Desde el 5 de abril último, la presidenta Dina Boluarte ha optado por no declarar y evitar a la prensa en sus actividades públicas. Incluso, Palacio de Gobierno convoca a los medios de comunicación cuando solo faltan pocos minutos para que estas inicien. La abogada ha recurrido al silencio para intentar diluir el llamado Caso Rolex, por el que es investigada por presunto enriquecimiento ilícito, cohecho pasivo impropio y omisión de declaración.

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