El presidente Martín Vizcarra dirigió anoche un largo mensaje a la nación de casi 30 minutos, en los que se trató de abordar distintos temas. Para los analistas políticos Enrique Castillo, José Carlos Requena, Arturo Maldonado y Luis Benavente, más que un discurso post referéndum, fue una especie de mensaje de 28 de julio, que habitualmente se da desde el Congreso.
El analista Enrique Castillo remarcó que el mandatario tuvo tres partes bien definidas en su discurso. La primera sobre la reforma política y su urgencia, la convocatoria a un diálogo político y la exposición de su gestión.
Castillo resalta que las dos primeras figuras son hasta cierto punto contradictorias en sí mismas. “El presidente señala que en un momento hay que dejar los enfrentamientos, pide iniciar al diálogo político, pero por otro lado sigue empujando al Congreso, sigue urgiéndolo a aprobar reformas”, dijo.
Precisamente, los cuatro analistas consultados concuerdan también en que el mensaje a la nación que brindó Vizcarra fue apostando a la popularidad obtenida en las últimas encuestas (65% en noviembre, según Ipsos-El Comercio) producto del hartazgo político de la ciudadanía.
Para los especialistas, el panorama es claro: es para este sector en el que el presidente sale fortalecido, sobre todo proponiendo que se analice la inmunidad parlamentaria y el voto preferencial. “Como que se quisiera arrinconar al Congreso, se quiera ganar puntos entorno a una institución que ya está de verdad bastante golpeaba y desprestigiada”, refirió José Carlos Requena.
Arturo Maldonado hace hincapié en que a Martín Vizcarra el último referéndum le dio mayor fortaleza de carácter popular. “Y está usando esa fortaleza para seguir marcando la agenda del Congreso y la institución política. Lo que está tratando de hacer es mantener esa relación en donde tiene un mayor capital político”, apuntó.
Vizcarra anunció la creación de una comisión para reformar la inmunidad parlamentaria y el voto preferencial, que será integrada por personajes notables.
A juicio de Castillo, si bien a nivel de la ciudadanía el mandatario tendrá respaldo ante este mecanismo (puesto que eran reformas que habían quedado fuera del referéndum), “encargarles a diferentes notables, diferentes comisiones, la elaboración de reformas eso de alguna manera es romper la institucionalidad”.
“Con lo que él ha plantado ayer, si él tenía problemas con la mayoría parlamentaria (Fuerza Popular), ahora los va a tener con el resto de bancadas, incluso con las del oficialismo, porque los congresistas van a sentir que están pintados en la pared”, expresó.
En el caso de diálogo con el resto de fuerzas políticas, el analista Luis Benavente refirió que en el Perú “es una palabra vacía”, por lo que exhortó a que ahora sí se lleguen a conclusiones y acuerdos.
“Siempre se ha convocado usualmente cuando los gobiernos estaban en aprietos, cuando se les acababa el oxígeno y siempre han sido diálogos en realidad pocos serios. Nunca ha habido una agenda, conclusiones, compromisos. El diálogo en el Perú tiene un saludo a la bandera”, aseveró.
No obstante, Benavente manifestó que el mensaje de anoche del presidente Vizcarra trata de responder la interrogante que muchos de hacían: ¿y después del 9 de diciembre qué? “Está una clara respuesta, el presidente continúa con su acción política de reforma política, ese es su gran tema en la gestión presidencial”, dijo.
Para José Carlos Requena, el mensaje fue “un alarde o una exhibición de musculatura absolutamente innecesaria” y señaló que faltó “una agenda mínima”.
Castillo cuestionó que haya faltado “plantear temas centrales” como en el rubro económico y empresarial, así como una autocrítica de la actual administración. “Hasta ahora el presidente no ha hablado nada de refrescar su gabinete o de incluso nombrar a los ministros que están faltando en Trabajo y en Cultura”, acotó.