La presidenta de la República, Dina Boluarte, optó por no acudir a la ceremonia de conmemoración de los 200 años de la histórica batalla de Junín y, en su reemplazo, las actividades 一que incluyeron un desfile cívico-militar一 tuvieron que ser encabezadas por el jefe del Gabinete Ministerial, Gustavo Adrianzén.
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“En nombre de la presidenta Dina Boluarte, con ocasión de conmemorar el bicentenario de la consolidación de la independencia del Perú, invoco al diálogo, a la unidad, a la articulación, y a la suma de esfuerzos para seguir siendo los primeros”, dijo Adrianzén durante su discurso. Remarcó que, “como ella [Boluarte] lo dice siempre, el suyo es un gobierno no de palabras, sino de hechos”.
La ausencia de la mandataria a la importante ceremonia se hizo notar, más aún cuando a la Pampa de Junín 一ubicada a más de cuatro mil metros sobre el nivel del mar一 sí acudieron las más altas autoridades del Estado, como el propio presidente del Congreso, Eduardo Salhuana, así como más de una decena de ministros, parlamentarios, representantes de organismos autónomos como el Tribunal Constitucional, el alto mando militar y autoridades locales y regionales, entre otros.
Se hizo evidente la ausencia de la jefa del Estado, Dina Boluarte, durante la ceremonia en Junín a la que sí acudieron distintas autoridades gubernamentales. (Foto: PCM)
/ De cara a la ceremonia, desde el Despacho Presidencial se informó que Boluarte Zegarra no acudiría “por motivos de fuerza mayor”, sin brindar mayores detalles de la inasistencia. La jefa del Estado no participó en ninguna otra actividad pública oficial ni tampoco registró reuniones en Palacio de Gobierno. Incluso, el premier Adrianzén fue consultado por la prensa al culminar el desfile por la ausencia, pero evitó responder sobre este tema.
Cuestionamientos en la región
En los días previos, el Frente de Defensa de los Intereses de la Provincia de Junín había requerido públicamente que ni Boluarte ni el gobernador de Junín, Zósimo Cárdenas, lleguen a encabezar esta ceremonia cívico-militar, en un contexto en el que se registraron semanas antes movilizaciones en la región por demandas de mayor presupuesto. No obstante, Cárdenas sí participó de la ceremonia.
Además, los reportes de inteligencia levantados en la zona en la víspera no daban cuenta de riesgos sociales y de seguridad significativos que impliquen la ausencia de la jefa del Estado; se reportó que el factor sociológico “se encuentra relativamente tranquilo”, según confirmaron fuentes de inteligencia a El Comercio. Además, la Policía Nacional había garantizado la seguridad en la zona, evidenciándose un despliegue significativo de agentes.
El congresista Edgard Reymundo (Bloque Democrático Popular) consideró como “lamentable” que Boluarte, siendo la presidenta de la República, “no haya acudido a un acto tan importante”. Aunque, a su juicio, ello ocurrió justamente por el descontento que existe en la región y para evitar cualquier desplante político.
“No creo que sea por ‘fuerzas mayores’ sino por el temor que tiene al descontento de la población de Junín que prácticamente se encuentra totalmente desanimada (...) Dina Boluarte se corrió porque no cumple con sus promesas y la población se encuentra, al igual que todo el Perú, totalmente descontenta”, dijo el legislador Reymundo a este Diario.
Por su parte, el legislador Héctor Acuña (Honor y Democracia) dijo estar sorprendido por la ausencia de Boluarte y confirmó que no se brindaron mayores razones en el lugar. “Realmente sorprendido, creo que se ha perdido una oportunidad, se trata de una fecha importante. No sabemos qué ha pasado”, dijo el también expresidente de la Comisión de Cultura del Congreso.
Igualmente, la parlamentaria Silvana Robles (Bancada Socialista) calificó de “lamentable” que, en el bicentenario de la gesta histórica más grande del Perú, esta “se haya visto empañada por la ausencia de una presidenta”. Agregó que, por el contrario, es usual que la ciudadanía pida la presencia de los dignatarios a esta conmemoración.
No obstante, Robles también consideró “acertada” la decisión de la jefa del Estado pues “hubiera sido una afrenta a la población que asista a una ceremonia en donde definitivamente no era bienvenida”.
El propio expresidente del Consejo de Ministros Alberto Otárola dijo que el bicentenario de la batalla de Junín hace recordar “que la libertad y la democracia se defienden con decisiones firmes”.
“Debió asistir a [la] ceremonia la presidenta Boluarte y el Gabinete en pleno. No hacerlo, cede espacio a hordas violentistas y a su pequeña visión de la historia del Perú”, señaló en X.
Fuentes cercanas a Palacio de Gobierno indicaron que la ausencia de Boluarte en Junín no tenía relación con un acuerdo adoptado por el frente de defensa de Junín. Acotaron que el último lunes, en edición extraordinaria de El Peruano, se publicó un decreto supremo a través del cual se aprobó el traslado de S/15 millones de presupuesto para la realización de una serie de obras en Junín. Este era precisamente uno de los reclamos del frente de defensa.
“La situación social allá es favorable, estamos llevando mucha inversión, de lo contrario, el primer ministro [Gustavo Adrianzén] no habría estado”, complementaron las fuentes.
Este Diario buscó conocer con insistencia cuáles fueron los motivos de “fuerza mayor” que impidieron a Boluarte encabezar la ceremonia, pero no fue posible recoger mayor información oficial. Para este miércoles, se prevé que se lleve a cabo una nueva sesión del Consejo de Ministros.
Descompensado
Aunado a la ausencia de Boluarte, también acaparó la atención la descompensación que sufrió el ministro del Interior, Juan José Santivañez, durante su viaje para acudir a las actividades por el bicentenario de la batalla de Junín.
Según se informó desde la propia institución, Santiváñez tuvo que ser auxiliado y trasladado a un centro médico cercano, “tras lo cual viene recuperándose y se encuentra estable”. Santiváñez tuvo que ser evacuado de emergencia con un helicóptero de la zona.
