Alejandro Toledo aseguró que volverá al Perú, aunque no precisó cuándo. El ex presidente fue abordado por la BBC en Nueva York (Estados Unidos), donde participó en un foro de la Fundación Mundial del Desarrollo.
Toledo fue consultado por una expresión emitida el martes, en la que aseguró que sus huesos “quedarán siempre en el Perú”.
Al preguntársele por si ello indicaba que no pensaba volver al Perú, refirió: “Estoy diciendo que voy a ir, que mis huesos quedarán en Perú”. ¿Cuándo?, le insistieron. “Cuando sea. Yo tengo una responsabilidad. Tengo 45 años en [la Universidad de] Stanford… En el mundo”, respondió.
En otro momento, insistió: "Yo doy la cara. Yo no soy fugitivo. Yo estuve aquí cuando me avisaron de eso [el pedido de prisión preventiva]. Yo no me he escapado de mi país, quiero que usted sepa. Se acabó. Y no le voy a responder nada más".
Según dio cuenta la BBC, tras esa declaración, Alejandro Toledo cortó la conversación con el periodista Gerardo Lissardy abruptamente.
Quien también se pronunció, pero a través de su página en Facebook, fue la esposa de Toledo, Eliane Karp. Ella defendió la participación de su esposo en el citado foro académico en Nueva York.
“Nosotros somos académicos y vivimos de esto, es nuestro absoluto derecho presentar nuestros libros y discutirlos en buena y debida forma en cualquier foro sin intromisión del gobierno peruano, que interfiere con nuestro derecho al trabajo y maltrata a otras delegaciones de las Naciones Unidas”, manifestó.
Cabe recordar que Alejandro Toledo tiene dos órdenes de 18 meses de prisión preventiva en el Perú.
Una responde a una acusación por colusión, tráfico de influencias y lavado de activos por presuntamente haber recibido una coima de US$20 millones de parte de Odebrecht a cambio de favorecer a esa empresa en la licitación de dos tramos de la carretera Interoceánica. El otro proceso es por el presunto delito de lavado de activos por el Caso Ecoteva, referido a las millonarias compras inmobiliarias realizadas por su suegra Eva Fernenbug con dinero que provendría de presuntos actos de corrupción cuando Toledo fue presidente de la República (2001-2006).