En apenas 10 meses de gestión, la bancada oficialista de Perú Libre ha sufrido la renuncia de 21 de sus miembros. El partido del lápiz empezó con 37 miembros y ahora solo cuenta con 16, dejando de ser la primera fuerza parlamentaria. Además, la ruptura del grupo de gobierno ha favorecido a la atomización del Congreso, ocasionando la creación de nuevas bancadas.
El desmembramiento del grupo oficialista era algo que se sabía que iba a pasar, solo que no se conocía cuándo ocurriría. Desde el inicio del período 2021-2022, este Diario advirtió que se podían identificar hasta tres facciones dentro de Perú Libre: los cerronistas, el grupo magisterial y los independientes. La diferencias entre los grupos fue notoria desde un inicio, a tal punto que tuvieron tres voceros en apenas dos meses (entre julio y agosto del 2021).
La primera vocera de la bancada fue Betssy Chávez (del cerronismo que luego se volvería independiente), luego vendría Alex Paredes (del grupo magisterial), y finalmente se quedarían con Waldemar Cerrón, el hermano del secretario general del partido, Vladimir Cerrón. Fue durante la gestión de Waldemar Cerrón que se produjo la renuncia de los 20 miembros de la bancada.
Fuentes de la bancada indican que los cambios de portavoces se dieron para asegurar el control del cerronismo.
Las mismas fuentes alegan que Betssy Chávez fue retirada por tener conexión directa con el presidente Pedro Castillo y por tener decisiones pragmáticas (los cerronistas la acusaban de ser “aliada de la Confiep”), y a Alex Paredes se le dio la batuta pero la ronda de negociaciones para la Mesa Directiva y el reparto de comisiones, no lo dejó bien parado. Ante esta situación, el cerronismo y si verticalidad tomaron el poder.
Las renuncias empezaron cuatro meses después de que Cerrón asumiera la vocería. El primero en salir fue Guillermo Bermejo: “Yo he renunciado por principios, creo que las formas y maneras en las que se les trata a algunos de los congresistas en la bancada pasan cualquier límite de tolerancia. Hay muchas cosas que callo porque no quiero perturbar más el escenario político”.
Desde entonces, suman 20 las renuncias en Perú Libre, convirtiéndose en la bancada oficialista más fraccionada en más de 20 años. En tan solo un año de gestión, el oficialismo perdió el 54% de su composición. El grupo parlamentario ya venía mostrando sus fisuras en las votaciones, donde se fraccionaron en casi el 50% de votaciones.
Desde el lado del cerronismo, la única respuesta a las renuncias ha sido: “No tenemos ninguna baja que lamentar”.
Período legislativo | Bancada oficialista | Miembros al iniciar | Miembros al culminar primer año | Diferencia |
---|---|---|---|---|
2001-2002 | Perú Posible | 47 | 45 | -2 |
2006-2007 | Apra | 36 | 36 | 0 |
2011-2012 | Partido Naxcionalista | 47 | 43 | -4 |
2016-2017 | Peruanos por el Kambio | 18 | 17 | -1 |
2021-2022 | Perú Libre | 37 | 16 | -21 |
No se veía una ruptura parlamentaria tan grande en un arranque de gestión desde el período 2006-2007. En ese entonces, el grupo opositor Partido Nacionalista-UPP se fraccionó pasando de 45 a 22 en tan solo un año. Es decir, renunciaron 23 de sus miembros.
En el caso de Perú Libre, su ruptura ha propiciado la creación de tres nuevos grupos parlamentarios: Partido Democrático, Bloque Magisterial y Perú Bicentenario. Solo queda un exoficialista que se ha quedado como no agrupado: Óscar Zea, quien también se desempeñó como ministro de Desarrollo Agrario.
Bancada creada con miembros del oficialismo | Exmiembros de Perú Libre | Miembros provenientes de otras bancadas |
---|---|---|
Perú Democrático | 5 | 2 |
Bloque Magisterial | 10 | 0 |
Perú Bicentenario | 5 | 0 |
No agrupados | 1 | - |
TOTAL | 21 | - |
Tres flancos de negociación
Para el especialista en temas parlamentarios, Martin Cabrera, el fraccionamiento de Perú Libre surge de las dificultades que tenían las facciones para obtener beneficios del gobierno.
“Dentro de la bancada habían facciones que percibían no tener la completa atención del gobierno, de acuerdo a sus pretensiones, dádivas, puestos de trabajo, agilización de proyectos de ley, puestos en el Ejecutivo. Ahora podrán hablar con el presidente Pedro Castillo directamente y al mismo nivel que los creen conveniente”, explicó.
Está en juego no solo la relación con Palacio de Gobierno, sino también la elección de la nueva Mesa Directiva y la repartición de las presidencias de las 24 comisiones ordinarias que tiene el Parlamento.
Bancada | Presidencias de comisiones durante el primer año | Presidencias de comisiones que le correspondería al segundo año | Diferencia |
---|---|---|---|
Fuerza Popular | 5 | 5 | - |
Perú Libre | 7 | 3 | -4 |
Acción Popular | 3 | 3 | - |
Alianza para el Progreso | 3 | 3 | - |
Avanza País | 1 | 2 | +1 |
Bloque Magisterial | - | 2 | - |
Renovación Popular | 2 | 2 | - |
Perú Democrático | - | 1 | - |
Somos Perú | 1 | 1 | - |
Cambio Democrático | 1 | 1 | - |
Perú Bicentenario | - | 1 | - |
El oficialismo deberá de perder tres presidencias de comisiones, las cuales deberán repartirse entre el Bloque Magisterial, Perú Democrático y Avanza País. La repartición de comisiones también es clave para la elección de la Mesa Directiva, dado a que bancadas como el Bloque Magisterial quieren a toda costa la presidencia de la Comisión de Educación. Esto es algo que podría ser ofrecido desde la misma oposición.
En el 2021, el bloque opositor se impuso en la repartición de las presidencia de comisión y cedió la Comisión de Educación a Renovación Popular. Ni siquiera les ayudó que el mismo presidente Pedro Castillo asistiera a Palacio Legislativo a intentar interceder para que les dieran dicha presidencia.
“A quien más le afecta es al propio grupo oficialista, porque si quieren llegar a la Mesa Directiva van a tener que llegar a una agenda mínima para consensuar con sus excolegas. Y si no llegaron a acuerdos cuando estaban juntos, menos incentivos tienen ahora que están separados. La atomización le beneficia más a la oposición, que puede ir poco a poco levantando compromisos”, refirió Martin Cabrera.
El director de Asuntos Parlamentarios de la consultora 50+1 advirtió que, en principio, podría parecer más fácil para Pedro Castillo negociar con estos nuevos grupos. Sin embargo, al no existir una agenda programática, solo existen intereses particulares y “se convertirá en más caro para el gobierno lograr la adhesión de estos grupos”.
El pasado 1 de junio, el presidente Pedro Castillo mantuvo una reunión en Palacio de Gobierno con la bancada de Perú Democrático, y se espera que las citas con estos grupos se vuelvan más cotidianas.
Que algunos de los miembros de estas bancadas terminen siendo designados como ministros, no sería ninguna sorpresa, así como tampoco lo sería que alguno de estos bloquen terminen integrando la nueva Mesa Directiva con la oposición. En el Congreso, nadie sabe para quién trabaja.