—Tras escuchar sus críticas a este gobierno, ¿en realidad tenía intenciones de seguir en Torre Tagle?
Yo me había puesto un plazo desde el principio: terminar APEC exitosamente. Cuando renuncié, dejé APEC en un 90 % encaminado.
—¿Por qué después de APEC?
Porque ese era un plazo razonable para recuperar mi independencia política y ser candidato a la presidencia de la República.
MIRA: Comisión de Fiscalización cita a exministra Hania Pérez de Cuéllar y otros por cirugía de Dina Boluarte
—¿Usó la cancillería como un trampolín político?
De ninguna manera. Yo recibí la responsabilidad de conducir a Torre Tagle cuando el Perú era atacado injustamente, desde el exterior, diciendo que se había producido un golpe de Estado, lo que era falso. Puse al máximo el nivel del país en las relaciones internacionales. Eso fue altamente apreciado por muchos países, por muchos organismos internacionales. Los elogios en el exterior, que aún continúan, es porque expresé con toda claridad mis convicciones democráticas y el afán de una América libre.
—¿Por qué la presidenta lo cambió?
Lo que me preocupa, y me ocupa ahora, es que el Perú retome la senda de la confianza en sí mismo. Quiero ofrecerle a la gran mayoría de los peruanos propuestas que podríamos resumirlas en un cambio radical que extraiga de raíz todas las lacras que nos han secuestrado los sueños, las posibilidades a las grandes mayorías, la posibilidad de vivir en paz.
—Usted ha dicho en las últimas semanas que quiere hacer un cambio radical y que debe extirpar. ¿Específicamente qué quiere extirpar?
Primero, la indiferencia en una gran cantidad de entidades públicas. Uno percibe que no le importa al ciudadano. Evidentemente, hay que reformar al Estado que muchas veces no hace lo que debe y hace lo que no debe. Esa reforma significa una regeneración moral de todo el país y también del servicio público, para que sirva a la ciudadanía y no se sirva del Estado. Parte de ese cambio radical es extirpar las corruptelas del Estado.
—¿Extirpar las mentiras?
Extirpar las mentiras, porque la mentira es una forma de corrupción.
—Entonces, imagino que está de acuerdo con los opositores de Boluarte que hablan de que con tanta mentira y ocultamiento de información sobre su cirugía se ha cometido una infracción constitucional.
No estoy seguro de si es infracción constitucional. Sí creo que para gobernar hay que decirle al país la verdad sin dilación y de manera completa.
—Cuando fue canciller, ¿hubo comentarios de su operación?
Nadie me lo comentó. Yo no lo percibí. Yo no estaba preocupado por la nariz de la presidenta, estaba preocupado por la marcha del gobierno para que diera respuestas concretas a los problemas de las grandes mayorías.
—Ha dicho que Dina Boluarte no es una mujer formada y que tiene reflejos tardíos. ¿La operación estética la llevará a la vacancia y ella no se da cuenta por esos reflejos tardíos?
Me parecería un exceso, con los elementos que hoy tenemos, que se produzca una vacancia.
—La fiscalía la investiga por omisión de funciones y abandono de cargo.
Me parece que hay que privilegiar la estabilidad política del país a julio del 2026.
—¿Cómo pensar en la estabilidad con una persona que incluso desde las redes es capaz de mentir tanto?
Si yo llego a ser presidente de la República, no ocultaré información respecto de nada que le pueda preocupar al país.
—¿Pero se da cuenta? Usted está siendo parte del coro que permite la mentira, que se pone tibio con el descaro. ¿La presidencia no se respeta?
Yo no formo parte de ningún coro. Es más, pienso que una parte de quienes puedan ser un coro, independientemente del color político, son parte del problema y no de la solución. ¿Por qué recién lo cuenta Otárola? Él tendrá que explicarlo.
—¿Hay algo que nos tenga que contar para no enterarnos después? Le escuché decir que Santiváñez y Boluarte se necesitan mutuamente. ¿Qué se deben?
Falta claridad respecto del ‘cofre’.
—¿Qué sabe usted del ‘cofre’?
Todo lo que sé es a través de la opinión pública y de los medios de prensa, pero no me terminan de convencer las versiones oficiales hasta ahora. La respuesta oficial está en manos de la fiscalía.
—Aseguran que Gustavo Adrianzén es un primer ministro sin poder. Usted ha contado que hay un trío al que Boluarte escucha más: Santivañez, Quero y Arana, y también ha narrado que lo llamaron para ser primer ministro.
He dicho que por intermedio de otra persona me hicieron saber el interés de que regresara como presidente del Consejo de Ministros. Pero tampoco habría aceptado. Mi ciclo con el gobierno ha acabado.
—¿Usted ya es el candidato a la presidencia del PPC? Óscar Valdés dice que primero hay una disputa interna.
Hay un proceso en el cual primero tienen que nombrar un comité electoral y decidir cuál de los mecanismos legales y estatutarios van a adoptar para nominar al candidato presidencial.
— La derecha se está fragmentando otra vez. ¿No han entendido que divididos otra vez puede ganar a alguien de la izquierda radical?
Yo no solamente lo he entendido, sino que lo entiendo y haría todo el esfuerzo por procurar una alianza. Estoy de acuerdo con las alianzas que suman.
—¿Y con quién ha conversado? Keiko ha dicho que ella está buscando alianzas.
Ella no ha conversado conmigo. En el partido hubo una directiva de la alta dirección: para hablar de alianzas el espacio estaba reservado a los miembros de esta directiva.
—¿Con quién se identifica? ¿Con Donald Trump, con Nayib Bukele o con Javier Milei?
Me identifico con la claridad y el conocimiento histórico y económico de Milei, con la decisión inquebrantable de luchar contra la delincuencia de Bukele, y con la perseverancia de Trump.
—Encuentro en este terreno contradicciones en su persona. Usted es un hombre de derecha que critica todas las dictaduras. En Cuba hay una. ¿Por qué no expulsó al gallo Zamora cuando fue canciller? ¿Él es un espía, un operador cubano?
Voy a contestarte como si fuera un jefe de Estado: por razones de seguridad nacional y no voy a ahondar en eso.
—¿No lo sacó por razones de seguridad nacional?
La declaratoria de persona non grata es en concordancia con la presidenta de la República. El servicio de inteligencia cubano está presente en América desde los años 60 y muy presente en el Perú. A veces vienen con batas blancas, médicos, vienen como ingenieros y normalmente, a veces, no siempre, los jefes son los que aparentan ser los jefes. Le han hecho mucho daño al Perú, le hacen daño a América del Sur, y en general le hacen daño a su propio pueblo.
—¿Considera usted que los cubanos estuvieron detrás del triunfo de Castillo y detrás de la violencia tras el ascenso de Boluarte?
No tengo evidencias, pero no me extrañaría. Sería más bien la continuidad de su presencia, recuerda que Cerrón se graduó en la Universidad de Camagüey tras vivir 11 años en Cuba.
—¿Y por qué, si tiene tan claro todo este asunto, comprometió el voto a favor del candidato de izquierda Albert Ramdin de Surinam para la OEA, en lugar de apoyar al canciller paraguayo Rubén Ramírez, que es de derecha?
Fue decisión de la presidenta, en respuesta a una estrategia que estableció la cancillería y que yo asumí para asegurarnos la presencia del doctor Borea en la corte; queríamos menguar la composición izquierdista de la corte.
—¿Borea podrá hacer contrapeso?
Digamos que es el caballo de Troya. Es el primer paso. El segundo paso sería apuntarle a las jefaturas que están próximas a rotar. Mi deseo es que obtenga la secretaría general un candidato propuesto por un país libre.
—¿Dina Boluarte es una mujer de izquierda?
No, es una gobernante pragmática; solo quiere resultados.
—¿Cuál sería su ofensiva si fuera elegido hoy presidente para contrarrestar un informe que quiere incluir al Perú como país violador de los derechos humanos?
Por lo pronto haría lo mismo que hizo el presidente Bukele, no hacerles caso.
—¿Qué haría para recuperar nuestras relaciones bilaterales con México?
A pesar de que la presidenta de la República dio muchas muestras de apertura y voluntad de reconciliar, a pesar de haber sido el país agraviado, los resultados son que el Perú y la presidenta que representa a la nación fueron ignorados incluso para la transmisión de mando. Es un caso casi perdido.
“Este no es un momento de broma para el Perú”
— ¿El sistema educativo público es una calamidad?
Si el señor Quero puede demostrar con cifras comparativas –respecto al mundo– lo contrario, que lo haga. La gran mayoría de los peruanos sabe perfectamente que los estudiantes tienen un bajo nivel de instrucción y que los profesores también, muchos de ellos, además, se niegan a ser evaluados y capacitados. El Estado ha hecho un enorme esfuerzo por poner más dinero en la educación pública y esto no se ha traducido en mejoría. Aplicando la reforma finlandesa, acorde a la realidad peruana, esperemos que se privilegie la educación técnica en función de las unidades socioeconómicas o geoeconómicas del país. En Lima tenemos más de 90.000 abogados y la mitad de ellos no trabajan en su oficio. Necesitaríamos muchos más técnicos. A eso apuntamos. Yo me siento muy satisfecho del acuerdo con Finlandia, he cumplido con mi país.
— ¿Desde cuándo quiere ser presidente?
Desde los 18 años. Durante mi infancia en Lima vi las enormes iniquidades y la pobreza en todas las esquinas, eso me dolió y me duele. Cuando salió elegido presidente Pedro Castillo muchos se fueron. ¿Tú a dónde te vas?, me preguntaban. De mi país nadie me saca, contestaba. Yo quiero cumplir el sueño de sacar adelante mi Perú.
— ¿Cuál fue la desavenencia con Dina Boluarte? Algo raro tuvo que pasar.
Discrepamos sobre asuntos que yo consideré que en mi gestión eran decisivos para el éxito y ella no los consideró de igual manera. No voy a decir más, con el respeto debido.
— Si alguien de la Comisión de Relaciones Exteriores descubre algo y lo llama, ¿usted contará?
Con la ley siempre cumplo y cumpliré. Responderé como Grau: mi jefe es la Constitución.
— ¿Cómo hará para convencer a todos los peruanos de que usted es el hombre correcto para gobernar?
He comido, como y comeré chicharrones. Como de todo, soy un buen bailarín y muy bromista, pero cuando toco temas serios, soy muy serio. Cuando es momento de diversión, me encanta la fiesta; pero este no es un momento de broma para el Perú, es un momento de dramáticas dificultades. Tengo mi lado divertido y la campaña va a permitir que me conozcan. Yo tengo capacidad para reírme de mí mismo.
— ¿Y cuando los memes le recuerden siempre que se quedó dormido durante un mensaje oficial de 28 de julio?
Diré que son muy creativos, me pintan una carita feliz en el coco, en la corona que tengo y en el fondo me hacen campaña lo cual agradezco.
TE PUEDE INTERESAR
- Acuerdo de Obrainsa ratifica sobornos a Wilfredo Oscorima y al entorno de Ollanta Humala
- Congreso ahora pone en peligro el cobro de reparaciones civiles: ¿Quiénes son los políticos que podrían beneficiarse?
- La situación de Pedro Castillo y sus aliados dos años después del golpe de Estado
- Dina Boluarte: ¿Hasta dónde puede avanzar la fiscalía en su investigación por presunto abandono del cargo?