—¿Por qué dice que nunca le tocó fácil?
Porque es la verdad. El Cenepa, por ejemplo, fue un momento complicado, difícil. Yo me fui a la guerra con soldados de servicio militar obligatorio. Jóvenes que sabían resistir. Yo estaba de director de la Escuela de Infantería. Tenía 45 años. Al día siguiente, estaba conduciendo las operaciones con armamento de la época del gobierno militar. Tuve en mi cargo batallones de comandos, los mejores equipados y entrenados de nuestro país, de nuestro Ejército. Con soldados de San Martín y Huánuco. Los mejores soldados del Perú. ¿Cuál era la ventaja? Pasamos de la selva de San Martín y Huánuco (combatiendo a Sendero Luminoso y el MRTA) a la selva del Cenepa, que era similar. La única diferencia fue el enemigo: de uno interno a uno externo. La calidad de esos jóvenes, y repito, resistentes a la fatiga, con capacidad de orientarse, que sabían qué comer y no comer. Pero hay algo que los caracteriza y no lo valoramos: no le tienen miedo a la muerte. Yo espero tener, dentro de los que estén conmigo, un equipo político con esas condiciones.
—¿Que no le tenga miedo a la muerte?
Que no le tenga miedo a enfrentarse a la corrupción, que no tenga miedo de enfrentar el momento tan difícil que hoy estamos viviendo. ¿Qué cosa espera a la gente? Un gobierno que dé estabilidad, tranquilidad, confianza y autoridad. Eso tenemos que transmitir.
—Queremos un gobierno que garantice el derecho a la vida.
Lo que pasa es que hoy no existe estrategia y nos estamos equivocando desde el momento en que hemos reducido todo a un tema de criminalidad. Los jueces o fiscales y los policías son parte del problema y parte de la solución, pero no son el problema y menos la solución. Si no enfrentas las causas, todo lo que hagas no tendrá resultado permanente.
—¿Dónde están las causas?
Este es un problema de orden moral, una crisis de valores que sufre nuestra sociedad. Entonces, cuando tú ves alcaldes y gobernadores que invierten sus recursos en comprar motos, patrulleros para la policía y no hacen su tarea de prevención, sabes que no tendrán resultados. La familia, la escuela y la comunidad con su alcalde deben negarle recursos humanos a la delincuencia. Los padres no saben lo que hacen sus hijos. Los alcaldes deberían emplear recursos en colegios técnicos, en talleres que brinden oficios. Hoy terminas la educación secundaria y te dejan en la calle.
—Si llega a ser presidente del Perú, ¿qué atacará?
La educación es fundamental. De nada te sirve tener riqueza si no tienes el capital humano. Eso hay que fortalecer. La educación ayuda a la inclusión; la buena educación ayuda a eliminar la desigualdad. Si comienzas a dar educación estás dando el arma de defensa en esta guerra.
—La educación es el motor del desarrollo, pero los presidentes no han hecho milagros educativos porque implica largo plazo y eso no da réditos electorales inmediatos. Eso tampoco resolvería en cinco años la inseguridad.
Tres fases son necesarias: prevención, intervención y resocialización. Si no combates las causas, nos seguirán robando estos niños. Ves a muchachos que se graban con su pistola, sus mujeres y su plata, no les interesa morir. ¿Cómo cortas? Prevención, intervención y resocialización; esa es la fórmula.
—¿Qué entiende por intervención?
Romper el divorcio que existe entre policía, Ministerio Público y Poder Judicial. Los tres están enfrentados y los delincuentes lo tienen claro. Todo eso se refleja en el paro que tenemos. ¿Por qué hay un paro? Porque le tienes miedo al delincuente y desconfías de la autoridad. No confían en el policía; menos en la justicia. Esa desconfianza hay que romper. Tenemos que solucionar, porque democracia es liderar. Un presidente gestiona, ordena, encabeza.
—¿Dina Boluarte está preparada para gestionar?
Dina Boluarte tuvo un problema de origen: los 50 muertos. Su gobierno se caracteriza por actuar tarde y mal. Ella tiene problemas personales que más le quitan el tiemp. Problemas personales: su hermano, sus relojes y Cerrón. Son problemas a los que ella le dedica el mayor tiempo y no sabe qué hacer. La responsabilidad de la seguridad ciudadana no la está asumiendo. Le habrán dicho: no te metas porque, de repente, hay un par de muertos que también te los van a cargar.
—Acaba de morir una jovencita en un bus cargando a su bebe de 2 años por una bala perdida y cuatro personas en una combi, porque un sicario no tuvo mejor idea que matar al chofer.
Todo esto no se soluciona con estado emergencia sin estrategia. El orden interno es responsabilidad constitucional de la policía. ¿Pero qué pasa? ¿La inteligencia policial no sabe dónde viven los extorsionadores? ¿Qué vemos? Un desfile de motos cuando el extorsionador no está en la puerta esperando que pase por él. En estos distritos que están declarados esta emergencia, ¿por qué siguen dos en moto? Si matan en moto, hay que buscar una solución. ¿Que sientes tú cuando estás en tu carro y ves a gente en moto? Ahora, pregúntate qué siente la gente que está parada en la puerta de su casa conversando y aparecen dos en moto. Desde el 2015 hay una disposición para que en las motos estén con su casco, chaleco y nunca se cumplió. Entonces, ¿los ministros del Interior qué hacen? Si decretas que todos los que manejan moto deben empadronarse y que solo puede estar el conductor te llevarás muchas sorpresas. Pero hay más: un celular en la cárcel es un arma. Todos lo saben y nos siguen extorsionando desde los penales.
—Y siguen sin bloquear los celulares e incluso hay un contrato en que la empresa se comprometió supuestamente a bloquear las líneas y no se ha logrado nada porque dicen que si se bloquea se perjudica a la gente que vive cerca.
O son los que viven cerca o somos todos nosotros, incluidos ellos, que tenemos derecho a vivir. Debes tomar medida, equilibrio entre las libertades y la seguridad. Cuando dicen: “una sola persona en una moto”, es por tu seguridad, eso no es discriminación. Las medidas tienen que ser excepcionales y transitorias. Yo cierro, sin dudar y en forma definitiva, los mercados negros. Si compras un celular robado también eres cómplice. Dicen, pero no siempre, “ese celular está manchado de sangre”. Piensa: un celular arranchado a una mujer o un niño de manera violenta como suele ocurrir. Mira el impacto psicológico de ese niño. ¿Quieres ser cómplice? El estado de emergencia sin estrategia no es solución. Necesitas recortar libertades con objetivos claros. Yo construiría dos grandes cárceles en dos sitios bien aislados y cerraría varios penales. Mandaría a los criminales lo más alejado posible, aislados del mundo, literalmente para que no estén llamando a extorsionar. Formaría brigadas de policía militar con personal seleccionado, entrenado, equipado y preparado para hacer tareas puntuales de seguridad ciudadana, que es lo que no hay. Si estamos en guerra, apliquemos un comando de frente interno dentro del Comando Conjunto. Podría tomar el control territorial de algunos distritos conjuntamente con la policía.
—Usted también cree que no hay principio de autoridad.
No lo hay. El Perú necesita una fórmula. El orden te da seguridad. El artículo primero de la Constitución es función principal del Estado, es garantizar la vida, por supuesto, y respetar la dignidad. Vida y dignidad son dos cosas. Acá hablamos de vida nomás. Si yo soy elegido presidente, prometo reinstaurar el principio de autoridad. Es fundamental para poder crecer y vivir en paz.
—¿Y qué entiende por orden?
Cumplimiento de las normas, que se respeten los derechos de todos y que todos cumplan con sus deberes. Hablamos los derechos, pero nunca de los deberes. Esa es la ecuación completa, eso es orden.
—¿Cuál es su garantía? ¿Haber sido general? ¿Haber sido jefe de operaciones durante la guerra?
Haber logrado sobrevivir y que mi gente sobreviva. Eso sí es complicado.
—¿Por qué tendríamos que creer que usted sí va a imponer el orden, cuando acabamos de pasar por muchos presidentes que han ido degradando la institución presidencial?
Por que yo sé tomar decisiones en tiempos difíciles. Me ha tocado hacerlo durante la guerra. Hoy se requiere también tomar decisiones en tiempos difíciles, se requiere gobernar el país de las realidades diferentes. Tenemos que recuperar el orden moral. La corrupción que ha matado la dignidad de los peruanos. La corrupción de todos y de los grandes, de los que menos esperábamos.
—¿Y cómo creer que usted está entrando a la carrera presidencial por amor al Perú y no por amor a su billetera?
Porque yo me respeto y respeto a mi familia. Ya no tengo que demostrar más de lo que ya hice. Presentarme es un riesgo, mira cómo han terminado los anteriores. Yo no voy a permitir que otro se engorde a mi costilla. Yo no voy a defraudar. No voy a entrar a un gobierno ni para hacerme famoso ni para agarrar plata.
—Entonces, ¿por qué quiere ser presidente?
Porque es una obligación participar. Estamos en un momento difícil. Es un desafío y yo amo a mi país; antes luché por él y estoy dispuesto a volver a pelear. Ese es el desafío.
— ¿Cómo cree alcanzar éxito electoral cuando el Perú está tan dividido? Su partido se llama Paz y Unidad, pero eso es casi una ilusión. La izquierda peruana desprecia a los militares...
Tenemos que reencontrarnos. Si los peruanos quieren tener un país con un mensaje de división, un mensaje de violencia, que busquen a otro, yo paso. Si los peruanos quieren un país con unidad, con paz, con tranquilidad, es momento de mirarnos.
— ¿Cómo hará para convencer a la izquierda?
La izquierda no quiere a los militares y no los va a querer. Somos los causantes de su desilusión. Ellos pensaban que Sendero iba a tomar el poder y las FF.AA. los reprimieron, son los causantes de que hayan tenido que cambiar la línea de acción. Esa frustración hace que los culpables sean los militares; por eso los persiguen, por eso los condenan. ¿Delito de lesa humanidad? Yo pondré un ejemplo actual. Los 200 mil muertos por el COVID-19 sistémico. Todas las regiones. Se seguía una directiva: que no se compren pruebas moleculares, que no se reciba oxígeno de los privados. Había una ley de emergencia de salud, pero las clínicas y las boticas cobraban lo que querían. La vacuna solamente yo, mi mujer y mi hermano. Nos engañaron con las cifras. Eso es delito de lesa humanidad y parece que nos hemos olvidado.
— Bueno, mire dónde está Vizcarra, haciendo TikTok.
Ese es el tratamiento diferenciado de la justicia. Es lo injusto.
— ¿Cómo se define ideológicamente?
Soy un conservador de principios y valores. Una persona que cree en la democracia, en la economía de libre mercado, en la libertad como fundamento y en la educación como arma de crecimiento y desarrollo. Eso es mi partido. Somos de centro. No queremos ser de esa derecha que dice que no hay que cambiar nada porque todo está fenómeno; ni esa izquierda que quiere refundar el país. Si comienzas hablando de derecha y de izquierda, estás excluyendo. La idea es unir.
— El alcalde de Lima me decía que, por el tema de la inseguridad, Boluarte se está ganando a pulso su vacancia.
Ella debe estar meditando bien. Si no sale por los procesos judiciales, esto puede ser su carta de despedida. No da tranquilidad y seguridad ¿Cuál es el mensaje? ¿Que nada ha funcionado?
— Entonces, ¿este Parlamento socio de Boluarte se puede voltear?
Yo creo que sí. Tienes que darte cuenta de que no se puede deteriorar más el país. La parte económica está más o menos; pero en seguridad estamos en menos, en negativo. La verdad es que la izquierda solo sirve para hacer oposición. Para gobernar son un cero a la izquierda.
— ¿Y para qué sirve la derecha?
La derecha está parada contra la pared. Se vendieron por un plato de frijoles negros. Solo piensa en Odebrecht y encontrarás las respuestas.
— Si llega a ser presidente ¿por qué lo vamos a recordar?
Por como cambié el país. Por demostrar que sí se podía gobernar sin robar. Yo soy un hombre de palabra y de compromiso. En la buena y en la mala me comprometo. Soy un hombre que he conducido soldados donde estaba en juego la vida, ahora tengo que conducir a ciudadanos hacia el bienestar. Lo que prometo es que, si llego a la presidencia, el Perú no será tomado por extorsionadores.