Minutos antes de que su vote su desafuero, el congresista Michael Urtecho dio sus descargos en el pleno del Parlamento. Comenzó su discurso señalando que no fue a defenderse ni a justificar sus actos, “he venido con un corazón contrito y humillado, gracias a Dios que estoy con vida porque con todo lo que me ha pasado me ha podido dar un derrame”.

Urtecho, visiblemente afectado, reconoció que le falló a sus electores, a sus colegas de bancada y a todos los que creyeron en él, al recortar el sueldo de los trabajadores de su despacho.

“No quiero que me recuerden como un congresista delincuente, por eso acepté todo lo que se cometió, quiero que me recuerden como un congresista que tuvo la valentía de decir la verdad, Dios no condena, Dios no señala, Dios no tiene ensañamiento, Dios no pone el dedo (en la llaga), Dios pide y espera que nos arrepintamos y yo me arrepentí”, dijo.

El ex miembro de Solidaridad Nacional reiteró que acepta ser denunciado ante la fiscalía, pero les pidió a sus colegas reflexionar sobre su posible destitución e inhabilitación.

“Acepto que me investigue (en el Ministerio Público), porque ahí es donde corresponde determinar si soy o no culpable, lo que les pediría es que reflexionen en cuanto a la destitución e inhabilitación por 10 años, les pido que reflexionen en eso. Yo acataré y aceptaré (la decisión que adopten)”, refirió.

Finalmente, señaló que no existe norma en el país que respalde su destitución e inhabilitación.