El presidente Pedro Castillo designó este jueves a un nuevo jefe de la Casa Militar. Se trata del general de brigada José Antonio Mariscal Quiroz, cuyo nombramiento tiene efectividad a partir del 7 de abril de 2022.
Mariscal Quiroz se convierte así en el cuarto funcionario en desempeñar este cargo en los casi nueve meses de gestión de Pedro Castillo. Es un militar de 52 años nacido en Cajamarca, la misma región de la que proviene el jefe de Estado.
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Previamente, se desempeñó como director de la Escuela de Ingeniería del Ejército en el 2021 y como Inspector del Comando Logístico del Ejército (COLOGE) durante este año.
El 23 de octubre del año pasado, se publicó una resolución donde Pedro Castillo ascendió a Mariscal Quiroz -a partir del 1 de enero del 2022- de coronel de ingeniería a general de brigada, grado que ostenta hasta la actualidad.
Solo unos días antes, el 16 de octubre, Mariscal visitó Palacio de Gobierno. Fue para un reunión registrada a nombre de Miguel Herrera Céspedes, entonces jefe de la Casa Militar.
Su segundo ingreso a la sede del Ejecutivo fue el pasado 7 de abril, día desde que su reciente nombramiento se hizo efectivo.
Cuatro nombres en nueve meses
Cuando Pedro Castillo asumió la presidencia y se instaló en Palacio de Gobierno, el jefe de la Casa Militar era el general de brigada Carlos Manuel Yáñez Lazo. Había sido nombrado por su antecesor, Francisco Sagasti, el 1 de diciembre del 2020, poco después de que a este se le encargó la jefatura del estado.
Yáñez Lazo permaneció en el puesto hasta septiembre del 2021. El 9 de ese mes, una resolución firmada por Pedro Castillo y su entonces primer ministro, Guido Bellido, dio por concluida su designación y nombró en su lugar al general de brigada Manuel Alberto Herrera Céspedes.
Herrera Céspedes estuvo en el cargo hasta enero del 2022. En ese periodo, se sucedieron hechos relacionados al gobierno y las Fuerzas Armadas, como los cambios en la jefatura del Ejército y la Fuerza Aérea y la polémica por los ascensos en las FF.AA.
También hubo ingresos de equipos del Ministerio Público para realizar diligencias por indagaciones al entorno del presidente; y hechos como las fiestas de cumpleaños del presidente y de su hija, hoy en la mira de investigaciones fiscales.
En enero del 2022, Pedro Castillo nombró a Willy Dingler Bueno Balvin, otro general de brigada, como su tercer jefe de la casa militar del Despacho Presidencial. Es a él a quien, con efecto desde el 7 de abril, Mariscal Quiroz entra a reemplazar. El Comercio consultó a la oficina de prensa de Palacio de Gobierno sobre por el motivo detrás de este nuevo relevo, pero no hubo respuesta.
El rol del jefe de la Casa Militar
Las funciones que cumple el jefe de la casa militar del Despacho Presidencial están establecidas en el Manuel de Organizaciones y Funciones de la entidad. Entre las más importantes figuran “dirigir, organizar, coordinar y supervisar el sistema de seguridad del señor Presidente de la República y su familia, tanto en el interior como en el exterior de la Casa de Gobierno” y lo mismo con “el sistema de seguridad de las instalaciones de la Casa de Gobierno y domicilio del presidente”.
En el organigrama de Palacio de Gobierno, el jefe de la casa militar está por debajo del secretario general. “Es el encargado de la seguridad del presidente, es un cargo de bastante confianza (…) Le está confiando la seguridad suya, de su familia y de la entidad”, comentó sobre este cargo Pedro Angulo de Pina, quien fue secretario general de Palacio durante el gobierno de Martín Vizcarra.
Estas son las funciones de la Casa Militar
El exministro de Defensa Alberto Otárola dijo a El Comercio que las labores del jefe de la Casa Militar son “administrar la seguridad de Palacio de Gobierno, brindar seguridad a las instalaciones, coordinar con el personal de seguridad de la Policía e inteligencia los desplazamientos del presidente. También coordina la participación del batallón Mariscal Nieto”.
“Por ejemplo, si el presidente viaja a Piura, la casa militar coordina con la policía de Piura, con las bases militares para que brinden las facilidades. En realidad, es una subdependencia de las Fuerzas Armadas que se pone a disposición del Despacho Presidencial”, agregó Alberto Otárola.
El general en retiro Jorge Chávez Cresta, también exministro de Defensa y viceministro durante la actual gestión, agrega que el jefe de la casa militar suele provenir el Ejército y también puede cumplir un rol de “asesor militar” del presidente en momentos en los que el presidente participa en actividades relacionadas a las Fuerzas Armadas y al Ministerio de Defensa.
En lo que respecta a quien decide el nombramiento, Angulo señala que formalmente, el titular de la entidad del Despacho Presidencial es el secretario general, pero que “estos temas se conversan con el presidente porque corresponden a la seguridad de él y de su familia”.
“Evidentemente, el presidente se asesora con las personas que tengan el expertise, el primer ministro, el ministro [de Defensa]. Es un tema que se consensa y es el presidente quien al final, junto con su secretario general, adopta las decisiones”, comenta.
También señala que el jefe de la casa militar, que suele viajar con el presidente, es uno de los funcionarios que lo “frecuenta permanentemente”.
Por su parte, Otárola destaca que “es un cargo que, desde el punto de vista administrativo y logístico, depende la Comandancia General del Ejército”, a la que el funcionario reporta directamente. “Quien propone ese nombramiento es el comandante general del Ejército. Se lo propone al presidente de la República”, afirmó.
Chávez Cresta coincide en que la sugerencia debería venir del comandante general del Ejército, pero lo que se ha venido dando es una prioridad a las recomendaciones y elecciones en base a confianza sobre perfil profesional.
“Lo que está pasando son designaciones a dedo bajo la tipificación de que ‘es de mi confianza’. Las instituciones armadas no se administran de esa manera”, comentó.
¿Qué hay detrás de los cambios?
Ni el Despacho Presidencial ni el ministerio de Defensa ha dado mayores explicaciones sobre este cambio. Los exministros Chávez y Otárola coincidieron en que no es normal que un presidente cambie de forma tan seguida al encargado de este puesto.
El almirante (r) Jorge Moscoso, exministro de Defensa y exjefe del Comando Conjunto de las FF.AA., opinó en la misma línea y comentó que lo usual es que la persona designada para esa función dure al menos un año en el cargo.
“Un cambio en menos tiempo significa que ha habido alguna situación no normal dentro de las funciones y el trabajo que han venido haciendo los generales que han sido cambiados tan rápidamente”, dijo Moscoso.
Como referencia, el presidente Francisco Sagasti solo nombró a uno, el mencionado Carlos Manuel Yañez Lazo. Su antecesor, Wuilliam Saturnino Flores Zuñiga, estuvo durante todo el gobierno de Martín Vizcarra entre 2018 y 2020. Previamente, Pedro Pablo Kuczynski designó en el puesto a Colver Eduardo Ruíz Roa (2018) y a Carlos Gustavo Elera Camacho (2016).
Alberto Otárola comenta que “el cambio se produce cuando hay una vulneración a la seguridad” o “cuando no hay respuestas adecuadas para las coordinaciones del desplazamiento del presidente”.
“Si hubo cuatro cambios, es que ha existido un problema con la seguridad de Palacio, que es lo vemos a través de la prensa: ingresos de personas sin autorización, vehículos y personas no registradas”, aseveró.
El exministro agregó que suele haber informes de inteligencia que detectan estas fallas, pero quien toma la decisión es el mandatario, usualmente en consulta con la jefatura del Ejército.
Además, opinó que si estos problemas se relacionan con el desplazamiento del presidente al Congreso del pasado 5 de abril, el cambio estaría bien hecho, ya que “se tenía la sensación de una falta de apoyo de seguridad al presidente”.
Mariscal, hoy jefe de la casa militar, durante una ceremonia como director de la escuela de ingeniería del Ejército
Chávez Cresta señaló que los cambios indicarían “que no están cumpliendo adecuadamente sus funciones o se está haciendo un manejo no adecuado el puesto”. “Si nombro a una persona es para que permanezca el mayor tiempo posible (…) Cuando se trata de instituciones castrenses, creo que se debe seguir una línea, no puede ser un carácter político sobre la función de un militar a un determinado puesto”, manifestó.
Angulo de Pina considera que los constantes cambios en puestos claves como este son una constante del actual gobierno y de su inexperiencia en el sector público. “Lo que pasa es que no existe la capacidad de elegir correctamente a los funcionarios que lo puedan rodear. Es una constante (…) designan a funcionarios no competentes”, expresó.
Moscoso destaca que “el presidente, lamentablemente, no está cumpliendo con la transparencia en todos sus actos”. “Cuando uno habla de la seguridad del presidente es dentro y fuera de Palacio. El hecho que haya tenido reuniones ‘privadas’ en esta casa de Breña u otra, ya de por sí genera un problema al responsable de su seguridad, que es el jefe de la casa milita”, manifestó.
De los últimos hechos suscitados en torno a la figura del presidente que pudieron haber llevado al más reciente cambio en la casas miliar, el exministro Moscoso señala la difusión del reportaje de Panorama que mostró imágenes en las que supuestamente Pedro Castillo juega fulbito con Roberto Aguilar Quispe. Se trata de un empresario de 27 años, quien – en sociedad con las empresas China CAMC Engineering CO. LTD y China Civil Engineering Construction Corporation– ha logrado contratos con el Estado por más de S/580 millones en el actual gobierno.
“Por ahí hay una relación entre esas fotos y la reacción del cambio. No se entiende qué otra motivación (...) Es una señal no muy buena al interior de la institución”, comentó Moscoso. Días después de la emisión del referido reportaje, Pedro Castillo envió una carta notarial al director de Panorama para que rectifiquen “las imputaciones maliciosamente” atribuidas a su persona. También negó nuevamente que conociera a Aguilar y refirió que él no participó en el partido.
Otárola opinó que no ve relación entre los cambios de la casa militar con los cambios de ministros de Defensa. Sin embargo, creo que sí “tiene relación con una falta de institucionalidad”. “Las dos alas de Palacio (la administrativa y la residencial) pertenecen al Estado y por razones de seguridad debe existir un registro adecuado y escrupuloso de las personas que van a visitar al presidente, ya sea por razones de trabajo o de visita familiar”, dijo.
Chávez Cresta no puso en duda las cualidades profesionales del nuevo jefe de la casa militar, a quien llamó “un excelente oficial”, pero cuestionó si se le escogió “por sus méritos o por el simple hecho de ser cajamarquino”, como el presidente Pedro Castillo. El exministro señaló además que el presidente es una persona “muy desconfiada” y que “se está dejando llevar por lo que le dicen”.
“Cuando una persona no tiene la suficiente personalidad y madurez para tomar las decisiones acertadas, sucede eso: comienzas a cambiar de funcionarios como si fueran medias”, comentó. Por otro lado, advirtió que Pedro Castillo tiene desconocimiento y falta de asesoramiento en temas de Defensa. “Por ejemplo, ¿cómo va a decir que va a enviar aviones a recoger a nuestros conciudadanos [en Ucrania] cuando nuestros aviones no pueden cruzar un continente”, cuestionó.
Fuentes del ámbito militar comentaron que circulan múltiples versiones relacionadas a los motivos detrás de los cambios en la casa militar. Entre estas están las visitas no registradas a Palacio de Gobierno, la llegada del nuevo secretario general del Despacho Presidencial, Jorge Alva, y la creciente influencia de Henry Shimabukuro, funcionario de la DINI que actúa -según ha reportado El Comercio- como asesor en la sombra del presidente.