad y les dejo un par de dudas. Creo que, por razones distintas, Fuerza Popular, Acción Popular, Alianza para el Progreso y el Partido Morado tendrán cierto éxito en la elección. Por éxito me refiero a un resultado entre 8% y 20%. No veo grandes ganadores.
Fuerza Popular, a pesar de su debacle, mantiene un núcleo de apoyo. Los rostros del pasado que han elegido para comandar su esfuerzo electoral apelarán al votante fujimorista duro y atraerán al votante crítico del gobierno y con agenda conservadora. Eso puede significar una bancadita nada despreciable. Igual, su resultado se leerá como una derrota al compararlo con el del 2016.
Acción Popular ha apostado por sus militantes, la enorme mayoría poco conocidos. Esto sería un riesgo muy grande en una elección sin locomotora presidencial en la que las caras de quienes encabecen las listas son fundamentales para atraer votos. Pero el recuerdo del símbolo de AP lo hace menos proclive a este problema. Su suerte final dependerá de si sus candidatos logran dar fuego y atraer más atención pública, pero por ahora parecen bien posicionados.
Alianza para el Progreso tiene caras poco conocidas en el debate nacional, pero no se sorprenda cuando obtengan un congresista en varias regiones. Que Lima no conozca a sus candidatos no significa que sean desconocidos a nivel local. Por ese pragmatismo que le permite invitar a personas diversas a candidatear, además del apoyo económico de un partido con recursos, también veo a APP como uno de los bien posicionados.
Finalmente, los morados han logrado una lista diversa con algunos nombres vinculados a agendas de reforma, que seguro atraerá un voto más programático. El riesgo del partido, sin embargo, es que ese mensaje programático no logre ser transmitido o que por mantener un cómodo “centro” los candidatos sean percibidos como tibios, sin definiciones claras. Con todo, creo que también estará en el grupo de los que pasen la valla con facilidad.
Mis dudas están en la izquierda y el Apra. La izquierda tiene votos en el Perú, especialmente en el sur, y cuando menos una de sus listas debería recoger esos votos críticos. El problema para ellos es que al ir separados y no tener referentes atractivos podrían quedar por debajo de la valla. Con todo, creo que cuando menos un partido debería pasar. Y el Apra va a la elección muy debilitada. Si ya con Alan García casi no pasa, más difícil que pueda superar la valla con esta lista. Quizás raspando. Veremos en un par de meses si esta evaluación fue correcta.