El expresidente Alejandro Toledo -investigado por lavado de activos y colusión- se entregó este viernes a las autoridades norteamericanas para ser arrestado y luego recluido en una cárcel hasta su extradición al Perú, tras una orden del juez Thomas S. Hixson, de la Corte del Distrito Norte de California de Estados Unidos. Así lo confirmaron fuentes de El Comercio. Sin embargo, en estos momentos no se conocen más detalles.
El Servicio de Alguaciles de los EE.UU., a través de su oficina de asuntos públicos, confirmó a El Comercio que Toledo se encuentra bajo su custodia, lo que da inicio oficialmente a la extradición.
Alicia Rojas, de la sección Política, conversó con la periodista Liliana Michelena, quien se encuentra en San José California.
En diálogo con este Diario, Michelena relató detalles sobre las horas previas a la entrega de Alejandro Toledo y la confirmación de encontrarse bajo custodia de las autoridades estadounidenses.
“El lugar [la Corte] tiene una entrada principal con dos ingresos por avenidas diferentes. Hubo una treintena de periodistas, entre nacionales y extranjeros. Hemos estado haciendo guardia. Supimos del momento en que Toledo dejó su domicilio en Menlo Park, contamos los 25 minutos que debía haber tomado [llegar a la sede]. No teníamos noticias sobre él. Nadie lo vio ingresar. Confirmamos minutos más tarde que Alejandro Toledo se había entregado y estaba bajo la custodia de los alguaciles. Lo que no tenemos confirmado es dónde exactamente está. Está el rumor de que se presentó en otra sede o que está en el edificio [de la Corte de San José]”, narró.
Michelena comentó también que el consulado peruano está ocupándose ahora del tema. Informó también que la asistente del expresidente llegó a las 9 a.m. (hora California), hora en que se venció el plazo para que Toledo se entregue a las autoridades. “Dio vueltas, no declaró. [Dio] unos datos contradictorios”, dijo.
Respecto al traslado de Toledo a una prisión, donde deberá aguardar a la comitiva peruana que llegue a Estados Unidos, Michelena indicó que “se tenía información que sería trasladado a la cárcel de San Mateo -a 45 minutos de San José-, la misma prisión de la que fue liberado en marzo del 2020″. Sin embargo, esta era aún información en desarrollo.
Mientras la expectativa por la entrega de Alejandro Toledo congregó a un numeroso grupo de periodistas, por parte de la comunidad peruana que radica en el Estado de California la presencia fue menor.
Agregó que las celdas en cortes como la de San José son temporales. “Lo que se ha activado, desde el lado de aquí, es que el cónsul adscrito está supervisando lo que tiene que supervisar: la seguridad y que se respeten los derechos de un connacional peruano. El asunto del retorno y el trámite para la repatriación lo está viendo la misma embajada en Washington junto al Departamento de Justicia”, concluyó Michelena.
Nota previa
“Yo me voy a entregar (...) Le pido a la justicia peruana que no me mate en la cárcel, déjenme luchar con argumentos”, dijo la noche del jueves.
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Dos semanas después de posponerse su orden de detención por diversos recursos presentados, el miércoles Hixson volvió a poner fecha para la entrega de Toledo.
Sin embargo, Toledo interpuso la madrugada del jueves una “moción de urgencia” para evitar su detención y extradición ante la Corte del Distrito de Columbia. Horas después, su pedido fue denegado.
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Mira aquí el anuncio de Hixson sobre la detención de Toledo:
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En la audiencia del miércoles, se adelantó que, tras ser detenido, Toledo sería internado en el Centro Penitenciario de San Mateo, Estados Unidos a la espera de su extradición al Perú.
La fiscalía peruana pide 20 años de cárcel para Toledo por los presuntos delitos de lavado de activos y colusión. Lo acusa de recibir un soborno aproximado de US$ 35 millones a cambio de licitar a favor de la empresa brasileña Odebrecht el proyecto de construcción de los Tramos 2 y 3 de la Carretera Interoceánica.
El 9 de febrero de 2017, el Poder Judicial dictó 18 meses de prisión preventiva contra el otrora líder y fundador de Perú Libre y luego de seis años se acerca cada vez más el día en que responderá ante la justicia peruana.
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