El ex presidente Alejandro Toledo Manrique fue condenado a 20 años y 6 meses de prisión por los delitos de colusión y lavado de activos por el Caso Odebrecht. El Poder Judicial lo halló responsable de recibir una coima de más de US$ 30 millones por parte de la empresa Odebrecht a cambio de la concesión para los tramos 2 y 3 de la carretera Interoceánica Sur.
El líder del desaparecido partido Perú Posible pasará las próximas dos décadas recluido en el penal de Barbadillo (en Ate), que albergó hasta fines del 2023 a Alberto Fujimori, la figura contra la que protestó en los inicios de su carrera política.
LEE TAMBIÉN | Alejandro Toledo: los excesos y los momentos desconcertantes que protagonizó el expresidente
Toledo Manrique postuló en cinco oportunidades a la Presidencia de la República. Solo en una oportunidad fue elegido: en el 2001, tras la caída de Fujimori, se impuso al exmandatario Alan García en el balotaje. Y así comenzó un gobierno que- de acuerdo a los testimonios de sus exministros y ex colaboradores- estuvo marcado no solo por “la estabilidad económica”, sino también por la corrupción y “excesos personales”.
LEE TAMBIÉN | Alejandro Toledo: De “error estadístico” a primer expresidente del Perú condenado por el Caso Lava Jato
La sentencia y el legado
En diálogo con El Comercio, el secretario general de Transparencia, Omar Awapara, el exprocurador Antonio Maldonado y la politóloga Kathy Zegarra consideraron que la sentencia marca “un hito” y mancha el legado del expresidente. En tanto, el analista político Enrique Castillo discrepó.
LEE TAMBIÉN | Congresista Patricia Juárez sobre afirmaciones de Jaime Villanueva: “Lo que diga tiene que corroborarse”
Awapara recordó que Toledo pasó de encarnar “la esperanza” tras el régimen de Alberto Fujimori a ser “la primera ficha” del grupo de presidentes o gobiernos que han terminado siendo juzgados o interpelados por el escándalo Odebrecht.
“En el caso peruano es la gran desilusión que significó encontrar eso luego de la forma en la que llegó al poder en el 2001 con esa promesa de cambio”, expresó el politólogo en el video podcast “Tenemos que hablar”.
El secretario general de Transparencia detalló que, cuando Alejandro Toledo asumió la Presidencia de la República el 28 de julio del 2011, “hubo un aire de primavera democrática” y la ilusión de “que se revertiría el autoritarismo vivido en los noventas”.
Sin embargo, bajo su análisis, el régimen toledista se caracterizó, sobre todo en sus inicios, por ser “débil e impopular”, repetir “modelos de la época de los noventa, sobre todo el económico” y consolidar una tecnocracia.
“Él mismo trasmitió cierta frivolidad y banalidad que se destaca por la forma en la que delega mucho el poder a personajes como Pedro Pablo Kuczynski, que fue su ministro de Economía”, indicó. A ello, según indicó, se suman los escándalos como el avión presidencial, Punta Sal y no haber reconocido a su hija.
“Es uno de los pocos presidentes del Perú que ha tenido menos del 10% (de aprobación), pero que se sostiene en parte gracias a este equipo y gente que lo acompañó en su gobierno”, dijo también.
Asimismo, consideró que “uno de los hitos más importantes de la gestión de Toledo fue el avance del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos” y, en términos políticos, que empezaran a darse leyes de partidos políticos, descentralización y participación ciudadana.
Para el analista político, Toledo no parecía preocuparse por su legado, ni el de su partido Perú Posible, sino más bien por el “corto plazo” y que, por ello, su agrupación “nunca tuvo ese arraigo” que sí lograron Fuerza Popular y el Apra.
LEE TAMBIÉN | El Congreso: regarla siempre, derogar jamás. Una crónica de Fernando Vivas
En otro momento, destacó que el Caso Interoceánica es el más contundente en términos judiciales” en la trama Odebrecht. “Es el caso donde más fácil ha sido encontrar la evidencia”, acotó.
“[Gestión de Toledo] Va a terminar siendo recordado como el primer gobierno que fue claramente vinculado con los escándalos de corrupción de Odebrecht [...] Va a quedar como un caso símbolo de un presidente que cedió ante la tentación de la corrupción”, apuntó.
Para el secretario general de Transparencia, “marca un hito” que el Perú haya investigado, enjuiciado y condenado a un exmandatario.
“Más allá de que se siente en el banquillo a un expresidente, esta sentencia habla de la extensión de la corrupción en nuestro sistema política, que ha trascendido esquinas ideológicas”, puntualizó.
LEE TAMBIÉN | Auspiciadora del programa de ‘Chibolín’, con bienes por más de S/1,5 millones, es investigada por lavado de activos
A su turno, el exprocurador Antonio Maldonado aseveró que se trata del “caso más paradigmático” en el Perú y la región. Indicó, por ejemplo, que mientras Toledo y otros cómplices enfrentan condena, con el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula Da Silva, implicado en esta trama, la justicia brasileña “no hizo nada”.
Otros elementos que hacen especial este caso son el “soborno pagado” de más de 30 millones y el testimonio contra el ex presidente de Jorge Barata.
Para Maldonado, lo que ocurrió con Odebrecht en el Perú fue producto de “las vulnerabilidades” que “habían quedado después de una dictadura de tantos años”. “Por eso, Odebrecht instauró en el Perú una especie de virreinato que se expandió en toda la región. El Perú tuvo un papel lamentable en ese programa criminal”, aseveró.
El exprocurador opinó, además: “El reproche moral y político que se le puede hacer a Toledo es mayor que al de Fujimori porque, finalmente, de un dictador nada se espera y de una dictadura tampoco”.
Detalló que, cuando cumplía la función de procurador en los años 2000, expuso el caso Fujimori ante el Consejo de Ministros en diversas ocasiones y que “Toledo sabía lo que había hecho el fujimorismo con la corrupción sistémica y sistemática. Entonces, bajo su lente, lo que hizo el ex líder de Perú Posible llega en el ámbito político-moral como una “traición a la república”.
“Su condena inminente va a ser fundamental para mandar un mensaje de prevención general y prevención especial [...] porque ayudaría mucho a tratar de marcar un antes y un después en la dinámica de extrema corrupción en la que está viviendo el país”, dijo en “Tenemos que hablar”.
LEE TAMBIÉN | Jaime Villanueva revela supuestas reuniones entre Dina Boluarte y Patricia Benavides para “intercambio de favores”
“Toledo representó para bien o para mal el retorno a la democracia tras la caída de Alberto Fujimori; sin embargo, su gobierno lamentablemente no fue un gobierno ejemplar [...] Es lo que puede decepcionar más a los que vieron el fin del autoritarismo del Fujimori”, apuntaló Kathy Zegarra.
Bajo su análisis, esta condena afecta “mucho” el legado de Alejandro Toledo. Añadió que se trata de un fallo importante porque está yendo a prisión una alta autoridad en un caso que ha salpicado a toda la región.
“Es importante y esperemos que ello sea la continuación de la justicia [peruana] ante estos casos de corrupción de Lava Jato y la institucionalización de este delito que instaló Odebrecht”, finalizó.
LEE TAMBIÉN | Alejandro Toledo: ¿quién es para la generación que vio la Marcha de los Cuatro Suyos en YouTube?
El analista político Enrique Castillo indicó que, si bien “20 años de pena para un ex presidente no es poca cosa”, duda que el fallo vaya a influir en aquellos funcionarios y empresas que pretendan realizar actos de corrupción.
“Es un fallo que va a poner a Toledo en las páginas negras de la historia del Perú, pero no estoy tan de acuerdo con que va a servir de lección “, señaló.
Castillo descartó que esta sentencia vaya a manchar el legado que dejó el gobierno toledista. “Uno de los méritos fue saber elegir su Consejo de Ministros. Se puede afirmar que tuvo una gran cantidad de ministros de Estado que hicieron un gran trabajo fundamental para el crecimiento económico y estabilidad democrática”
“Toledo fue un presidente que dejó trabajar a sus ministros, pero no fue un ejemplo de liderazgo”.
Mira aquí el programa especial de Tenemos que hablar: