Siempre quiso ser ministro y, cuando Dina Boluarte lo llamó para ofrecerle el sector que más conoce, no dudó un solo segundo en aceptar. Para el ingeniero Rómulo Mucho es un honor servir al país. Su objetivo es destrabar o avanzar, que al final es lo mismo. Ha sido viceministro de Minas en el gobierno de Toledo, y también congresista perseverante que impulsó la ley del canon minero. De sus sueños presidenciables no quiere hablar. Cree que la presidenta sí está preocupada por el bienestar de los peruanos y él quiere apoyar para salir del foso. Lo encontramos alegre y entusiasta. Aquí sus reflexiones.
—Usted es puneño y esa región está muy molesta con Boluarte. ¿Fue elegido para ser el puente?
No es tan cierto que todo Puno esté molesto. La gente que trabaja, la gente que vive del negocio no está molesta. Ahora están más tranquilos porque están trabajando. Las revueltas, los bloqueos dañan mucho a la gente que trabaja.
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—Pero no puede negar que sí existe molestia…
Sí existe un sector en el Perú que es radical en su pensamiento; es minoría y es muy violento. A los radicales no los vamos a cambiar.
—¿Conversará con ellos?
Tienes que saber que la polarización viene desde los tiempos de Humala. Esto se profundiza con Pedro Castillo y todos los consejos de ministros descentralizados, que era una apología. Nos llevaron a una polarización terrible y dividieron al Perú. Pero si hoy la economía se recupera y todos tienen trabajo, la situación cambia. Ya hemos recuperado la paz social y vamos avanzando. Yo también puedo colaborar porque soy hombre de trabajo y venido con una misión; he marcado la cancha sin ambigüedades.
—Cuando lo nombraron, mi lectura fue que querían también un ministro bisagra con el sur y quién mejor que alguien de Puno.
La lógica de la razón lo dice, pero también puedo decir que desde hace un buen tiempo, desde hace muchos años, Evo Morales viene dañando la relación y su acercamiento a los líderes y gobernadores es para formar una nación aimara. No vamos a mentir: Puno ha sido relegado por muchos gobiernos. La pobreza está en el 43% y no puede ser.
—Y la informalidad bordea el 90%...
Correcto, pero también es verdad que hay muchas obras que no se han ejecutado, como las plantas de aguas residuales y eso tiene décadas de demanda. Urge reactivar. Puno necesita un ‘shock’ de inversiones y la presidenta lo sabe. El sur se va a recuperar pronto y el gobierno atenderá las necesidades. Las cosas cambian con un Estado cercano y por eso mi objetivo número uno es retomar el crecimiento para destrabar. Tenemos que trabajar, no solamente proyectos mineros, también proyectos hidráulicos y de infraestructura. Hay mucho trabajo por hacer y nos estamos reuniendo constantemente en el Gabinete, porque el trabajo es multisectorial; podemos hacer grandes cosas porque el tema se resuelve en equipo.
—Tía María es una interrogante en los últimos gobiernos, desde que Humala dijo “Conga no va, Tía María tampoco”. ¿Cómo logrará la luz verde?
Ya marqué la cancha y no soy ambiguo. Soy trabajador, soy ingeniero y uno de los mejores que tiene el Perú. Sé cuál es el problema y cuál es la solución.
—También le han dicho que es un servidor de Southern...
Yo no trabajo para Southern, yo trabajo para el Perú. Esto es lo primero que quiero aclarar. Mucha gente pobre, mucha gente desocupada, lo que más falta en este momento en el Perú es empleo. Tía María es un megaproyecto, pero mediano, de 1.400 millones, y tranquilamente arrancando podría dar trabajo a 7.000 peruanos y sus familias. Y no solo eso, también jala un sinfín de servicios. Si arranca Tía María, podríamos avanzar con otros proyectos para ayudar a mover las agujas del crecimiento.
—¿Cómo convencerá a los peruanos que viven en el Valle del Tambo?
Necesitamos desarrollar. El valle de casi 1.000 hectáreas necesita tecnología, necesita ser agroexportador, incluso permitiría ampliar la frontera agrícola. Necesitamos avanzar con la represa, que es el tema de conversación siempre para regular el agua del valle. Lo segundo es hacer las obras que necesita Cocachacra. El plan es público; incluso se iba a hacer la represa de Paltiture.
—Pero Paltiture fue bloqueado por el gobierno de Puno…
Sí, es verdad, el gobierno regional lo impidió. Yo no tengo que convencer a nadie, porque la mayoría de la gente quiere. Pero sí reconozco que existe un sector radical que no, y ellos no van a cambiar.
—¿Entonces cómo hará para entrar?
Al final, la misma gente va a decidir. Yo no soy nadie para decir: “Se tiene que hacer”.
—¿No está pecando de mucho optimismo?
Soy optimista y prefiero pecar de optimismo que de pesimismo. Yo soy un buen ingeniero de minas y haré lo imposible por retornar a los grandes proyectos. Recuerda además que he sido viceministro en el gobierno de Toledo y aprendí mucho gestionando conflictos con éxito. También he tenido fracasos, cómo no.
—¿Cuál es el éxito que más recuerda?
Tintaya. Mi fracaso mayor fue Majaz, casi me mataron. Me partieron la cabeza.
—¿Qué hará con la minería pequeña, la ilegal que tanto daño hace? Extorsionan matan, son organizaciones criminales, compran candidatos… Discúlpeme, pero el tema de los mineros ilegales es una pesadilla para el país.
Yo estoy llegando recién, pero este problema ya tiene muchos años. Cuando era congresista elaboré el proyecto, que fue después la Ley 27651, de la formalización de la pequeña minería y minería artesanal. Los gobiernos que siguieron no dieron la talla. Enviaron las competencias a las regiones sin recursos. Este es otro capítulo que tenemos que abordar. Estoy proponiendo convocar a todos los que se han formalizado para que nos cuenten qué es lo que han tenido que hacer, qué tramo fue muy difícil y así el Estado pueda ayudar para avanzar más rápido en la formalización. Y aquellos que no quieren, ya pues, caballero, quedan al margen de la ley. Estamos restructurando, rearmando un equipo de gente que conoce y que nos asesore también con las confederaciones de mineros artesanales en el sur, centro y norte.
—Lo que me preocupa es esta espantosa simbiosis entre minería ilegal y narcotráfico no que usan un mismo corredor que hacen abuso, además de insumos con la anuencia de policías corruptos. Es un problema bien complejo.
Hoy la minería ilegal es mucho más poderosa que el narcotráfico. Es un reto enorme, pero no me corro. La minería ilegal dentro de las economías criminales es la número uno y tenemos que reconocerlo.
—El problema es que luego son ellos los que eligen candidatos y aportan en campañas. Hay mucho dinero en efectivo que reparten para que los dejen seguir trabajando.
Seguramente hay algunos casos, pero no todos.
—Ministro Mucho, recuerde la campaña de Pedro Castillo.
Bueno, ese es otro caso.
—Dina llegó con Pedro...
Sí, pero son circunstancias distintas, coyunturas distintas.
—¿Usted realmente cree que Boluarte es distinta de Pedro?
“Por los hechos los conoceréis”, dice la Biblia. Yo apuesto que sí. ¿Por qué? Es una mujer muy trabajadora, la veo en Palacio, la veo demasiado preocupada por el Perú. Puede tener algunos deslices con algunas frases, pero ella quiere hacer lo mejor posible. Y por eso estamos nosotros en Consejo de Ministros, aportando, trabajando cada uno en su especialidad.
—Entonces, cree que busca reivindicarse después de entrar con el diablo que desmadró el Perú...
Ese término no me corresponde decir.
—¿Pedro Castillo desmadró al Perú?
Tocamos fondo con él.
—¿Y cómo hará Boluarte para salir de ese fondo?
De ese fondo hay que saber muchas cosas. Me remontaré al año 2000. Yo fui congresista en el segundo gobierno de Alan García. La economía comienza a despegar con Antamina. Fue un hito enorme en la historia del Perú y viene una seguidilla del ‘boom’ minero, una fiebre de minería de inversiones que sube expansión de Cerro Verde, Las Bambas. Constancia, Laguna Norte y otras ampliaciones. Desde entonces se han invertido casi 9.000 millones de dólares.
—Pero, luego, llegó Humala…
Y todo se malogró. En el 2011 debía salir Conga y Tía María, y Humala dice: “Agua sí, oro no”; fue terrible. Se pusieron más vallas, creció el gasto corriente, más ministerios. El crecimiento que recibió Humala de 7%, que era una locura, comienza a decrecer. En el 2014, la caída fue tremenda. Crecimos solo 1%. En la pandemia ya estábamos fritos y con Vizcarra terminó de hundirse todo. Con Sagasti no pasó nada, llegamos a Castillo y tocamos fondo.
—Repito, ¿cómo vamos a poder salir del fondo?
Estamos en eso. Yo digo agua sí, mina sí, oro sí. Ya estamos saliendo, hemos hecho anuncios importantes en minería. Hasta el 13 de febrero, 500 millones, con expedientes aprobados, y el objetivo es llegar al primer trimestre con 3.000 millones. Este año recuperaremos las inversiones de años anteriores. La minería ha sacado la cara por nuestra economía. Eso siempre tenemos que tomar en cuenta, hay que reconocerlo.
—Parte del trazar la cancha es hablar con honestidad y usted ha sido bien honesto al decir que Petro-Perú está quebrado. ¿El camino no es la privatización?
No, nadie querrá comprar una empresa quebrada. Es una inversión muy grande. Yo creo que nadie en un sano juicio puede desprenderse de una inversión grande. ¿Entonces, qué cosa hay que hacer? Cambiar todo el gobierno corporativo, nuevos directores, hacerlo como una empresa totalmente privada, pero del Estado. Hay que encontrar el flujo de caja actualizado, el valor de los activos. ¿Dónde está costando mucho? ¿Mucha gente? ¿Dónde está el despilfarro.
—¿El camino es la exploración? ¿El Estado tiene que explorar más o invitará a empresas extranjeras para que exploren?
La labor de exploración está ligada también a la explotación, pues las empresas que explotan los pozos deberían seguir perforando para reponer más recursos. Eso también pasa en la minería: si tú vas gastando lo que hay, con la labor de exploración puedes ubicar más recursos.
—El gran problema es que, a diferencia de la minería, ellos tienen contratos de exploración con término.
Eso lo maneja Perú-Petro. Vamos a revisar. En este momento no te puedo responder; vamos a ver que cómo se está manejando.
“China es casi el primer país inversor en minería”
—Hablemos de la luz. ¿Cómo es posible que la electricidad esté con un monopolio chino? En un video antes de ser ministro usted fue muy claro al señalar que Indecopi lo había dejado pasar. ¿Qué hará hoy?
No me corresponde hacer algo, ya está hecho. Pregúntele a quién posibilitó eso. En mi opinión técnica, no puede haber monopolios.
—¿Los chinos nos han hecho el avión?
Son ‘aviones’ distintos, pero es el mismo dueño, que es el Estado chino. Existe un plan enorme de China, que es la nueva ruta de la seda, y no sabemos a dónde va a conducir.
—Solo mire la minería…
La minería es distinta, porque son proyectos que ellos compraron. Chinalco le compró a Perú Copper, Las Bambas se la compraron al Estado, pero igual siguen avanzando. Tienen más proyectos en Cajamarca con Galeno, y un proyecto en Piura con Río Blanco. Nosotros necesitamos inversiones y hoy China es casi el primer país inversor en minería.
—¿Entonces ya dependemos de China?
No solo el Perú; Chile, Colombia, Ecuador, Argentina. Es un plan de expansión.
—¿Le preocupa?
Claro que sí. China hoy es un país muy poderoso. ¿Qué podemos hacer? La narrativa contra otros intereses funcionaron bien y se replegaron. Lo que quisiera de China es que nos enseñe cómo ellos se han convertido en una superpotencia industrial. Eso sería interesante. En Chile ya tienen un instituto de investigación. Quisiéramos que nos enseñen también a fabricar cosas. China tuvo un proceso muy interesante; no hace mucho era un país muy rural.
—¿Todavía quiere ser presidente del Perú?
No voy a hablar nada de eso.
—La pregunta del estribo es una sola: me apena mucho saber que el 85% de las aguas de las lluvias se vaya va al mar. ¿Cuántas represas nos faltan?
Hay que hacer represas. Mucha plata se tiene que convocar. ¿Sabes cuántas represas tenemos en el Perú? Ni 10. México tiene 200 grandes. Esa es mi repuesta.