La presidenta Dina Boluarte suma, en total, 180 días sin responder a la prensa en los últimos seis meses. La última vez que interrumpió su silencio prolongado fue el pasado 8 de julio; es decir, hace 84 días, cuando dio una conferencia para hablar sobre su viaje a China.
Aquella vez tuvo respuestas evasivas a los principales cuestionamientos contra su gobierno, que han seguido incrementándose. Además evitó pronunciarse sobre decisiones del Congreso de la República, como la aprobación de la ley sobre el crimen organizado, que ha permitido que sindicados de tráficos de migrantes queden libres y se registren demoras en operativos.
Previamente, el pasado 5 de abril, dio otra conferencia para responder sobre el Caso Rolex. En esta cayó en contradicciones sobre la posesión de relojes de alta gama y otras joyas que le entregó el gobernador regional de Ayacucho, Wilfredo Oscorima.
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La decisión de continuar eludiendo a la prensa - y así incumplir con el deber de transparencia y rendición de cuentas ante la ciudadanía - se da en un contexto en el que es investigada por el presunto delito de encubrimiento personal. Esto ante la posibilidad de que el vehículo oficial que la moviliza haya estado a disposición del prófugo Vladimir Cerrón a inicios de este año, para ayudarlo a evadir la justicia.
A la estrategia del silencio, Boluarte sumó nuevamente la del ataque a los medios de comunicación el último domingo.
Durante una actividad oficial en Piura, en la que entregó patrulleros para las comisarías, aseguró: “A la prensa regional que nos está acompañando, gracias. Ojalá pasen estas noticias positivas. [...] Ustedes sean el piloto de decir la verdad y van a ganar más sintonía, porque cuando se miente, se miente y se miente ya nadie escucha la mentira. Prefieren ver Youtube, Tik Tok, Instagram. Ya no ven los canales. [...] Ustedes sean el ejemplo de dar una noticia ajustada a la verdad”.
La mandataria no respondió a los medios de comunicación de Piura. Se mantuvo sin atender a la prensa luego de su discurso.
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Además, desde que asumió la presidencia el 7 de diciembre del 2022, ha sostenido un discurso estigmatizante contra la prensa en al menos seis ocasiones, como dio cuenta un informe de El Comercio. Como mínimo en tres oportunidades calificó a los medios de “tendenciosos” por revelar escándalos como el Caso Rolex o las irregularidades de su hermano, Nicanor Boluarte. Este es investigado por el Caso Los Waykis en la Sombra y enfrenta un pedido de prisión preventiva.
La politóloga Katherine Zegarra apuntó que el largo silencio de Boluarte refleja su poca vocación democrática. Recordó que su antecesor, el expresidente Pedro Castillo, tuvo el mismo perfil.
Boluarte y Castillo llegaron a Palacio en la misma plancha presidencial, con el partido Perú Libre, en las elecciones del 2021. Este último tampoco respondía a los medios de comunicación pese a los cuestionamientos que se acumulaban en su contra.
“Los autócratas no hablan con los medios de comunicación, los censuran o solo responden a medios oficialistas. Los tintes pocos democráticos de Castillo como de Boluarte se pueden ver en su falta de apertura con los medios”, dijo Zegarra.
La politóloga añadió que Boluarte sigue perjudicando su imagen al no aclarar a la ciudadanía, mediante la prensa, las objeciones a su gestión. Solo el 6% la aprueba y el 91% rechaza su gestión, según la última encuesta de Datum Internacional para El Comercio.
“La presidenta tiene grandes dificultades para comunicarse claramente. [...] Ha mostrado que se enreda y genera versiones que se contraponen. No habla con los medios por su dificultad para aclarar sus cuestionamientos, pero en una democracia es importante que los presidentes rindan cuentas a la ciudadanía mediante los medios de comunicación”, agregó Zegarra.
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En tanto, Rober Villalva, especialista en comunicación política, destacó que cuando un gobernante no se comunica con la población deja un vacío que necesariamente será ocupado por otro actor político.
“Creo que este silencio innecesario o esta desconexión con la población lo hace para evitar un ataque mediático o ataques de la oposición. Sin embargo, comete un grave error al dejar de comunicarse, porque genera grietas. Estas se profundizan con el pasar del tiempo y en algún momento provocan un desenlace político caótico”, añadió.
Sin resultados
Desde mayo pasado, el gobierno cuenta con el cargo de vocero del Despacho Presidencial. Este es asumido por Fredy Hinojosa, un alto funcionario de Palacio que cuenta con la confianza de Boluarte.
Recientemente, Hinojosa pidió al Ministerio Público que investigue a los medios de comunicación por la cobertura de protestas contra Boluarte.
El vocero presidencial aseguró que cubrir hechos de violencia contra autoridades constituye “un acto más bien ilícito, una suerte de instigación a la violencia”. Esas declaraciones generaron el rechazo del Consejo de la Prensa Peruana, el Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) y la Asociación Nacional de Periodistas (ANP) por estar reñidas con el deber del gobierno de proteger la libertad de expresión.
Hinojosa se refería a reportes periodísticos que dieron cuenta que ciudadanos de Sullana (Piura) dieron una áspera despedida a Boluarte y su comitiva el último 5 de septiembre. En opinión del vocero, informar esos hechos - cuya veracidad puso en cuestión - “es instigación al atentado contra las autoridades”.
En otras ocasiones también se ha pronunciado sobre el presunto uso ilegal del vehículo presidencial, los nombramientos de prefectos y subprefectos, las declaraciones juradas de la presidenta y otros temas.
En opinión de Zegarra, la figura del vocero presidencial no está ayudando. “Es extraña, antinatural. Tiene que ser la propia presidenta o el primer ministro quien dé a la ciudadanía los planes, logros y dificultades del gobierno. No me parece que sea eficiente esa figura del vocero”, añadió.
Villalva coincidió con Zegarra y destacó: “[Ayuda] muy poco o casi nada. En nuestra realidad peruana, los gobernantes o quienes dirigen una organización representan cerca del 60% de los procesos de comunicación interpersonal. Cuando un gobernante deja de comunicarse o entablar diálogo con la población desactiva gran parte de su músculo político”.
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Por medio de su cuenta de X, la Presidencia saludó a los periodistas peruanos por su día. Esto luego de que Boluarte criticara fuertemente a los medios de comunicación.
“Saludamos a nuestros queridos periodistas, hombres y mujeres de prensa que informan con integridad y objetividad. Su compromiso con la verdad es fundamental para fortalecer nuestra democracia y garantizar el derecho a la información de miles de peruanos. ¡Gracias por su dedicación y profesionalismo!”, refirió la referida institución.