No tienen más de 35 años y debutan como congresistas en medio de un panorama político que de calmo tiene poco. Luego del belicoso proceso electoral y el nombramiento de un gabinete ministerial alborotador, la crisis política que nació en el 2016 parece lejos de terminar.
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Más allá de sus colores partidarios, los cinco parlamentarios ‘millenials’ que conversaron con El Comercio coinciden en algo: mecanismos como la disolución del Congreso y la vacancia presidencial –populares en el quinquenio pasado– no deberían ser utilizados con facilidad.
“Creo que el trabajo que tenemos los congresistas jóvenes del Bicentenario es poder emitir una voz, incluso si esta es disonante del partido o de la bancada”, señala Betssy Chávez, congresista de Perú Libre por Tacna.
Pese a representar la bancada oficialista en el Legislativo, Chávez –quien jura que cumplirá el encargo “con la objetividad de la prosa de Basadre y con la pasión del verso de Barreto”– se perfila como una figura independiente (si es que no rebelde) dentro del partido del lápiz: aunque la respeta, no estuvo de acuerdo con la decisión de designar a Guido Bellido como premier y ha respaldado los cuestionamientos hechos por la Defensoría del Pueblo y la contraloría a los nombramientos de funcionarios por parte del Ejecutivo.
“¿Tenemos que ser orgánicos? Sí, porque hay una disciplina. Pero que no nos tiemble la voz para decir si consideramos que hay un error, porque los errores deben de corregirse y debe aprenderse de ellos. Creo que ese es el papel. No estamos aquí para decir ‘amén’ a decisiones que nosotros consideramos que son equivocadas”, dijo a El Comercio.
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Alejandro Cavero, quien con 29 años recién cumplidos resulta uno de los congresistas más jóvenes, asegura que su generación asume, por primera vez, el reto del retroceso.
“Nuestra generación, había crecido en un país cada vez más libre y cada vez mejor. Sin embargo, luego de 30 años, nos va a tocar afrontar tiempos complicados, al igual que lo hicieron nuestros padres y abuelos”, dice.
El gabinete Bellido
Aunque en diferente medida –y con distintas propuestas de solución–, los cinco congresistas jóvenes que participaron en este informe han criticado el gabinete ministerial encabezado por Guido Bellido.
Wilson Soto (35 años) fue electo por Huancavelica como congresista de Acción Popular, un partido que jugó un rol protagónico en la crisis política que se generó a raíz de la vacancia de Martín Vizcarra y la asunción de Manuel Merino como presidente de la República. Aunque apuesta por el consenso y la gobernabilidad antes que por los mecanismos de vacancia y disolución, el abogado considera que el flamante gabinete ministerial tiene más de un flanco abierto.
“Veo en el gabinete Bellido profesionales conocidos y, de alguna manera, reconocidos, como el ministro de Economía Pedro Francke, el ministro de Educación Juan Cadillo, el ministro de Justicia Aníbal Torres. Pero, también, se han designado ministros que, según informes periodísticos, no cumplen el perfil, no tienen los méritos y, por el contrario, en muchos casos tienen antecedentes cuestionables o poco transparentes, como es el caso del premier [Guido] Bellido”, indica.
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Adriana Tudela (32 años), legisladora de Avanza País por Lima, considera que el gabinete Bellido “cumple una función primordial”, que consiste en “enfrentar al Ejecutivo con el Congreso de la República”.
“Creo que ellos [el gobierno] sí pueden tener en la mira que nosotros [el Congreso] les neguemos la confianza para, luego, ellos poder hacer cuestión de confianza respecto de la Asamblea Constituyente y ponernos contra la pared”, sostiene.
Similar es la opinión de su compañero de Bancada, Alejandro Cavero. Para él gabinete Bellido es una “abierta provocación de parte del gobierno hacia el Congreso”.
“Luego de todos los mensajes de unidad y de búsqueda de consenso que mandó la presidenta del Congreso [Maricarmen] Alva en los primeros días de su gestión, para mí es evidente que lo que está buscando el gobierno es ir al choque y a una confrontación absolutamente innecesaria en los momentos de crisis que vive el Perú. Para mí, es un intento claro de buscar la negación de la confianza para, después, introducir inmediatamente nuevo el proyecto de la Asamblea Constituyente, buscar la segunda denegatoria de la confianza y disolver el Congreso”, señala.
Pese a pertenecer a la bancada oficialista, a Betssy Chavez (32 años) no le tiembla la voz para discrepar de las decisiones tomadas desde el gobierno. Para ella, pese a respetar la voluntad del mandatario, el gabinete “pudo haber sido mejor”.
“El profesor Pedro Castillo tiene la prerrogativa constitucional de nombrar a su gabinete de ministros. Yo he indicado públicamente que hay errores, y que los errores deben corregirse y se debe aprender de ellos. Yo soy orgánica y respeto las decisiones que tome tanto el presidente de la República como mi bancada, aunque discrepe de ellas”, asegura.
1. ¿Cómo salimos de este primer conflicto político generado a raíz del nombramiento del gabinete Bellido?
Betssy Chavez (Perú Libre, Tacna):
Debemos generar gobernabilidad. Y esta palabra, que puede parecer sencilla, en realidad es sumamente importante y creo que su ausencia ha sido el flagelo del Perú desde el año 2016. Me gustaría decir que estamos en un escenario diferente, pero creo que estamos en uno similar. Las diferentes bancadas debemos apostar por generar gobernabilidad. Creo que nuestro papel no solo debe ser de sometimiento a una bancada o a una organización política. Tenemos que ser orgánicos, sí, pero tenemos, también, que tener votos de consciencia y voces que, aunque parezcan disonantes, dentro de la democracia tenemos todo el derecho de hacerlas escuchar.
Adriana Tudela (Avanza País, Lima):
Yo creo que lo ideal es que el gobierno de Castillo reconsidere su gabinete. Creo que nos han armado un gabinete con personas con serios cuestionamientos, tanto a nivel de capacidades para asumir las carteras de los distintos ministerios, como a nivel de cuestionamientos que tienen ciertos elementos dentro de gabinete. Entonces, creo que lo más prudente, la mejor salida, sería que el Ejecutivo reconsidere su gabinete.
Wilson Soto (Acción Popular, Huancavelica):
El presidente Castillo debe analizar seriamente las complicaciones que vienen generando sus decisiones y el Congreso debe ser razonable en las observaciones, con la finalidad de cumplir el mandato que tenemos en beneficio de la población. Se debe tener claro que existe la separación e independencia de poderes, pero también que existe el control político, que lo ejerceremos rigurosamente para evitar el autoritarismo y sometimiento a voluntades oscuras.
Alejandro Cavero (Avanza País, Lima):
Creo que la solución no solamente pasa por el Congreso. Tiene que haber un llamado de la ciudadanía, de la opinión pública, para que Castillo entienda que él no gobierna para la facción radical de un partido político, sino para todos los peruanos. Por tanto, creo que más allá del control político pueda hacer el Congreso en su momento, tiene que haber un llamado claro de la ciudadanía para que Castillo se vea obligado a buscar el consenso y moderar su discurso, el cual no está representando el sentimiento de la gran mayoría de peruanos.
2. ¿Debe superarse o continuar, en este quinquenio, el uso de los mecanismos de disolución del Congreso y vacancia presidencial en los conflictos entre poderes?
Betssy Chavez (Perú Libre, Tacna):
Tenemos una clase política todavía inmadura. Existen un constante jaque y jaque mate entre el Ejecutivo y el Legislativo. A mí me parece irresponsable, en estos momentos, hablar de vacancia y disolución. Pero, lamentablemente, una voz entre 130 no sé qué tanto se pueda escuchar. En todo caso, yo voy a esforzarme en poder generar gobernabilidad. Debemos discutir, en el Congreso, temas más importantes. Creo que hay que apoyar, en este momento, al Ejecutivo respecto a la vacunación, la pandemia, la reactivación económica y educación. Yo voy a esforzarme en hacer esto, pero no sé qué tan importante sea en la agenda que tenga el Congreso.
Adriana Tudela (Avanza País, Lima):
Tanto la vacancia como la cuestión de confianza cumplen una función de contrapesos entre el Ejecutivo y el Legislativo, pero creo que han sido muy mal usados durante los últimos cinco años. En ese sentido, creo que sí se deben restringir de alguna manera, sobre todo en lo que respecta a la cuestión de confianza. Creo que el precedente Del Solar y Vizcarra ha alterado desmedidamente el equilibrio entre el Legislativo y el Ejecutivo, dándole demasiado poder a este último.
Respecto a la vacancia, yo considero que no se debería regular con causales, porque creo que pueden surgir situaciones que no pueden ser previstas y, por lo tanto, creo que se tiene que dejar abierta la posibilidad de vacar al presidente por incapacidad moral. Sin embargo, creo que la forma de regular este mecanismo de control político es a través de la bicameralidad. Porque, si tenemos dos cámaras, una propuesta de vacancia tendría que pasar por un doble filtro que convertiría este mecanismo de control político en un proceso mucho más reflexivo y prudente.
Wilson Soto (Acción Popular, Huancavelica):
Los intentos de disolución y vacancia traen automáticamente inestabilidad política, económica y social. Y, con ello, la paralización del crecimiento y aumento de la pobreza y la extrema pobreza. Sin embargo, no se descarta tomar esas decisiones si no se cumple con las expectativas que se tienen para lograr el bienestar común. Debemos buscar consensos para dar estabilidad y tranquilidad a todos los peruanos.
Alejandro Cavero (Avanza País, Lima):
Ambos son mecanismos constitucionales de control del poder, pero son mecanismos extremos a los que no deberíamos llegar de manera sencilla. Sin embargo, me da la impresión de que, en este momento, el señor Castillo está yéndose a un extremo y a una radicalidad que podría forzar la utilización de estas figuras. Son herramientas constitucionales que se podrían utilizar en su momento. No deberían ser necesarias, debería primar el diálogo, la moderación, el consenso. Pero lo que estamos viendo es que está primando la radicalidad del lado del Ejecutivo.
3. Existe una preocupación consensuada por la estabilidad económica. ¿Debemos prestar igual atención a la defensa causas civiles, como la defensa de la libertad de expresión y la lucha contra la violencia hacia la mujer y la homofobia?
Betssy Chavez (Perú Libre, Tacna):
Los derechos que indicas son muy importantes. Yo considero que tanto las bancadas del Congreso como el gobierno tienen que dirigir sus esfuerzos a apoyar los derechos no solo de las mayorías, sino también de las minorías. Esta es una posición personal, no de bancada ni de organización política: creo que se pudo optar por un gabinete con mayor presencia de mujeres. Para mí, en mi calidad de mujer, hubiera generado más confianza, pero no se optó por ello. Entonces, seguramente, en otro gabinete se optará por más mujeres. La paridad es una lucha constante de las mujeres y creo que tenemos todas las prerrogativas y las capacidades para ocupar cargos de esa naturaleza.
Adriana Tudela (Avanza País, Lima):
Sí, por supuesto. Creo que se le tiene que prestar igual atención. Sin embargo, creo que dado el contexto de crisis que estamos atravesando, el primer paso debería ir dirigido a superar la crisis económica y la crisis sanitaria, pero eso no quiere decir que debamos descuidar lo otro.
Wilson Soto (Acción Popular, Huancavelica):
La libertad de expresión es un derecho humano que solo puede ser restringido por mandato de la ley y a través de la autoridad competente. Como tal, debe merecer defensa y respeto, tanto por parte del Estado como por parte de la población en general. Cualquier amenaza de su vulneración debe ser severamente cuestionada y sancionada.
De igual medida y con la misma intensidad se deben sancionar y rechazar cualquier intento de violencia contra la mujer y la homofobia. Debemos de luchar para tener una sociedad que viva en igualdad, en la que todos y todas podamos ejercer nuestros derechos sin restricciones.
Alejandro Cavero (Avanza País, Lima):
Por supuesto. Yo, como liberal, creo que las libertades económica y política son dos caras de una misma moneda. No se puede hablar solo de la defensa de un tipo de libertad, no te pueden decir que eres libre para usar tu dinero como quieras, pero no para hacer con tu vida lo que quieras. Creo que las dos libertades son complementarias y deben defenderse con la misma firmeza. Me preocupa enormemente que el presidente Castillo no solo no crea en la libertad económica, sino que tampoco crea en las libertades civiles más básicas y que, además, tenga en su gabinete a personas homofóbicas y misóginas, y que el gabinete tenga solamente dos mujeres. Si es que el señor Castillo dice representar a los oprimidos, pues que comience por mostrarse más abierto y más respetuoso frente a las minorías.
Más información:
- La edad promedio del Congreso 2021-2016 es de 48.5 años. En los periodos 2020-2021 y 2016-2019 este fue de 47.5 y 49.2, respectivamente.
- La congresista más joven del Parlamento actual es Rosangella Barbarán, con 26 años. Intentamos entrevistarla para este informe, pero no respondió a nuestro contacto.
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