La agencia internacional Fitch Rating preparó un informe sustentando la rebaja de la calificación crediticia peruana, pero el MEF apeló y quizá este martes se conozca la decisión final. Somos el único país de la Región que no ha sufrido una rebaja en la calificación crediticia en moneda extranjera.
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Si ello ocurriera, el golpe sería muy fuerte porque se encarecerá el financiamiento del Gobierno y de las empresas y se reducirá la demanda por nuestros bonos, justamente cuando tenemos que emitir más para conjurar el enorme déficit del próximo año.
Las razones para tal rebaja, según el informe, son la inestabilidad política y las leyes populistas aprobadas por el Congreso, sin que el Gobierno tenga capacidad de contenerlas. No solo eso, en ocasiones se allana: si bien la ley-bomba de devolución de fondos de la ONP ha sido demandada al Tribunal Constitucional, la primera ministra ha anunciado que se cumplirá con ella, levantando expectativas que no se van a poder cumplir porque no hay fondos ni presupuesto. ¿A quién se le va a quitar? El choque entre el ministro Waldo Mendoza y el gobierno no parece estar lejos.
Tenemos en el Congreso candidatos a la presidencia que hacen su campaña con los dineros de todos los peruanos, reventando el equilibrio fiscal. Urresti ha sido el gran impulsor de la mencionada ley, con una campaña diaria por las redes con conminaciones a la Mesa Directiva y a otras bancadas para que se apruebe, luego para que se insista en ella cuando fue observada, para que se ponga en la orden del día… Hace campaña con nuestra plata y a costa de la salud fiscal del país. Lo mismo hizo con el sistema privado de pensiones. Por supuesto, con el coro de la mayor parte de bancadas.
No es el único: otras bancadas hicieron clientelismo político puro cuando impulsaron la ley que regala nombramientos y ascensos automáticos en Salud y Essalud, afectando también la caja fiscal y anulando cualquier meritocracia. Y así sucesivamente.
Hay congresistas que alientan marchas y bloqueos para sacar sus leyes, como aquel de Acción Popular con los colectiveros. Detrás del reciente bloqueo en Las Bambas estuvo Lenin Checco del Frente Amplio, siguiendo el preclaro camino de Martín Vizcarra contra Tía María. Pero la maestra indiscutible ha sido la izquierda, que no gana elecciones pero sí la batalla cultural. Hace años que Verónika Mendoza y compañía vienen pidiendo cambio de Constitución y derogatoria de la ley de promoción agraria, a lo que se han sumado ahora Guzmán y Forsyth. Con el discurso de la explotación y el abuso que cometen otros, apuntan a destruir la gesta empresarial y laboral más grande de los últimos 20 años, solo para conseguir votos.
Si los cientos de familias que integran la cadena de valor de la agricultura moderna, la acuicultura, la avicultura, la forestería, etc., no se unen en una campaña inteligente y efectiva, se echará por la borda una de las naves insignia del crecimiento peruano, que da empleo con derechos a más de 500 mil trabajadores.
Construir esas empresas tecnológicamente avanzadas y con empleo formal tomó dos décadas. Su destrucción habrá tomado cinco días.
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