La alianza entre el presidente Pedro Castillo y la agrupación Nuevo Perú, de Verónika Mendoza, se rompió esta semana con el cambio del Gabinete Ministerial, nueve meses después del acuerdo político que suscribieron durante la segunda vuelta presidencial.
Los congresistas de esa agrupación coinciden en negar el voto de confianza al Gabinete que preside Héctor Valer y cuentan con el respaldo de su renovada comisión política, que se reunió el miércoles pasado para acordar una postura crítica al Consejo de Ministros.
La legisladora de Nuevo Perú Ruth Luque, vocera de la bancada Juntos por el Perú, aseguró que es intolerable la presencia de Valer en la PCM por las denuncias de violencia familiar que pesan en su contra.
“Este Gabinete es una oportunidad perdida. No es la expresión del tipo de cambio que queremos”, dijo a El Comercio.
El Consejo de Ministros que lidera Valer es el primero que excluye a militantes de Nuevo Perú. Los anteriores contaron con Pedro Francke (Economía) y Anahí Durand (Mujer y Poblaciones Vulnerables).
Cuestionamientos
Tras la conformación del nuevo Gabinete, Mendoza acusó al gobierno de Castillo de traicionar “las expectativas de cambio del pueblo”. Agregó que el sector de izquierda que representa ha “perdido la batalla” de acercar el Estado a la gente e impulsar grandes reformas.
Luque añadió que el gobierno de Castillo aún no materializa los acuerdos políticos que permitieron la alianza con Nuevo Perú, como la segunda reforma agraria, la reforma tributaria y la masificación del gas.
La dirigencia de Nuevo Perú considera, por ejemplo, que Castillo dejó solo a Pedro Francke en la lucha por sacar adelante la reforma tributaria. “[Además], el tema de la masificación del gas ha sido una oportunidad perdida. Se formó una comisión que no logró concretar algo”, destacó Luque.
La flamante presidenta de Nuevo Perú y exministra de la Mujer, Anahí Durand, aseguró que el país eligió “un gobierno de cambios”, y demandó que estos se busquen “con un gabinete capaz de llevarlos adelante”.
La postura de la agrupación ante el Gabinete Valer quedó resumida en el comunicado que compartimos abajo. Poco antes de su difusión, la activista Gahela Cari, integrante de la comisión política de Nuevo Perú, adelantó a El Comercio que apoyarán la negativa a entregar el voto de confianza.
Desacuerdos
La última reunión a solas que sostuvo Castillo con representantes de Nuevo Perú se realizó el pasado 21 de diciembre en Palacio. El mandatario recibió a Verónika Mendoza, Pedro Francke, Anahí Durand y Álvaro Campana, quien ejercía como secretario general de la agrupación.
Campana contó a El Comercio que en la reunión se habló del “pésimo manejo de las comunicaciones” de la Presidencia, la “inconsistencia” en el discurso del Ejecutivo y “el malestar de algunos sectores sociales con algunos ministros, principalmente con la ministra de Trabajo [Betssy Chávez]”.
Sin embargo, tras la renuncia de Mirtha Vásquez a la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) el lunes pasado, Castillo ratificó a Chávez en la cartera de Trabajo y no convocó a Francke ni Durand.
En opinión de la politóloga Katherine Zegarra, mientras duró la alianza, Nuevo Perú se mostró muy flexible ante designaciones cuestionadas que realizó Castillo.
“Sus posiciones progresistas y a favor de los derechos no se han mostrado tan fuertes. Probablemente, disminuyan las personas que apoyaban a Nuevo Perú por las banderas progresistas”, señaló.
Zegarra añadió que Nuevo Perú cargará con los pasivos del Ejecutivo y no ha encontrado ningún activo que lo beneficie. Además, consideró que Verónika Mendoza y el sector de la izquierda progresista que representa no muestra capacidad de autocrítica.
Campana respondió que Nuevo Perú sentía el deber de ayudar a que se enrumbe el gobierno. “Teníamos un acuerdo político y por tanto había que hacer esfuerzos dentro del Ejecutivo, en el Parlamento y también en el movimiento social, para impulsar los cambios que se prometieron”, dijo.
El exsecretario general de la agrupación añadió que - en su opinión- no dejaron de luchar por las políticas progresistas.
Para el analista político Pedro Tenorio, Nuevo Perú no ha pasado de ser un proyecto de tecnocracia vinculado al gobierno de turno.
“No es un partido y al no tener inscripción, carece de margen de maniobra. Castillo ha prescindido de ellos y han quedado bastante magullados”, consideró.
Tenorio estimó que el rol de Mendoza en este gobierno será criticado por la ciudadanía. “Por continuar en el poder se han hecho de la vista gorda en una serie de actitudes que hoy critican”, dijo.
En el Congreso
Nuevo Perú participó en las elecciones generales del 2021 junto con el Partido Comunista Peruano, el Movimiento por el Socialismo, Patria Roja, Juntos por el Perú y otros grupos de izquierda.
Todos ellos formaron la coalición Juntos por el Perú y alcanzaron cinco curules en el actual Congreso.
De las cinco curules, cuatro son ocupadas por militantes de Nuevo Perú (Ruth Luque, Isabel Cortez, Sigrid Bazán y Reymundo Mercado) y la otra por un militante de Juntos por el Perú (Roberto Sánchez).
Pero Sánchez no solo es congresista, sino también ministro de Comercio Exterior y Turismo. Por ello, está a favor del voto de confianza.
En diálogo con El Comercio, Luque contó que dialogó con Sánchez el miércoles pasado y le manifestó “de manera directa” la posición crítica de Nuevo Perú ante el nuevo Gabinete.
Consultada si la bancada podría dividirse, señaló: “Nosotros como alianza política hemos venido dialogando. No ha habido ninguna evaluación al respecto, así que seguimos coordinando”.
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