En una vieja casona del jirón Áncash, en el Centro Histórico de Lima, los hermanos Dante y Juana Grados Palomino, bordadores desde su infancia, terminan de confeccionar, con finura y esmero, los fajines de los nuevos ministros. “No podemos revelar para qué ministros son y cuánto cuestan por respeto a nuestros clientes”, responde Dante cuando le preguntamos esos detalles. El miércoles acabó de bordar dos y hoy [jueves] terminó otro par".
Mientras envuelve estos distintivos del poder, Dante, de 58 años, dice que, por lo general, los familiares y amigos de los futuros ministros son los que llegan a su taller o llaman por teléfono, y le encargan la elaboración de los fajines. “No hay necesidad de tomar sus medidas, los fajines son ajustables y el detalle que llevan es el fleco metálico. El fajín de Salvador del Solar lo bordamos nosotros y le quedó muy bien entallado”, se jacta.
Pero los fajines no son la exclusividad de la bordaduría. Los Grados Palomino han confeccionado las bandas presidenciales de Fernando Belaúnde Terry, Alberto Fujimori, Alan García, Pedro Pablo Kuczynski y Martín Vizcarra. La familia conserva en la memoria anécdotas sobre las preferencias de los jefes de Estado para vestir las estas insignias rojiblancas.
- La banda del general Odría -
El primer cliente político que lució una banda presidencial bordada por la familia Grados fue el general Manuel Odría (1948 y 1956). Dante aún no nacía, pero su padre, de quien aprendió el oficio de la costura, le contó que tardó tres meses en confeccionar la indumentaria.
Don César, padre de Dante, era un muchacho cuando su hermano mayor le asignó tremenda responsabilidad. Ambos eran los encargados de impulsar el negocio de la costura, que años atrás habían iniciado su padre y su abuelo, en Barrios Altos.
“Juntos [los hermanos] hicieron la banda de Odría, que era especial porque tuvo unas hojas de roble bordadas como las que se ven en los uniformes militares”, relata.
Con el tiempo, don César se convirtió en un experto del bordado, un apasionado de la aguja, el hilo y el dedal. Una vez casado, trasladó el negocio a la sala de su casa, siempre en Barrios Altos, y su esposa era la que se encargaba de las finanzas y en conseguirle clientes. Además de bandas presidenciales también confeccionaban banderas y artículos religiosos como casullas.
“No teníamos sala, jugábamos entre hilos, telas y bastidores. A la fuerza aprendimos, mi padre era muy perfeccionista, nos corregía para el trabajo salga bien. Yo siempre decía que no me gustaba el bordado, pero empecé a meterme, de chico, para conseguir dinero, me encargaba de la tienda, y poco a poco terminé dedicándome por completo al igual que mi hermana Juana. Ahora espero que uno de mis dos hijos herede el negocio”, comenta. El papá de Dante murió hace tres años, pero el taller de confección continúa dando frutos. Con dedicación y esfuerzo siguen vistiendo a políticos y religiosos.
- Alan García cambió el diseño -
Don César le tomó las medidas a Alan García para confeccionarle su banda presidencial, en su primer gobierno. Para ello utilizó un banco porque no alcanzaba al hombro del expresidente. “Mi papá era bajito y García muy alto y corpulento. Le hicimos ocho bandas en total porque las usaba seguido en acciones protocolares y la tela de raso francés que usamos es delicada. Ha sido el presidente con más bandas. Ya en su segundo gobierno, la señora Pilar Nores mandó a confeccionarle otra banda, que también la bordamos”, cuenta Dante.
Un pedido especial de García, para su segundo mandando, según cuentan en este taller familiar, fue que el escudo del Perú esté ubicado en el centro de la banda y no a la altura del muslo como las bandas que lucieron sus antecesores Alejandro Toledo y Alberto Fujimori.
Bordar este símbolo patrio es acaso el más laborioso. “Lo hacemos a mano. Hay que pasar la aguja por en medio del hilo, muy cuidadosamente, luego elaboramos la borla y finalizamos con los flecos metálicos bañados en oro. Todo puede tardar varias semanas, hay ser meticulosos”, dice Dante.
Hasta el momento, el negocio de la familia Grados ha elaborado tres bandas presidenciales para Vizcarra a pedido de sus familiares y amigos. “Sin duda, este año ha habido demanda de fajines para ministros”, bromea Dante. La ocasión donde trabajaron aprisa y bajo presión fue cuando, en menos de una semana, tuvieron que confeccionar los fajines para los ministros convocados por el presidente Martín Vizcarra tras la renuncia del expresidente PPK, en marzo del 2018.