En la esquina noreste de 28 de Julio con Garcilaso de la Vega está el Museo Metropolitano, una mole con instalaciones audiovisuales sobre las raíces prehispánicas limeñas, las tapadas, la urbe desbordada y chispazos del futuro. Antes fue la sede del Ministerio de Fomento y Obras, donde se centralizó la ejecución de la inversión pública desde que Piérola lo creó en 1896. Cuando Juan Velasco dio el golpe de estado militar en 1968, lo canceló y construyó otra mole de arquitectura brutalista (hoy Ministerio de Cultura) para el Ministerio de Pesquería, otra desangelada para Energía y Minas en San Borja, separó Transporte de Vivienda y creció el Estado.
Fujimori fusionó en 1992 Vivienda y Transporte. Pero el Estado, ay, siguió creciendo a pesar de la pica neoliberal contra la multiplicación del gasto corriente. Fujimori hizo suya esa pica privatizando algunas empresas públicas; pero, por otro lado, cedió a las tendencias de la tecnocracia multilateral de fundar ministerios temáticos. También cedió al afán de copamiento de sus huestes naranjas. El Ministerio de la Mujer, amigos, amigas y amigues, fue creado por el ‘Chino’ en 1996. Alan García II creó Cultura y Ambiente y Humala sumó el de Inclusión Social (Midis), el benjamín del gabinete. Toledo ya había hecho un rediseño ministerial en el 2002, sumando Pesquería a nuevos rubros para de ese paquete extraer dos nuevos ministerios: Producción (Produce) y Comercio y Turismo (Mincetur).
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Dina quiere crear un nuevo ministerio, pero tiene miedo de que se reactive el pavor al crecimiento del Estado entre la derecha económica liberal (aunque en el Congreso suele taparse la nariz y votar iniciativas que hacen crecer el gasto corriente y el déficit fiscal). Por todo esto –es nuestra hipótesis preliminar- el primer ministro Gustavo Adrianzén, con más ahínco que Dina, ha alentado, a guisa de compensación, rumores de fusión de dos pares de ministerios, sin aclarar cuáles ni cómo ni cuándo. Lo más probable es que, si se aprueba la creación del ‘Mininfra’, las fusiones queden en mera evaluación y debate entrampado; pero se ha abierto la especulación sobre posibles apareamientos: Mujer con Midis, Mincetur con Produce, MTC con Vivienda. Lo único concreto es que el proyecto del ‘Mininfra’ ingresó a mesa de partes del Congreso el 30 de julio y fue el principal tema de conversación en la ronda de diálogos que protagonizaron la presidenta y Adrianzén con los líderes de las bancadas que asistieron a la convocatoria (se bajaron del coche Renovación Popular, Avanza País y la izquierda). Dina pidió a cada partido, explícitamente, que vote por su proyecto.
La ronda tuvo buena acogida en APP. La congresista por Lambayeque, María Acuña, hermana de César, presentó un proyecto de creación de un ‘Ministerio de Infraestructura Pública’ el 16 de agosto, un día después de la reunión de sus líderes partidarios con Dina. Ella no estuvo en el encuentro pero estaba pendiente del tema por una razón que precede a la ronda. En marzo del 2023 presentó un proyecto para que se den por concluidas las funciones de la Autoridad de la Reconstrucción con Cambios (ARC) con una disposición transitoria que pide que se declare de necesidad pública “la creación del ministerio que centralice la ejecución de las obras de gran envergadura, emblemáticas”. Esta vez, para coincidir con el Ejecutivo, convirtió la disposición transitoria en objeto de la ley: “Créase el Ministerio de Infraestructura Pública en base a Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN), creada por Ley 31841, ministerio al cual se adscriben todos los organismos ejecutores de obras y proyectos del Estado”. Si su primer proyecto empezó como una casualidad, ha terminado como una coincidencia interesada entre dos fuerzas amigas, APP y el gobierno.
Un líder de Somos Perú me contó su diálogo partidario divergente del de APP: apenas se tocó el tema del ‘Mininfra’, Patricia Li, la presidenta del partido, y sus acompañantes, le dijeron a Dina que sus varios gobernadores y alcaldes no simpatizaban con la idea, entre otras cosas, porque temían que las obras quedaran en un limbo de incertidumbre. En el chat de autoridades elegidas somistas, la desconfianza es mayúscula. Al oír el desinterés de sus interlocutores en el tema, Dina se replegó y pasaron a otros temas. La posición de Somos no pesa solo por su pequeña bancada de 6, sino por su grupo de 8 gobernadores entre los que está el cusqueño Werner Salcedo, presidente de la Asamblea Nacional de Gobernadores Regionales (ANGR), quien ya declaró su oposición al proyecto.
¿Y la ANIN?
Conversé con una persona que estuvo en la creación de la Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN), como un ente con competencias transversales que asumía a la ineficiente ARC y promovía proyectos. Cuando el entonces primer ministro Alberto Otárola y su equipo de la PCM desarrollaron la propuesta de la ANIN en consenso con Dina, la intención final era sembrar las condiciones para crear un ‘Ministerio de Obras Públicas’. La ANIN era un paso en esa dirección y pensaron que podrían lanzar la propuesta del ministerio en el 2025 para dejar el debate abierto antes del fin de Dina. Alejado Otárola del gobierno, se han cambiado prioridades y apuros.
La idea de centralizar la ejecución de obras circulaba mucho antes de Dina entre algunos tecnócratas que se perdían entre los brazos ejecutores de cada ministerio (Pronied para construir colegios, Provías para el MTC, Pronis para hospitales y postas, etcétera) y sus disímiles ritmos y complejidades. Pero no llegó a materializarse en algún proyecto. Es curioso, quizá pretencioso, que haya sucedido en un gobierno débil con alta rotación de ministros. Lo único a favor de que Dina se salga con las suyas y se apruebe la ley (su ejecución tomaría tiempo y la transición sería de sumo cuidado) es que está en buenas migas con la mayoría congresal. Sin embargo, la ronda ya mostró que hay disidencias en el llamado ‘Bloque Democrático’. Avanza y RP no fueron ni a dialogar. Somos fue y dijo que no. Muchas bancadas están calculando sus poses radicales preelectorales, de modo que su relación con el gobierno puede tener giros imprevistos. Por otro lado, el debate del presupuesto 2025 se acaba de abrir con la nueva legislatura y allí puede consumarse la negociación del ‘Mininfra’.